"El derecho al disenso es coartado y criminalizado", dice Ernesto Daranas en el Festival de Cine de La Habana

El director presentó su documental sobre el censurado Nicolás Guillén Landrián con un discurso comprometido contra la exclusión

Orlando Mora Cabrera pide también apostar "por un cine libre" como "único camino"

Ernesto Daranas presentó su documental 'Landrián' este domingo con un discurso muy combativo. (Captura)
Ernesto Daranas presentó su documental 'Landrián' este domingo con un discurso muy combativo. (Captura)
14ymedio

11 de diciembre 2023 - 14:54

Madrid/Tres años después de que el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) comenzase la restauración de la filmografía del censurado Nicolás Guillén Landrián, el Festival de Cine Latinoamericano programó este domingo el documental que lleva por título el apellido del cineasta, dirigido por un Ernesto Daranas que dio la sorpresa al subir al escenario y presentar el filme del que calificó como "visionario del cine cubano sometido al ostracismo, la prisión y finalmente el exilio".

No se quedó ahí, y logró culminar un breve discurso de casi tres minutos, aplaudido al final, contra una censura "que no es un caso del pasado", ya que "todavía hoy" es ejercida no solo sobre las obras, sino sobre el derecho del pueblo "a acceder libremente a sus películas y sobre las propias instituciones del cine cubano, que incluye a este querido festival".

"La pregunta es entonces: ¿por qué los cineastas insistimos en estar aquí? La respuesta está en ustedes, el pueblo del cual somos parte, el verdadero productor y protagonista de nuestras películas", dijo Daranas, que reivindicó el evento como "única oportunidad" de reunirse con el público "en un país sin cine", y tener la certeza de que "una película sí puede cambiar el mundo, aunque sea durante 90 minutos".

"La pregunta es entonces: ¿por qué los cineastas insistimos en estar aquí? La respuesta está en ustedes, el pueblo del cual somos parte, el verdadero productor y protagonista de nuestras películas"

Daranas reivindicó la figura de Guillén Landrián, sobrino del poeta Nicolás Guillén, activo combatiente contra la dictadura de Batista pero repudiado después por "actitud licenciosa" y comentarios "no acordes a un joven revolucionario", según el propio documental. Su figura encarna la razón de ser de la Asamblea de Cineastas Cubanos, dijo el director, que pidió abrir un debate sobre los "estigmas de la cultura y la sociedad cubana en general".

"El verdadero problema no ha estado nunca en nuestras películas, sino en la realidad a la que se deben. Definitivamente no puede existir para el cine un país diferente al que tenemos como pueblo. Por eso persiste la censura, por eso el derecho al disenso es coartado y criminalizado", continuó, en medio de la aparente tranquilidad de quienes lo acompañaban en el escenario y el público.

"Permítame entonces dedicar esta presentación a todos los colegas y compatriotas objeto de exclusión y censura. A esos que en cualquier rincón de Cuba y el mundo siguen empeñados en contar libremente sus historias, en expresar y defender libremente sus ideas. Y desde luego permítanme dedicar hoy esta película a nuestra Asamblea de Cineastas Cubanos, de la que me gusta pensar que Landrián, junto a tantos grandes de nuestro cine, también habría formado parte", remató.

El video de la presentación fue difundido por el grupo de Facebook de la Asamblea de Cineastas Cubanos, que expresó su emoción ante lo visto o vivido, según quienes estaban en la sala. Aunque no todos asumen que la acción no sea castigada. "¿Qué pasará ahora con Daranas? Porque los que nacimos en Cuba sabemos que no se puede condenar la censura y la exclusión sin consecuencias", expresaba una comentarista.

"Apostemos todos por un cine libre, ese es el único camino"

A las críticas de Daranas se unió, este lunes, el cineasta Orlando Mora Cabrera, durante la presentación de su película Brujo amor. "En este festival no se van a recibir todas las películas que deben llenar las pantallas de luz", lamentó el director de obras como Gémini (2022) y La red (2016), quien aseveró que ese encuentro cinematográfico "tiene el deber de ser un espacio más plural, más inclusivo y más justo". Cuando se censura, prosiguió, "no solo se excluye al artista, también se silencia la voz del pueblo prvado de su derecho a formar juicio crítico con relación a la obra y a nuestra propia realidad". Y conminó: "Apostemos todos por un cine libre, ese es el único camino".

La presentación del filme de Daranas fue anunciada en Prensa Latina este domingo. En él, se hablaba de Landrián como "reconocida figura vanguardista dentro del cine nacional" y se calificaba como "paradoja" que sea "uno de los cineastas menos conocidos por el público cubano" pese a su interés académico.

En la nota también se tilda de"controversial" al cineasta, y se añade que la cinta narra entre otras cosas su "fase como poeta y las causas que lo llevaron a emigrar a Estados Unidos".

Daranas dijo a Prensa Latina que su cinta es "una misa espiritual que reivindica el sufrimiento y muchas cosas que lamentablemente siguen dañando nuestro cine", aunque el medio oficialista no cruzó más líneas.

Landrián –una coproducción hispanocubana– fue estrenado en la programación Clásicos de la Mostra, del prestigioso Festival de Venecia, de clase A, celebrado en septiembre. La prensa internacional sí dio cuenta entonces de detalles como los internamientos psiquiátricos que el cineasta padeció, durante los cuales llegó a ser sometido a terapia de electroshock por su "desviación ideológica", hasta que en los 80 consiguió exiliarse en Miami autorizado expresamente por Fidel Castro.

En 2019, 16 años después de su fallecimiento por cáncer de páncreas, Daranas encontró su archivo fílmico en la Isla en muy mal estado y comenzó la restauración, tras un acuerdo con el Icaic. "Con la restauración que hemos hecho de diez de sus películas y con este documental buscamos justamente presentar al gran público un cineasta excepcional que enfrentó una problemática que lamentablemente están enfrentando todavía hoy en este momento, gran parte de los cineastas cubanos, o sea, la censura", declaró Daranas en Venecia.

La prensa internacional sí dio cuenta entonces de detalles como los internamientos psiquiátricos que el cineasta padeció, durante los cuales llegó a ser sometido a terapia de electroshock por su "desviación ideológica"

Con el momento protagonizado ayer por Daranas, la Asamblea de Cineastas Cubanos se quita parcialmente el malestar que le originó que dos cintas "incómodas" no pasaran el filtro del comité de selección: Llamadas desde Moscú, de Luis Alejandro Yero, y La Habana de Fito, de Juan Pin Vilar. Esta última fue precisamente la que dio comienzo a una guerra abierta entre las autoridades y este colectivo, nacido en junio de este año, que se puso de manifiestó a través de una carta suscrita por más de 600 profesionales del sector que demandaban cambios al Ministerio de Cultura.

Ernesto Daranas, director de la premiada Conducta, ha estado involucrado en más actos reivindicativos contra las políticas gubernamentales, como en el colectivo de cineastas G-20, que ya en 2014 reclamó una nueva Ley de Cine y el fin de la censura. Casi diez años después, el reclamo sigue vigente.

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