La Onei sigue ignorando los aumentos de Etecsa en su cálculo de la inflación en julio
IPC
Los economistas independientes consideran que la estadística oficial —una subida de precios de 8,79% desde enero— no refleja la realidad
Madrid/Crecen las dudas sobre los datos oficiales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) después de que este sábado la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) difundiera el informe referente a julio, que sitúa la inflación mensual en 0,49% y persiste en no indicar incrementos en el sector de las telecomunicaciones con dos meses completos de vigencia de la descomunal subida de tarifas de Etecsa.
La empresa estatal multiplicó por 13 el costo de algunas ofertas el pasado 30 de mayo, por lo que se esperaba que el IPC de junio y julio mostrasen un salto cuantitativo en esa división. El mes de junio, sin embargo, cuando más debió haberse notado, el crecimiento fue ínfimo, con un 0,02%, exactamente igual que este mes, con otro 0,02% que dejan una variación acumulada del 0,17% desde enero y la interanual en 0,34%, en franca contradicción con las tarifas públicas y sin que nadie haya dado explicaciones.
“A eso de haberse ‘olvidado’ del efecto del tarifazo de Etecsa en la inflación del mes de junio quizás habría que aplicarle aquello de que ‘el olvido es una forma de mentira’ (Los muchachos de zinc, de Svetlana Alexievich)”, escribió al respecto el pasado mes el economista cubano Pedro Monreal. Para su colega, Pavel Vidal, la respuesta está en la persistencia de utilizar una metodología desfasada.
“Se trata de otra muestra del sesgo que presenta el indicador debido al uso de una base (ponderaciones) que data de 2010, cuando el servicio de Internet (y otros gastos) tenían una menor importancia dentro de la canasta de consumo de las familias”, señala. Los informes de la Onei dejan claro que toman como línea base ese año, desde el cuál hubo un incremento del 481,81%. La disparidad del país que era Cuba en aquel año si se compara con lo que es ahora es una evidencia, baste decir que en 2010 había un millón de abonados a líneas móviles, frente a los casi ocho que existen hoy y por los que el costo de las telecomunicaciones tiene un protagonismo enorme que los datos minimizan.
“Se trata de otra muestra del sesgo que presenta el indicador debido al uso de una base (ponderaciones) que data de 2010, cuando el servicio de Internet (y otros gastos) tenían una menor importancia dentro de la canasta de consumo de las familias”
Comunicaciones aparte, Pedro Monreal ha vuelto este mes a la carga con sus críticas al método empleado por la Onei para medir el IPC. “El análisis de inflación en Cuba debe partir de la discutible confiabilidad de su medición oficial. No pocos economistas consideramos que la estadística oficial subvalora la inflación”, señala el experto.
En más de una ocasión, Monreal y otros economistas han mencionado que también es significativo tomar en cuenta que los datos que publica la Onei con los precios mínimos y máximos de los productos de la cesta a partir de los que se elabora el IPC son los que aparecen en las tablillas. Sin embargo, estas cifras públicas muchas veces no se corresponden con la realidad y solo son una simulación para evitar una multa por violar los topes.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas contuvieron sus subidas el pasado mes, con un 0,58% más –la subida del IPC general en julio fue del 0,49%, oficialmente–, y aunque algunos productos dejan importantes subidas (la carne de ave, un 5,5%; el pimiento, 4,7%; el tomate, 4%; y la papa, 3,5%), otros empujan el índice hacia abajo, como es el caso del aceite (-4,1%), queso blanco (-3,2%), azúcar refino (-1,8%) y salchicha (-1,6%).
“En julio de 2025 coexistieron incrementos y reducciones de precios de alimentos, algunos de ellos considerables. Existe un ‘apagón estadístico’ de datos oficiales de producción agropecuaria reciente que dificulta analizar tendencias de precios de los alimentos”, apunta Monreal. El economista subraya que, cuando la oferta está restringida como lo está en Cuba, “principalmente de alimentos, la compresión brutal de la remuneración del trabajo parece ser la vía más expedita para ajustar la demanda real ‘hacia abajo’. Es la pobreza masiva lo que funciona hoy como ‘programa’ antinflacionario”.
El especialista sostiene su afirmación en una información que sí está al alcance de la población. Entre enero y abril de 2025, el fondo total de los salarios del sector estatal se redujo un 11,9% si se compara con el del mismo período de 2024 ajustándolo a la inflación, lo que demuestra que “en condiciones de crisis de oferta y de reducción insuficiente del déficit fiscal, ha sido la contracción del poder de compra de los hogares (pobreza) lo que parece haber moderado la inflación”.
Entre enero y abril de 2025, el fondo total de los salarios del sector estatal se redujo un 11,9% si se compara con el del mismo período de 2024 ajustándolo a la inflación
Pese a todo, oficialmente la inflación acumula este año una subida del 8,79%, que si se compara con el año pasado, cuando estaba en el 18,78% –siguiendo el mismo método de cálculo– refleja una sustancial reducción. Además, la variación interanual es del 14,37%, muy inferior al de julio de 2024, cuando era un 30,48%. Pavel Vidal señala que esto tiene efectos positivos a nivel macroeconómico, ya que reduce la incertidumbre para las empresas e inversionistas, facilita las operaciones financieras y ayuda a definir los contratos y tomar decisiones a largo plazo por la “mayor previsibilidad” en el valor de la moneda nacional.
Pero poco significarán para los consumidores, que con la moneda depreciada, la oferta deprimida y el poder adquisitivo en el suelo, apenas notan la bajada de una inflación que, con todo, sigue siendo muy cuantiosa, ya que la cifra de este julio comparada con la del pasado año aún supera los dos dígitos.