El camino a la cumbre es muy empinado para los Vegueros

Camisetas de peloteros pinareños de Grandes Ligas y de Serie Nacionales expuestas por un aficionado en el parque del Bosque. (14ymedio)
Camisetas de peloteros pinareños de Grandes Ligas y de Series Nacionales expuestas por un aficionado en el parque del Bosque. (14ymedio)
Ernesto Santana

08 de abril 2016 - 22:09

La Habana/El partido de este jueves en la noche fue, para muchos, el mejor de la postemporada y uno de los mejores de la Serie Nacional. El encuentro en el estadio José Ramón Cepero entre los equipos de Pinar del Río y Ciego de Ávila se convirtió en un duelo de lanzadores que concluyó, en el capítulo 13, con marcador 2-1 a favor del home club.

Lázaro Blanco resultó la opción escogida por la dirección de los Tigres para que abriera ante los visitadores. Mejor, imposible. Blanco lanzó un juego de consumado, con su pitcheo lateral tan incómodo para los bateadores. Cuando se fue en el octavo inning, un único hombre le había alcanzado la segunda base y siempre había logrado sacar el primer out. El abarrotado estadio lo despidió de pie con una ovación.

Pinar abrió con Vladimir Baños, de magnífica actuación y con una economía de lanzamientos tan notable como la de su rival Blanco, pero los avileños, en continua ofensiva, le hicieron una carrera en el cuarto episodio. Al final, la derrota quedó a nombre de Liván Moinelo.

El triunfador fue Yennier Cano, a quien ningún pinareño le había bateado hit este año. Entró lanzando rectas a 94 millas y nunca imaginó que tendría que estar en el box hasta el último capítulo. "Nunca había lanzado tantos innings", declaró ante las cámaras, "pero me sentí fuerte, me ayudó bastante la slider lateral, que siempre he incluido en mi repertorio, pues tirar solo rectas no conviene".

Lázaro Blanco resultó la opción escogida por la dirección de los Tigres para que abriera ante los visitadores. Mejor, imposible

Ahora la final se traslada para el Capitán San Luis, donde debe crecer mucho la resistencia de los Vegueros, que llegan a casa a pelear de nuevo desde abajo. No sería extraño que Pinar hiciera una milagrosa remontada, pues no carece de espíritu, ni de tradición, ni de talento para ello. Pero tiene que abatir a un contrario que se está pareciendo mucho a cualquier cosa menos a un equipo abatible.

El domingo, a las 5 de la tarde, se disputará el tercer juego. Los directores han informado que por Ciego abrirá Dachel Duquesne y que por Pinar lo hará Yosvani Torres.

La prensa oficial ha dado a conocer este viernes un esquema no definitivo sobre cómo será Serie Nacional 56. La Dirección Nacional de Béisbol lo llama esquema "de transición". Se prevé que el evento comience en la segunda semana de agosto y que tenga la misma etapa de 45 desafíos para 16 equipos, como ocurre desde hace cuatro campañas, cerrando sus puertas en enero.

La novedad consiste en que para la segunda ronda clasificarán solo seis escuadras. Las cuatro primeras ocuparán esas posiciones en la fase final y las otras dos saldrán de dos series play off que -en tres juegos a ganar dos- enfrentarán a quinto contra octavo y a sexto contra séptimo.

La novedad para la próxima Serie Nacional consiste en que para la segunda ronda clasificarán solo seis escuadras

En ese momento, se escogerán cinco refuerzos y comenzará un calendario todos contra todos a tres vueltas. De ahí saldrán los cuatro semifinalistas que, como hasta ahora, en postemporada de 7-4, decidirán a los que lucharán por el título.

El segunda base José Miguel Fernández, que se había ido del país a principios de diciembre, ha recibido la documentación de agente libre. Esto resulta estimulante para varios jugadores de la Isla que, como Fernández, esperan el permiso para poder negociar en la República Dominicana, Costa Rica o México.

El atleta preparaba su primer showcase el 3 de febrero, pero enfermó y tuvo que perder varias semanas de entrenamiento. Fernández no ha vuelto a jugar desde 2014, pero pocos dudan de que sus condiciones y habilidades lo lleven a las Grandes Ligas. La revista especializada Baseball America ya lo había ubicado, antes de irse, como el tercer mejor prospecto del país.

La continua fuga de jugadores en busca de mejores condiciones en el extranjero se ha reflejado en que 23 cubanos estuvieron en equipos de las Grandes Ligas al comenzar la temporada, cinco más que el año pasado y la mayor cantidad desde que la oficina del comisionado empezó a llevar una cuenta en 1995, asegura AP.

A principios de los años 60, había muchos más peloteros cubanos en las Grandes Ligas y la Isla era el país que mayor representación extranjera tenía, pero pronto el entonces presidente Fidel Castro eliminó la pelota profesional, que él llamaba "esclava".

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