Muere Arturo Cuenca, el "artista total" que dejó Cuba por Miami
En sus obras trabajó la pintura, el grabado, el diseño gráfico y la fotografía, siempre con mucha autenticidad y osadía
La Habana/El artista Arturo Cuenca, uno de los más llamativos exponentes dentro del Movimiento de la Nueva Plástica Cubana en los años 80, falleció en su casa de Miami en circunstancias aún desconocidas. Varios de sus colegas lamentaron la noticia, compartida este jueves por su amiga Esther María Hernández en su perfil de Facebook.
Cuenca nació en Holguín un 20 de septiembre de 1955 y se exilió en Estados Unidos en 1991 al convertirse en enemigo político del Gobierno. Su voz incomodaba al oficialismo, debido a su visión de la relación entre el arte y la ideología.
Después de algunas declaraciones que Cuenca lanzó en un congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en torno a lo politizada que era la sociedad cubana de finales de los años 80, tuvo lugar una discusión con el entonces ideólogo del Partido Comunista de Cuba, Carlos Aldana, un intercambio que lo llevó a tomar la decisión de salir del país.
En sus obras trabajó la pintura, el grabado, el diseño gráfico y la fotografía, siempre con mucha autenticidad y osadía.
Cuenca nació en Holguín un 20 de septiembre de 1955 y se exilió en Estados Unidos en 1991 al convertirse en enemigo político del Gobierno
Parte de su preparación artística la obtuvo a inicios de la década de los 70 al comenzar estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro que no terminó. Luego cursó la especialidad de Literatura en la Escuela Nacional de Instructores de Arte entre 1979 y 1982.
Consciente del aislamiento que vivían los artistas cubanos de los 80 en Cuba, Cuenca fundó en esa época el centro cultural NinArt en México, con la ayuda de la galerista mexicana Nina Menocal. En 1992 recibió el premio de la Fundación Cintas de Nueva York por su destacado aporte a las artes plásticas.
Entre sus exposiciones personales más importantes destacan las del Museo Nacional de Bellas Artes, en 1983; Rotterdam Art Space Gallery, Holanda, en 1986; Galería del Auditorio Nacional, México, en 1989; la Galería de Arte Mexicano, en 1990 y el Intar Latin American Gallery, Nueva York, en 1993.
Entre sus muestras colectivas más destacadas están las del III Salón Nacional Juvenil de Artes Plásticas en 1973; la XIème Biennale de París en el Musée d'Art Moderne de la Ville de Paris, Francia, 1980; el Centro Cultural de Bechem, Bélgica, en 1983; la II Bienal de La Habana, en el Museo Nacional de Bellas Artes, en 1986; la I Feria de Arte Contemporáneo Guadalajara'92, México; y el Museum of Art, Fort Lauderdale, Florida, en 2002.
Cuenca fue el primer artista de su generación en exponer en la Bienal de París y sus cuadros despertaron gran atención hacia su obra entre el público internacional presente en el evento. Durante su carrera en Cuba recibió el Premio en Instalación en el Salón de Artes Plásticas Uneac, el Premio en Fotografía del Concurso 13 de Marzo y el Premio en Grabado del Encuentro de Grabado'87.
La obra de este artista está presente en las colecciones del Center for Cuban Studies y Cintas Foundation, de Nueva York, en la Galería Nina Menocal, en México, y en la Fototeca y el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba.
"Un puntal de nuestra generación, cultural, artístico y de dignidad también"
Muchos fueron los mensajes de apoyo que han escrito en sus redes amigos y colegas tras la muerte de Cuenca. Para el artista Angel Delgado es "sin dudas una gran pérdida para el arte cubano e internacional".
"Mi generación no podrá olvidarte. Siempre fuiste un artista total, un hombre diferente. Lo fuiste tanto que el círculo se cierra temprano. Veo a los de hoy escandalizar y me dan risa. Tú lo creaste todo desde el alma e hiciste de la ciencia: ideología. Luz para ti hermano", escribió el cineasta Juan Vilar en sus redes sociales tras conocer el fallecimiento de Cuenca.
"Un puntal de nuestra generación, cultural, artístico y de dignidad también", dijo Martín Guevara Duarte.
"Adiós, Arturo Cuenca, el eterno flaco de las gafas estrafalarias, pintor filósofo, sabio locuelo de aquellos años 80, cómplice de los tiempos en que tantos artistas de mi generación nos dedicábamos a crear islas dentro de una isla eternamente maldita para no morirnos de asfixia espiritual. Quedarás en el panteón de mi generación", publicó la escritora Daína Chaviano.
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