El expitcher Luis Tiant hará un lanzamiento simbólico en el juego Tampa Bay-Cuba

El expelotero cubano Luis Tiant en 2009. (Wikicommons)
El expelotero cubano Luis Tiant en 2009. (Wikicommons)
Ernesto Santana

21 de marzo 2016 - 20:04

La Habana/Los expitchers Pedro Luis Lazo y Luis Tiant harán lanzamientos simbólicos antes del juego de mañana entre la selección de Cuba y el Tampa Bay, según anunciaron este lunes medios oficiales de la Isla, que mencionaron los méritos del primero, tan conocido y admirado incluso por sus rivales, y se refirieron a la carrera estelar del segundo en las Grandes Ligas, donde en tres ocasiones integró el Todos Estrellas.

Gran parte de la afición cubana sabe ahora por primera vez de la existencia de este jugador. Luis Clemente Tiant Vega nació en 1940 en Marianao, hijo del estelar pitcher zurdo Luis Tiant, que jugó en Estados Unidos durante los años treinta y cuarenta, en las Ligas Negras, que tiene el récord de entradas lanzadas en Cuba (20) y que entró al Salón de la Fama del Béisbol cubano en Miami en 1965. Luis Tiant hijo lo haría 32 años más tarde, en 1997.

Cuando a los 17 años dijo que quería dejar la escuela y dedicarse al béisbol, su padre se negó, porque en las Ligas Mayores no había lugar para los negros. "Yo le dije que encontraría mi propio lugar", ha contado El Tiante, como le llamaron después. A los 20 años, entró en la Liga Profesional cubana y dejó su imborrable con los Leones de La Habana en la campaña 1960-1961, antes de que el deporte profesional fuera prohibido por Fidel Castro. En su fugaz carrera habanera alcanzó un balance de 10-8, con efectividad de 2.72, siendo nombrado Novato del Año. En 1960, lideró a los lanzadores con 17-7 y se proclamó campeón. En 1961, jugando en la liga mexicana, decidió no regresar a Cuba.

Recibió el Premio Babe Ruth y el codiciado Premio Cy Young en tres ocasiones, aunque nada de eso le ha valido para entrar en el Salón de la Fama del Béisbol cubano

Debutó en las Grandes Ligas en julio de 1964 con el sueño de cualquier pitcher novicio: blanqueando 3-0 a los casi invencibles Yankees de Nueva York, que solo batearon cuatro hits, sorprendidos por sus trucos y movimientos que no dejaban ver dónde estaba la bola. En julio de 1968 llegaría a ponchar a 19 bateadores en diez entradas.

En las Mayores, durante 18 años, con balance de 229-172, El Tiante, consolidaría su personalidad deportiva, difícil de igualar, afrontando lesiones, angustia, añoranza por su tierra y su familia, e incomprensiones, para convertirse en el único lanzador con más de 200 victorias en la Gran Carpa. Aunque tuvo que regresar a las Menores por lesiones, luego viviría con los Boston Red Sox la plenitud de su sabiduría y efectividad, acumulando 123 victorias en siete temporadas, de las cuales tuvo tres con más de 20 éxitos, valiéndose más de sus habilidades y su control que de su velocidad.

En 2007, regresó a La Habana durante la filmación del documental El hijo perdido de La Habana, de Jonathan Hock, y estuvo en el Capitán San Luis para un desafío amistoso entre veteranos pinareños y norteamericanos. De vuelta en su natal Marianao, pocos reconocieron al ídolo de Cleveland, Nueva York, Boston, Minneapolis, Pittsburgh, Los Ángeles y tantos otros lugares. Sin embargo, dijo: "Ya cumplí mi sueño. Ahora soy un hombre libre, me siento bien conmigo mismo. Es una sensación que nadie me puede quitar". También estuvo en la bulliciosa peña beisbolera del Parque Central, donde primero solo los más viejos sabían quién era, pero luego los jóvenes le pidieron autógrafos y uno le trajo de su colección una fotografía de su padre en una vieja revista.

Pocos cubanos, cuando vean mañana al erguido hombre de setenta años hacer el simbólico lanzamiento, sabrán que a los estadios de las Grandes Ligas iban miles de aficionados solo para ver su legendario wind up y la multitud coreaba "Luuuuuuu-iiiiiiiiiiii, Luuuuuuu-iiiiiiiiiiii", que recibió el Premio Babe Ruth, que fue cuatro veces Jugador Más Valioso de las MLB y obtuvo el codiciado Premio Cy Young en tres ocasiones, aunque nada de eso le ha valido para entrar en el Salón de la Fama del Béisbol cubano.

Darrell Johnson, exmanager de los Boston Red Sox, dijo una vez: "Si un hombre me coloca una pistola en la cabeza y me dice 'Vas a morir si no ganas este juego', yo no dudaría en poner a Luis Tiant para conseguir la victoria". Y los que saben, en fin, dicen que no hay la menor duda de que "ningún otro cubano, hasta el día de hoy, ha escalado más alto que El Tiante".

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