La Vista fija en la literatura independiente

La exposición de Francis Sánchez. (14ymedio)
El poeta avileño Francis Sánchez, ganador del concurso de poesía Dulce María Loynaz. (14ymedio)
Rafael Vilches Proenza

04 de abril 2016 - 20:42

La Habana/"Un libro no se cuenta", explican los entendidos cuando alguien exige un rápido resumen de lo que encontrará en ciertas páginas. Sin embargo, contar el acto de la escritura y el difícil proceso de la creación literaria en un país con una fuerte censura editorial, se convierte en parte inseparable de cada volumen. Para escuchar ese complemento del papel y la tinta, varias decenas de personas asistieron durante este fin de semana al primer Festival Vista de Arte y Literatura Independiente realizado en Cuba.

Dos días de intensas lecturas y reflexiones dieron cuerpo a este evento gestado por escritores cubanos de ambos lados del Estrecho de Florida y que se celebró en el Proyecto Locación Cristo Salvador, en el Vedado. Las jornadas se dedicaron a rescatar y promover a escritores cubanos dentro y fuera de la Isla, en una cita literaria que funciona a manera de extensión de su similar en Miami, celebrada ya en tres ocasiones.

El coordinador de la cita, Víctor Manuel Domínguez, expresó en las palabras inaugurales el deseo de escapar de los estereotipos y de las tendencias políticas para hablar de literatura. Esta máxima se puso en práctica desde el primer panel, Literatura fantástica cubana: Material para resistir la realidad, en el que estuvieron presentes escritores cuyos libros pueden encontrarse en las librerías cubanas como José Miguel Sánchez (Yoss), Michel Encinosa Fu y Raúl Aguiar.

Los tres autores compartieron sus experiencias literarias y las diferentes maneras de enfrentarse a un género que ha sido "ninguneado y visto con malos ojos", como una literatura que no tiene nada que aportar a lo cubano. Esta visión maniquea se desmonta fácilmente cuando se reconocen los libros de clásicos del género como F. Mond, Ezequiel Vieta y Agustín de Rojas, por solo citar a unos pocos conocidos.

El coordinador de la cita, Víctor Manuel Domínguez, expresó en las palabras inaugurales el deseo de escapar de los estereotipos y de las tendencias políticas para hablar de literatura

Esa convivencia de autores publicados por las editoriales de la Isla y otros claramente censurados fue posible gracias a la colaboración de Neo Club Ediciones y el Club de Escritores Independientes de Cuba, que unieron esfuerzos en el Proyecto Vista-Puente de Letras. La iniciativa incluye el Premio Nacional de Literatura Independiente Gastón Baquero, los concursos de narrativa y poesía Reinaldo Arenas y Dulce María Loynaz, respectivamente, además de la publicación de cinco libros al año y la Revista trimestral de Arte y Literatura Puente de Letras.

Otros volúmenes como La extraña familia, de la escritora holguinera Maribel Feliú, también fueron motivo de atención durante el encuentro, que brindó espacio a esa historia vertiginosa, donde una niña rebelde y apasionada se enfrenta a la muerte. La novela de Facebook, de Armando Añel (La Habana, 1966), acaparó también la atención por narrar las tribulaciones del autor y sus amigos para inscribir a tiempo el libro en un concurso de Amazon. El escritor va un paso por delante en las nuevas maneras de insertar la historia en un mundo digitalizado, lo que convierte a este libro en un volumen imprescindible para los lectores cubanos que quieran acercarse a la dimensión de la modernidad.

La obra de Augusto Gómez Consuegra (Cuba, 1970), graduado en Lengua y Literatura Inglesa en 1993 y quien trabajó como librero en las calles de La Habana por más de 15 años, también estuvo presente. Siete historias habaneras constituye la ópera prima de un narrador que ya se hace notar dentro de la literatura cubana escrita en el exilio.

En el evento estuvieron presentes autores publicados por las editoriales de la Isla y otros claramente censurados

Una referencia a los 18 relatos del libro Maldita seas tristeza, de Carlos Michel Fuentes, formó parte también de la jornada del sábado, en la que se recordó su sentido de parodia de la novela de Françoise Sagan, Buenos días, tristeza (1953). Más adelante, el disidente Julio Aleaga Pesant impartió una conferencia sobre cine cubano bajo el título Del romance del palmar a Nicanor.

Sin embargo, fue la sesión del domingo la que más hundió sus pies en la realidad con la disertación sobre narrativa del cautiverio impartida por los escritores y expresos políticos, Ángel Santiesteban, autor de Dichosos los que lloran y Premio Casa de Las Américas; y Jorge Olivera Castillo, autor de Huésped del infierno y Premio Nacional de Literatura Independiente.

Los autores hablaron de sus experiencias carcelarias, además comentaron los descarnados detalles que brinda la antología de cuentos de la cárcel La reja entreabierta, compilada por Julio César González y Francisco García.

El galardón al poeta avileño Francis Sánchez en el concurso de poesía Dulce María Loynaz selló un festival que se propuso ser espacio para poetas y escritores más allá de sus afiliaciones, credos o tendencias político-ideológicas.

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