Los Balcanes, vía de escape y callejón sin salida para los cubanos

Decenas de cubanos han emprendido esta ruta para llegar a la Unión Europea a través de países que no les exigen visado

Fernando Soria (izquierda) decidió marcharse a Rusia porque ese país no le exigía visado para entrar en Europa. (Facebook)
Fernando Soria (izquierda) junto a otros migrantes en un campo de refugiados de Serbia. (Facebook)
Mario J. Pentón

24 de agosto 2017 - 12:08

Miami/Fernando Soria tiene 51 años. Salió de Cuba hacia Moscú hace casi un año con la esperanza de llegar a Europa Occidental a través de Rusia. Después de meses de travesía, se encuentra varado en Serbia junto a más de una decena de sus compatriotas que comparten destino con miles de refugiados sirios, afganos y magrebíes.

"Intenté irme de Cuba cinco veces en balsa pero no pude llegar a la costa de Estados Unidos, por eso me repatriaron", cuenta Soria. El último de esos viajes frustrados fue en noviembre pasado.

"Como ya no existe [la política de] pies secos/pies mojados, no me quedó más remedio que hacer este viaje", dice. Siempre estuvo "en contra del sistema" y buscando "la libertad" que no tiene en su país, agrega para justificar su decisión de irse de la Isla.

Cuenta que le demolieron la casa donde vivía y que le metieron en la cárcel por venta ilícita cuando el cuentapropismo aún no estaba regulado por el Gobierno. Su antipatía por las autoridades de la Isla se ha alimentado desde entonces. Por participar en un movimiento opositor en La Habana le prohibieron el acceso al empleo en el sector estatal.

Soria decidió marcharse a Rusia porque ese país no le exigía visado para entrar en Europa. "Llegué a Moscú con 300 dólares en el bolsillo", relata

Soria decidió marcharse a Rusia porque ese país no le exigía visado para entrar en Europa. "Llegué a Moscú con 300 dólares en el bolsillo", relata.

Una vez en Rusia, trabajó en el primer oficio que encontró pero la vida en la capital rusa se le hizo insoportable. "Sin permiso de trabajo, sin dinero para pagar una renta, vendí lo poco que tenía y compré un boleto aéreo a Montenegro", cuenta.

Esa república balcánica y la vecina Serbia son dos de las rutas más utilizadas por miles de refugiados sirios y africanos que buscan llegar a la Unión Europea. De acuerdo con la ACNUR, la agencia para los refugiados de las Naciones Unidas, solo en 2016 más de 1,2 millones de personas presentaron solicitudes de asilo en la Unión Europea.

Las fronteras de la Unión Europea colindan en una estrecha y muy custodiada franja con Montenegro, por lo que Soria decidió cruzar hacia Serbia con la idea de seguir hacia Croacia. "Tengo miedo".

Según Soria, las relaciones entre los cubanos y los migrantes de otras latitudes suelen ser difíciles

Este es un lugar muy peligroso, aquí las bandas rivales se matan entre sí y te desaparecen. Estamos atrapados en el medio de la nada", lamenta.

Además, según Soria, las relaciones entre los cubanos y los migrantes de otras latitudes suelen ser difíciles. "Aquí hay gente de todo tipo, que no tiene nada que ver con nosotros y no nos entiende. Algunos de ellos son violentos", añade.

Otro cubano, Orguield Ocaña Díaz, de 38 años, intentó cruzar la frontera croata-serbia hace una semana junto a un grupo de migrantes. Según relata, las autoridades fronterizas los golpearon con porras y los devolvieron al lado serbio de la frontera.

"Quieren que tramitemos el asilo desde Serbia, pero eso es un proceso lentísimo que no lleva a ningún lugar. Si pudiéramos llegar a Zagreb [Croacia] nos darían asilo político al ser cubanos", especula.

Ocaña y Soria se encuentran en Camp Principovac, situado en el pueblo de Šid, justo en la frontera occidental de Serbia. Jorge C. Montaña, otro emigrante cubano que está en Montenegro, dice que están desesperados, "en el fin del mundo, sin hablar el idioma y sin familia".

Según la Organización Internacional de las Migraciones, decenas de cubanos han emprendido esta ruta para llegar a la Unión Europea

Estos no son los primeros cubanos que han pasado por los países balcánicos buscando llegar a Europa. Según la Organización Internacional de las Migraciones, decenas de ellos han emprendido esta ruta para llegar a la Unión Europea a través de países que no les exigen visado.

"No nos quieren dejar pasar la frontera porque al final todo esto es un negocio. Los europeos dan dinero para los campamentos de refugiados y mientras más refugiados haya, más dinero pueden tener las autoridades serbias", se aventura a decir otro migrante cubano que pide el anonimato.

En 2015, Europa destinó casi 600 millones de dólares en atención a los refugiados y ayudas a los países de tránsito. No obstante, muchos miembros de la UE que antes permitían el paso de los migrantes han adoptado políticas de puertas cerradas.

La voz de este migrante anónimo pone palabras a lo que muchos otros en su situación anhelan: "Lo único que queremos es que nos dejen llegar a España para continuar con nuestras vidas".

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