La producción de ron Legendario, de las pocas que crece en Cuba

Ember asegura que los trabajadores ganaron una media de más de 23.500 pesos en concepto de utilidades durante los tres primeros meses de 2021

La Empresa de Bebidas y Refrescos presumió en la prensa oficial el "sobrecumplimiento" en la producción de ron Legendario. (Cubadebate)
La Empresa de Bebidas y Refrescos presumió en la prensa oficial el "sobrecumplimiento" en la producción de ron Legendario. (Cubadebate)
14ymedio

25 de enero 2022 - 18:23

La Habana/En medio del sombrío panorama económico y empresarial, las autoridades pueden apuntarse un tanto con la Empresa de Bebidas y Refrescos (Ember) de La Habana, que en 2021 consiguió embolsarse casi tres millones de dólares extras por exportar más ron Legendario del esperado. Gracias al inexplicable resultado, los trabajadores ganaron una media de más de 23.500 pesos solo en concepto de utilidades durante los tres primeros meses del año. Al menos así lo asegura con bombo la prensa oficial.

El semanario Trabajadores da toda su portada online de este martes al éxito empresarial de la compañía, que este martes protagoniza el acto central por el día del trabajador de la Industria Alimentaria y la Pesca. Según la nota, para la directora de la entidad, Nilda López López, "no fue nada fácil explicar a inicios de di­ciembre a las máximas au­toridades políticas del país qué habían hecho para ob­tener tales resultados".

De hecho, el mecanismo por el que se ha logrado tal proeza sigue siendo desconocido, pues la nota se limita a celebrar el "sobrecumplimiento" de la empresa sin detallar cómo se ha alcanzado.

Precisamente una de las pocas claves que se dio a conocer fue la empleada para la mejora de la producción en refrescos: reducir la cantidad de azúcar en un 15%

"Con los 2.984.400 dólares por la ex­portación de la gama am­pliada de ron Legendario, pudimos garantizar el resto de las producciones en CUP dirigidas a Matanzas, Ma­yabeque, Artemisa, Pinar del Río, Isla de la Juventud y La Habana las que conte­nían alrededor del 90% de materias primas importa­das", dijo.

La empresa, que produce para la exportación ron, vodka y aguardiente, fabrica también vinos, refrescos y vinagre para la Isla. Precisamente una de las pocas claves que se dio a conocer fue la empleada para la mejora de la producción en refrescos: reducir la cantidad de azúcar en un 15%.

"Ello permitió un in­cremento de un millón 699.000 cajas más de refrescos y una importante contribu­ción a la salud de la pobla­ción, pues la costumbre en el país era consumir refres­cos con demasiada azúcar. Incluso ahora, el nuestro aún es más dulce que el de Los Portales y los importa­dos", añadió López.

La funcionaria explicó que esta línea ha tenido las mejores cifras desde 2012, algo inédito en el panorama nacional, con 11.259.000 cajas de refrescos, muy por encima del plan de 7.952.000 previstas.

La directiva enfatizó en el ahorro que supone para el país la producción nacional y a la que ha contribuido Ember sustituyendo la importación de vina­gre, esencias y emulsiones. "Traer una tonelada de es­tos dos últimos nos cuesta unos 7.000 dólares. Produ­cirla aquí, con materia pri­ma importada, nos sale en entre 1.800 y 2.100 dólares, es decir, es signifi­cativo el ahorro de dinero".

"Traer una tonelada de es­tos dos últimos nos cuesta unos 7.000 dólares. Produ­cirla aquí, con materia pri­ma importada, nos sale en entre 1.800 y 2.100 dólares

Según Trabajadores, Ember aportó 8,7 millones de bolsitas de refrescos a hospitales y centros de aislamiento.

López aprovechó el momento para reivindicar que las buenas cifras se producen incluso teniendo en cuenta que su empresa trabaja mayoritariamente de manera manual por falta de tecnología.

"Sin duda eso nos afecta. Son muchas las ope­raciones que tenemos que hacer manualmente, de ahí que un peso fundamental en nuestra actividad pro­ductiva lo tengan los inno­vadores y racionalizadores. Sin ellos no hubiéramos po­dido exhibir estos logros", expresó.

El ron Legendario, aunque valorado por los consumidores nacionales, se considera uno de los más plebeyos en la larga lista de bebidas alcohólicas cubanas producidas a partir de la caña de azúcar. Las oscilaciones en su calidad son frecuente blanco de críticas, y su forma de presentación –sin "tapas trampa"– es fácil de ser manipulada.

"Para tragos sirve poco porque tiene un sabor que se nota mucho", opinan algunos dueños de negocios privados que ofrecen coctelería. "Para dárselo al turista tampoco, porque vienen buscando marcas más conocidas. Así que es un ron para el consumo de los cubanos, a medio camino entre los alcoholes más buenos y la popular chispa de tren".

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