Chocolate, el más oído y el más odiado
La Habana/Las canciones de Yosvanis Sierra Hernández, más conocido como Chocolate MC, no dejan a nadie indiferente: o lo odian o lo adoran. Autor de temas como Guachineo o Palón Divino ha sido este año el intérprete más escuchado en Cuba entre la gente, las fiestas familiares y los reproductores de cuanto taxi colectivo u ómnibus urbano transita por las calles.
Nacido en la barriada de Los Sitios, en Centro Habana, desde los 13 años tuvo que "meterle el cuerpo a la calle", según contó en una entrevista, para mantener a su madre y hermana. Conocido también como el rey del reparto, el cantante del género urbano ha logrado escalar al número uno en la reproducción alternativa de música a pesar de no ser difundido ni en la radio ni en la televisión nacionales.
Uno de los temas más recientes de Chocolate se titula Bajanda y se ha convertido en un himno entre los cubanos más jóvenes. Las letras hablan de gatos, ratas, ratones y, con su ritmo pegajoso, se han colado en el argot de la calle.
Su último tema, estrenado el pasado 30 de noviembre, se llama El Corral y, como la mayoría de sus lanzamientos, se produjo a través de un audio con una imagen fija en su canal de YouTube.
En la transcripción de una reunión de un grupo de artistas con autoridades del Ministerio de Cultura en la que mostraron su rechazo al Decreto 349, el nombre de Chocolate salió a relucir 16 veces como ejemplo de un cantante muy exitoso pese a no tener una empresa musical que lo respalde.
Su figura también ha estado salpicada por escándalos. En 2017, en Miami, estuvo varios días en prisión tras una acusación de su pareja por violencia machista y salió en libertad condicional tras pagar una fianza de 170.000 dólares.
Fijó su residencia en Miami el pasado año y ha ofrecido varios conciertos en Estados Unidos. Desde entonces no ha regresado a la Isla.
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