Vietnam ensaya con campesinos cubanos un modelo mixto para producir arroz en Consolación del Sur
Economía
La Isla sigue dependiendo del exterior para la semilla, los fertilizantes, los plaguicidas y, sobre todo, los expertos que sepan aplicarlos
La Habana/Desde las terrazas planas de la granja Caribe, en Consolación del Sur, surge un nuevo modelo de producción de arroz con participación vietnamita. En este experimento agrícola, la parte asiática aporta la semilla híbrida, los insumos y el asesoramiento técnico, mientras los campesinos usufructuarios cubanos se encargan de la siembra y la cosecha. Una fórmula que, más que ser autónoma, refleja cómo la vieja dependencia agroalimentaria se adapta, sin transformarla.
El Programa Conjunto Vietnam-Cuba continúa avanzando en Pinar del Río con resultados que aplastan los rendimientos de los productores locales, con unas siete toneladas por hectárea frente a las apenas 1,5 que logran en buena parte del país. Al cierre de 2024, cerca de mil hectáreas cultivadas entre Cuba y la firma vietnamita Agri VMA rindieron más de 1.170 toneladas del “arroz consumo” distribuido en Pinar del Río y Artemisa. Ahora, con la extensión hacia la granja Caribe bajo el modelo mixto, se aprueba formalmente una cooperación que asume las deficiencias estructurales del modelo estatal cubano.
Es una señal clara de que el Estado reconoce la imposibilidad de impulsar una producción nacional autosuficiente
Este nuevo esquema –que complementa el modelo directo, donde la empresa vietnamita sembró las tierras entregadas por el Estado cubano– promete expandirse. Se proyecta llegar a unas 800 hectáreas bajo esta modalidad, entre Los Palacios y Consolación del Sur. Un campesino de la cooperativa Abel Santamaría ya alcanzó ocho toneladas por hectárea con semilla e insumos vietnamitas.
No obstante, este experimento no debería presentarse como tabla rasa. Es una señal clara de que el Estado reconoce la imposibilidad de impulsar una producción nacional autosuficiente. Producir arroz en Cuba sigue dependiendo de alguien de fuera que traiga la semilla, los fertilizantes, los plaguicidas y, sobre todo, que sepa aplicarlos. La empresa vietnamita, naturalmente, busca ganancias. Y la Isla solo intenta abaratar el costo de sus importaciones, sin lograr producciones soberanas eficientes.
La producción nacional apenas alcanzó 80.000 toneladas en 2024
Cuba necesita aproximadamente 700.000 toneladas de arroz al año para abastecer su consumo interno. Sin embargo, la producción nacional apenas alcanzó 80.000 toneladas en 2024, con un plan algo mayor para 2025 –pero aún muy insuficiente–. El resto se cubre mediante importaciones, con alrededor de 407.000 toneladas en ese período, por las cuales el país tuvo que desembolsar más de 300 millones de dólares, según datos oficiales.
Es decir, la Isla importa más del 80% del arroz que consume, sin contar las donaciones (Vietnam ha entregado miles de toneladas como donativo, gestos que alivian pero no resuelven). Aun así, no se cubre toda la demanda. El déficit de arroz para satisfacer el consumo nacional sigue siendo de unas 200.000 toneladas anuales.
Solo en 2023, Guyana logró producir 653.706 toneladas métricas de arroz
La ineficiencia de la producción nacional contrasta con algunos países de la región, como Guyana. Solo en 2023, el país suramericano logró producir 653.706 toneladas métricas de arroz. Aunque Cuba posee zonas aptas para el cultivo, la producción está lastrada por la centralización estatal. Los precios de acopio son bajos, los pagos suelen retrasarse y los agricultores no deciden a quién vender, lo que desincentiva la siembra. A ello se suman la obsolescencia de la maquinaria, la falta de fertilizantes e insumos básicos y la ausencia de autonomía en las cooperativas, lo que obliga al país a importar lo que consume, mientras otros países latinoamericanos logran excedentes para la exportación.
Los especialistas vietnamitas reconocen que los rendimientos alcanzados en Pinar del Río superan con creces la media cubana, pero insisten en que aún hay margen de mejora. Según el jefe del grupo vietnamita, Pham Ngoc Tu, el éxito depende de respetar rigurosamente los tiempos de siembra, fertilización y aplicación de pesticidas, algo que en Cuba se incumple con frecuencia debido a fallas logísticas y organizativas. El cultivo de arroz, advierte, es altamente exigente y requiere disciplina y coordinación en cada etapa, aspectos donde el sector estatal arrastra serias debilidades.