Yaima Caballero, madre de Paloma Domínguez
La Habana/La vida de Yaima Caballero ha dado un vuelco en poco más de dos meses. A principios de octubre llevó a su hija Paloma, de un año, a ponerse la vacuna PRS (contra papera, rubéola y sarampión) a un centro médico de La Habana. Pocos días después, la pequeña falleció por complicaciones que, por el momento, se atribuyen a una mala manipulación de la dosis.
Desde entonces, la joven emprendió una batalla personal para que se investigue a conciencia lo ocurrido y no vuelva a pasar. Aunque Caballero nunca se quejó de la atención médica recibida por su hija, al contrario, agradeció a los médicos, no tardaron en llegar las represalias por alzar la voz.
En una reunión con las autoridades sanitarias, la Seguridad del Estado, presente en el acto, le advirtió de que podía ir a prisión si persistía en hacer "acusaciones sin fundamento". La situación la ha llevado a exiliarse junto a su marido en México, país al que tenían previsto un viaje.
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