Los aficionados se preparan para una final inédita en la Serie Nacional de Béisbol

Pese a la calidad indiscutible de los Leopardos, son pocos los que apuestan por ellos para hacerse con el oro en esta gran final frente a los Leñadores

El partido de béisbol entre Villa Clara y Sancti Spíritus, no fue tan destacado, sobre todo por el agotamiento de los Gallos. (Jancel Moreno)
El partido de béisbol entre Villa Clara y Sancti Spíritus no fue tan destacado, sobre todo por el agotamiento de los Gallos. (Jancel Moreno)
Ernesto Santana

11 de enero 2019 - 18:36

La Habana/La paridad y la simetría que caracterizaron gran parte de la Serie Nacional 58 llegaron incluso a la semifinal, porque, en el quinto juego, los Leñadores de Las Tunas derrotaron a los Tigres avileños para imponerse con cuatro victorias y un solo revés, y los Leopardos de Villa Clara hicieron lo mismo con los Gallos espirituanos venciéndolos 4-1. Y en el mismo orden.

El primer partido de Las Tunas contra Ciego, un duelo entre Lázaro Blanco y Yoanni Yera en terreno tunero, victoria de los locales duramente peleada, se extendió hasta la entrada 14 y quebró la moral de los felinos, dominados también en los siguientes dos choques. Nadie esperó jamás que el play off pudiera estar 3-0 a favor de los orientales.

Ciertamente, le habían jugado muy bien a los avileños durante toda la temporada y habían sido el conjunto de mejor actuación en las dos primeras etapas del campeonato, pero esa superioridad resultaba sorpresiva ante el equipo más estable del último decenio en la pelota cubana, que se había titulado, de la mano de Roger Machado, en 2012, 2015 y 2016.

Aunque nunca ha ocurrido que una escuadra pueda pasar a la final remontando desde un 3-0, la inclaudicable afición avileña cobró esperanzas cuando los Tigres se impusieron en el cuarto partido con una labor estelar de Dachel Duquesne y un cierre fulminante de Raidel Martínez, ya en la madrugada.

El quinto encuentro, que empezó también con Blanco y Yera enfrentados, arrancó muy mal para los Tigres desde la primera entrada. Ante un José Ramón Cepero abarrotado y animado, los muchachos de Machado vendieron cara su caída, rematados por segunda vez por un letal Yoelkis Cruz, héroe rojiverde de esta semifinal para recordar, con marcadores cerrados casi siempre y sin gran desbalance entre ofensiva y pitcheo.

A Ciego de Ávila no le respondió lo suficiente el bateo oportuno y se le desplomó en dos oportunidades un refuerzo vital

Pero todos aguardaban mayor solidez por parte de Ciego de Ávila, al que no le respondió lo suficiente el bateo oportuno y se le desplomó en dos oportunidades un refuerzo vital, nada menos que Lázaro Blanco, el mejor lanzador del país en la actualidad, que todos los mentores hubiesen querido para sí.

El otro play off, entre Villa Clara y Sancti Spíritus, no fue tan destacado, sobre todo por el agotamiento de los Gallos, que se acalambraron en su casa y en patio ajeno y -con Frederich Cepeda y Orlando Acebey maniatados- no pudieron hacer ni diez carreras en los cinco juegos que bastaron para dejarlos tendidos.

También se esperaba mejor reacción de esta selección que, aunque al principio no inspirara grandes ilusiones, luego había hecho soñar a su afición. Muchos, no obstante, piensan que en verdad desde el final de la segunda etapa ya los espirituanos habían dado lo más que podían dar y, por eso, acabaron exhaustos, noqueados 12-2.

Aun así, quedar con el bronce es un resultado a respetar, sobre todo luchando contra un inspiradísimo vecino, de mucha más historia y de mayor fogueo en campeonatos. Villa Clara, que estrenó por fin su mascota leopardo, estuvo a la altura de su condición de equipo grande y reveló la maestría de Eduardo Paret como director debutante.

Bajo la guía de Pablo Civil, los Leñadores han redondeado una larga labor de años, un trabajo paciente y acertado que fructifica en una ofensiva trepidante

Pero ahora tendrá que verse con un conjunto que se ha mostrado aplastante desde el inicio de la serie. Bajo la guía de Pablo Civil, los Leñadores han redondeado una larga labor de años, un trabajo paciente y acertado que fructifica en una ofensiva trepidante, en un pitcheo cada vez más eficiente y en una defensa firme -a pesar de los errores-, con una creatividad en el corrido de las bases del que otros deben aprender.

Pese a la calidad indiscutible de los Leopardos, son pocos los que apuestan por ellos para hacerse con el oro en esta gran final frente a los Leñadores, un crisol donde refuerzos, novatos y experimentados cristalizan en forma de un equipo en el que, este año, parece que encarnara el espíritu mismo de la victoria. No es de extrañar, por ello, que su motor impulsor, el ya veterano Danel Castro, haya decidido postergar su retiro por otra temporada.

Pero, como sabemos, el terreno tiene la última palabra. El sábado, a las cuatro de la tarde, en el Mella, comienza la gran final, con apertura de Alaín Sánchez por Villa Clara y, por Las Tunas, de Erlys Casanova. El domingo se jugará a las dos de la tarde. Desde el martes, pasadas las siete de la noche, se peleará en el Sandino de Santa Clara. Una final inédita.

________________________________________________________________________

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de 14ymedio. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.

También te puede interesar

Lo último

stats