Gerardo Leroux, el cubano que prepara a franceses para las Grandes Ligas de béisbol

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El entrenador habla de su trabajo con Jordan Ouanyou en la academia Pôle France

Gerardo Leroux junto al pelotero Jordan Ouanyou.
Gerardo Leroux junto al pelotero Jordan Ouanyou. / Instagram
Andy Lans

18 de julio 2025 - 07:55

Matanzas/Al momento de la redacción de estas líneas, Jordan Ouanyou ya milita en el sistema formativo de los Rojos de Cincinnati. Se trata del undécimo francés que se integra a una franquicia de las Grandes Ligas del béisbol norteamericano (MLB) y representa, además, una recompensa al trabajo realizado por Pôle France Baseball, academia en la que el entrenador cubano Gerardo Leroux pulió a la promesa francesa.

Ouanyou acaparó la atención de los cazatalentos de la pelota organizada desde su gran actuación en el Campeonato Europeo Sub 18 del pasado año. Allí bateó ocho hits en 19 veces al bate para un promedio de .421, que acompañó con un jonrón y siete carreras impulsadas. El bateador zurdo de más de seis pies de altura suele desempeñarse en la primera base, aunque también tiene capacidad para jugar los jardines.

“Jordan tiene unas cualidades al bate que debe seguir trabajando. Tiene cosas positivas como la fuerza y el tirarle duro a la pelota, pero todavía le faltan elementos por mejorar. Le hemos señalado a la hora de batear que debe dejar la cara en home, dirigir más la bola hacia la banda contraria y no dejar pasar pelotas cercanas a la zona de strike. Creo que con el juego diario lo ayudará bastante”, comenta Gerardo Leroux sobre la nueva joya del béisbol francés.

"Tiene cosas positivas como la fuerza y el tirarle duro a la pelota, pero todavía le faltan elementos por mejorar"

En cada consejo de Gerardo al joven Ouanyou va un dardo de sabiduría hereditario de las mejores tradiciones del béisbol cubano. Y es que el padre de Gerardo, Orldando Leroux, brilló con luz propia en la antigua Liga Profesional Cubana, donde luchaba por un puesto en los jardines de los Tigres de Marianao con el mismísimo Orestes Miñoso. Orlando también brilló en la pelota de México y, después de la llegada de Fidel Castro al poder, optó por quedarse en Cuba como manager de las Series Nacionales.

Aunque Gerardo no pudo igualar la trayectoria de su padre como jugador, en materia de entrenamiento hizo valer eso de que “hijo de gato caza ratón”. En 1995, su primer destino de trabajo fue Italia, mas desde el 2000 comenzó a impulsar el béisbol en Francia. “Al principio la academia Pôle France Baseball tenía su sede en París, pero allá la pelota no enganchaba mucho, y en 2006 nos trasladamos a Toulouse. Aquí he sido de todo, mánager en equipo nacional Sub 18, parte del cuerpo técnico del seleccionado Sub 23, responsable de organizar la preparación de los jugadores de posición y, este año, estoy a cargo de los receptores.”

Además de Ouanyou, la academia ha conseguido que otros franceses, como Joris Bert, Frédéric Hanvi, Yoan Antonac y Mathias LaCombe, consigan contratos de Ligas Menores. Sin embargo, el proyecto también ha permitido las firmas de cubanos como Ernesto Martínez y Andy Paz, quienes al decir de Leroux: “Son muchachos muy disciplinados y talentosos. Incluso a veces vinieron a hacer pretemporada aquí y nos apoyan en la preparación de los demás chicos. Hablan mucho con los otros prospectos y sus experiencias siempre son bien recibidas.”

En países como Venezuela o República Dominicana, la rúbrica de un adolescente con una franquicia de MLB puede significar millones que cambian de un día para otro la vida de las familias. Por lo que no es de extrañar que en varios casos el béisbol sea la única alternativa para salir de la pobreza. No obstante, según Gerardo Leroux, es más difícil obtener una firma millonaria desde el béisbol europeo. Por ejemplo, el mayor bono logrado por Pôle France Baseball ha sido de unos 900.000 dólares por el receptor Andy Paz. 

“Francia tiene mucho desarrollo en todos los deportes. Hay un sinnúmero de alternativas para los muchachos. Y en el fútbol, los juveniles con contrato profesional pueden ganar 100.000 o 200.000 euros al mes” aclara. Quizá sea ese el mayor reto para el béisbol formativo en toda Europa, el de convertir esta disciplina en una alternativa económica a la que valga la pena dedicarse.

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