Las FARC entran en el tramo final de dejación de armas con un mensaje de reconciliación

Varios exguerrilleros de las FARC reciben un certificado de la Misión de la ONU en Colombia por ser parte del proceso de dejación de armas. (EFE)
Varios exguerrilleros de las FARC reciben un certificado de la Misión de la ONU en Colombia por ser parte del proceso de dejación de armas. (EFE)

21 de junio 2017 - 10:07

Bogotá/(EFE).- La guerrilla de las FARC entró este martes en su última fase de dejación de armas, en la que deben entregar a la Misión de la ONU el último 40% de estas, con un mensaje en favor de la reconciliación de Colombia tras medio siglo de conflicto armado.

El acto tuvo lugar en una de las áreas de reunión de los guerrilleros, la zona veredal transitoria de normalización (ZVTN) de Pondores, que forma parte del municipio de Fonseca, en el departamento caribeño de La Guajira.

Hasta esa remota región, asolada por el calor, llegó el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, acompañado por el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo.

"Hoy 20 de junio, de conformidad con el acuerdo firmado por el Gobierno de Colombia y las FARC, me es muy grato celebrar el inicio de la tercera (y última) fase del proceso de dejación de armas de las FARC"

Arnault, acompañado por todos ellos además de los líderes guerrilleros Milton de Jesús Toncel, alias Joaquín Gómez, natural de La Guajira, y de Félix Antonio Muñoz, alias Pastor Alape, fue el encargado de hacer el anuncio.

"Hoy 20 de junio, de conformidad con el acuerdo firmado por el Gobierno de Colombia y las FARC, me es muy grato celebrar el inicio de la tercera (y última) fase del proceso de dejación de armas de las FARC", dijo Arnault.

Esa guerrilla ya había entregado el 60% de las cerca de 7.000 armas personales de sus 6.934 integrantes, que se encuentran reunidos en las 26 ZVTN distribuidas por todo el país.

Esta última fase se espera que se prolongue hasta el 27 de junio, es decir, una semana completa, según anunció el lunes el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Tras esos siete días habrá un acto simbólico que marque el final de las FARC como guerrilla en armas y que, pese a que todavía no tiene un lugar fijado, se ha especulado con que tendrá lugar en la ZVTN de Buenavista, en el municipio de Mesetas, departamento del Meta (centro).

"Queremos compartir con ustedes nuestra percepción de un proceso que desde su inicio ha llenado las expectativas de las partes", subrayó Arnault en su declaración de ayer.

Joaquín Gómez tomó la palabra para enviar su mensaje a la sociedad al asegurar que el anhelo de las FARC es que "la familia colombiana se reconcilie", si bien aseveró que entienden la dificultad después de "un conflicto tan largo de 52 años".

"Hay muchas heridas y lo que pedimos es la capacidad de perdonar para poder convivir como debe ser hasta tal momento que hagamos de Colombia un país donde los padres no entierren a los hijos, sino los hijos a los padres", subrayó.

Por su parte, Jaramillo indicó que para él este es un día "muy particular" por la mezcla de sentimientos que le genera, por un lado el inicio de la última fase de dejación de armas y por otro el reciente atentando terrorista que segó la vida de tres mujeres el pasado sábado en el Centro Comercial Andino de Bogotá.

En este sentido, el funcionario quiso hacer hincapié en que en Colombia nunca se había hecho "un proceso tan ordenado y riguroso" de dejación de armas como el de las FARC, que cuenta con la supervisión de observadores de la ONU.

Estos son los que reciben las armas de los guerrilleros que previamente han sido registradas y que son almacenadas en contenedores en las propias ZVTN.

La ONU está orgullosa de haber acompañado a las partes en este proceso, pero el crédito de lo que está pasando corresponde al pueblo colombiano"

Por ello, Jaramillo señaló la importancia de los observadores internacionales y agregó que se concentraron "en el tránsito a la legalidad", lo que supone que los guerrilleros reciban un certificado de la ONU de que han dejado las armas.

Posteriormente, firman un acta de compromiso de que no volverán a tomar las armas y por último la Oficina del Alto Comisionado para la Paz emite una acreditación, un conjunto de documentos que le da a los guerrilleros "acceso a la amnistía y la reconciliación".

De ese modo, considera que "que lo que está pasando es mucho más que entregar un arma".

Por su parte, Feltman aseguró que para él fue "un honor" estar representando a la sede central de la ONU "en este día histórico". "La ONU está orgullosa de haber acompañado a las partes en este proceso, pero el crédito de lo que está pasando corresponde al pueblo colombiano", destacó.

También envió una felicitación al Gobierno y a los líderes de las FARC involucrados en las negociaciones de paz. Finalmente, Feltman aseguró que la ONU "seguirá respondiendo a las necesidades de ambas partes".

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