La Fábrica de Arte reabre sus puertas renovada y mejorada

Sala de exposición n la Fábrica de Arte Cubano, FAC (Foto Luz Escobar)
Sala de exposición en la Fábrica de Arte Cubano, FAC (Foto Luz Escobar)
Luz Escobar

27 de octubre 2014 - 07:10

La Habana/Afortunadamente la Fábrica de Arte Cubano (FAC) ha reabierto sus puertas renovada y mejorada. Su éxito se apoya en varios pilares y una de ellas es, sin dudas, la voluntad de la familia Alfonso por llevar a buen término este sueño. El nuevo espacio, cerca del Río Almendares, tiene sus antecedentes en las noches que este clan de excelentes músicos tenía en Pabexpo, al este de la ciudad.

La FAC es uno de esos pocos espacios que ha logrado triunfar en la escena alternativa cubana. La criatura ideada por el músico X Alfonso ha roto con la maldición de otros sitios que se inauguraron a bombo y platillo, para luego caer en desgracia poco tiempo después.

Sin embargo, la permanencia y constancia no son los mayores méritos de la FAC, sino también su diversidad de opciones. En su amplia nave alberga diversos locales que ofrecen una variada programación para múltiples gusto y generaciones. El diseño y la oferta artística conforman áreas personalizadas donde cada cual puede encontrar su ambiente más propicio.

Brindando un espacio para quienes queremos algo más que la turística “casa de la música” o la pura y dura “discoteca”

Hace una semanas cuando se anunció el cierre de la FAC, para someterla a un proceso de restauración, muchos escuchamos con suspicacia la noticia, temiendo lo peor. ¡Han sido tantos los proyectos fracasados! ¡Tantos los que no lograron continuar brindando un espacio para quienes queremos algo más que la turística “casa de la música” o la pura y dura “discoteca”!

Durante todo el mes de septiembre, como prueba de su lucha por la perfección, la FAC hizo una pausa en su faena artística para remodelar y ampliar varias áreas. Se creó una terraza exterior que funciona como “zona de fumadores” y en la que se incluye también un bar. La Fábrica parece prepararse para estar en la escena cultural habanera por largo tiempo. Entre sus nuevos planes, se suma la apertura de varios restaurantes en el lugar, para lo cual ya se acondicionó el área trasera.

Se mantienen las salas de proyecciones, las galerías, la nave uno, con presentaciones en vivo que lleva el nombre del recién fallecido cantante y compositor Santiago Feliú. La nave cuatro, por su parte, ofrece materiales audiovisuales centrados en la música y los creadores musicales.

Se trata de uno de esos pocos sitios donde han dejado hacer su trabajo a los diseñadores, con libertad y respeto

El espectacular segundo piso de la FAC cobija otra sala de proyecciones y una terraza que fue amueblada de forma original con ruedas de camión, cubos de madera, carreteles enormes para enrollar cables eléctricos, entre otras alusiones al reciclaje y la belleza de las cosas que con frecuencia botamos a la basura. La imaginación ha sobrado a la hora de buscar soluciones alternativas para decorar y amueblar este lugar. Se trata de uno de esos pocos sitios donde han dejado hacer su trabajo a los diseñadores, con libertad y respeto.

Actualmente se exhiben en la FAC varias exposiciones como la muestra fotográfica sobre la práctica de la Capoeira en Cuba, realizada por Danay Nápoles y Alejandro Reyes. También se puede disfrutar de la exposición colectiva de artes visuales De lo sublime a lo ridículo, y la muestra colectiva Cachipún: Piedra, Papel, Tijera.

Como parte del 24 Festival Internacional de Ballet de la Habana ha llegado también una selección fotográfica de Iván Perera en la nave tres que estará abierta al público hasta el próximo 2 de noviembre.

El buen ambiente no queda allí. Hasta en los baños los visitantes se topan con la posibilidad de dejar un mensaje con lápiz o crayón de labio sobre las blancas paredes. La FAC ha pensado también en los que sólo van hasta allí para encontrarse y conversar con otros, mientras beben algo. De ahí que existan también espacios pensado para hacer vida social, sin conciertos ni presentaciones.

El horario se mantiene de jueves a domingo desde las 8:00 pm hasta las 4:00 am, menos el domingo cuando queda abierto hasta las dos de la mañana

Para sorpresa de todos los escépticos, la FAC no sólo ha vuelto mejorada sino también con el mismo precio de entrada que cuando cerró. Por 50 pesos cubanos se recibe una tarjeta donde se va anotando el consumo para pagarlo a la salida. El horario se mantiene de jueves a domingo desde las 8:00 pm hasta las 4:00 am, menos el domingo cuando queda abierto hasta las dos de la mañana.

Los noctámbulos empiezan a llegar después de las diez de la noche y se les ve buscar su área preferida, transitar por los pasillos o quedarse en una esquina. Disfrutan de un sitio que le hizo falta a La Habana por décadas, de un lugar por el que hemos esperado demasiado tiempo.

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