Gorbachov, el hombre que quiso cambiar la URSS y acabó cambiando el mundo

Los últimos años de su vida los pasó defendiendo su legado y criticando al actual presidente ruso, Vladímir Putin

Gorbachov anunció su dimisión el 5 de diciembre de 1991. (EFE/Archivo)
Gorbachov anunció su dimisión el 5 de diciembre de 1991. (EFE/Archivo)

31 de agosto 2022 - 11:03

Moscú/(con información de EFE). -El último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, que murió este martes a los 91 años, quiso cambiar la URSS y acabó cambiando el mundo, ya que puso fin a medio siglo de antagonismo entre Este y Oeste conocido como Guerra Fría.

"Si quiero cambiar algo, debo aceptar el cargo. Así no se puede seguir viviendo", dijo Gorbachov a su esposa Raísa el 10 de marzo de 1985, un día antes de asumir la secretaría general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

Gorbachov nació el 2 de marzo de 1931 en la región meridional de Stávropol en el seno de una familia campesina ruso-ucraniana –dos de sus abuelos fueron represaliados– que vivió la hambruna de los años 30 provocada por la colectivización forzosa de la tierra ordenada por Stalin.

"Tú no te limites a los asuntos agrícolas. Debes dedicarte a todos los asuntos de la política interior y exterior. En cualquier momento, puede ser que mañana mismo, en ti recaiga toda la responsabilidad", le dijo Andrópov

Desde que ingresó en el partido en la universidad –donde se licenció en Derecho–, Gorbachov fue ascendiendo en el escalafón hasta convertirse en 1970 en jefe del partido de su Stávropol natal con menos de 40 años. Su especialización en economía agrícola permitió a este apparatchik protagonizar una meteórica carrera y ser nombrado en 1978 secretario de Agricultura en el Comité Central del PCUS, su trampolín para alcanzar la secretaría general.

Una vez nombrado miembro del todopoderoso Politburó (1980), Gorbachov dirigió la regeneración del partido, que sufría claros achaques de gerontocracia, junto al jefe del KGB, Yuri Andrópov, quien sería su padrino político.

"Tú no te limites a los asuntos agrícolas. Debes dedicarte a todos los asuntos de la política interior y exterior. En cualquier momento, puede ser que mañana mismo, en ti recaiga toda la responsabilidad", le comentó en una ocasión.

La llegada de Gorbachov al poder, con apenas 54 años, despertó grandes expectativas, ya que el nuevo líder soviético era extrovertido, tenía don de gentes y sonreía con fruición, algo a lo que no estaban acostumbrados sus conciudadanos.

Pero Gorbachov no se limitó a las formas, ya que poco después de llegar al poder lanzó la Perestroika (reforma política) y poco después la Glasnost (transparencia informativa), lo que dio paso a lo que se dio en llamar "comunismo con rostro humano".

Se sirvió de una nueva generación de tecnócratas que deseaban reformar el sistema comunista para hacerlo más efectivo, pero la vieja nomenclatura soviética no dejó de ponerle obstáculos en el camino.

"El pueblo quiere cambios. Ha llegado la hora. No se pueden aplazar por más tiempo", le dijo entonces Gorbachov al histórico 'Mr. Niet', Andréi Gromiko.

"El pueblo quiere cambios. Ha llegado la hora. No se pueden aplazar por más tiempo", le dijo entonces Gorbachov al histórico 'Mr. Niet', Andréi Gromiko

Aun así siguió adelante con la introducción de la propiedad privada, aunque sin renunciar a la economía centralizada; la celebración de elecciones democráticas; la libertad de expresión y de credo; la creación de un nuevo legislativo y la liberación de presos políticos.

En el plano exterior, mejoró las relaciones con Occidente, redujo notablemente el presupuesto de defensa, abrió negociaciones de reducción de armamento nuclear con Estados Unidos y ordenó la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán. Además, renunció a la doctrina de soberanía limitada en relación con los miembros del Pacto de Varsovia, lo que dio inicio a un proceso revolucionario que culminó con la caída del muro de Berlín, el derrocamiento de los regímenes comunistas de Europa del Este y posteriormente la reunificación de Alemania.

El aperturismo político y el deshielo con Occidente le granjearon el premio Nobel de la Paz en 1990, pero decepcionó a sus partidarios occidentales al enviar tropas a Letonia y Lituania para reprimir los movimientos secesionistas.

En medio de la impopularidad de las autoridades debido a la escasez de productos básicos, algunas de las repúblicas soviéticas aprovecharon la pérdida de monopolio del poder del PCUS para proclamar su independencia de Moscú.

El enfrentamiento con su antiguo aliado, Boris Yeltsin, el primer presidente ruso elegido por sufragio universal –cuyos restos reposan en el mismo lugar en que será enterrado Gorbachov–, abrió una brecha insalvable que acabó por precipitar la desaparición de la Unión Soviética.

La puntilla fue el golpe de estado protagonizado por un grupo de dirigentes soviéticos, asonada que fue desarmada por un imparable Yeltsin, mientras Gorbachov regresaba de su encierro en el sur del país como un cadáver político.

Meses después, Gorbachov confirmaba la defunción de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en un histórico discurso el 25 de diciembre de 1991.

"Gorbi", como era conocido en Occidente, era recibido como una estrella de rock en Occidente, donde líderes europeos, estadounidenses y asiáticos ya lo han despedido con sentidas palabras, pero sus compatriotas nunca le perdonaron la desaparición del Estado Soviético y hasta el día de su muerte muchos aún le acusaron de traición.

"Es un traidor y no el secretario general. Destruyó el país, fue una traición desde arriba", afirmó hoy el diputado comunista Nikolái Kolomeitsev.

"Había que luchar por la integridad territorial de nuestro Estado de manera más insistente, coherente y osada, y no esconder la cabeza bajo la arena, dejando el culo al aire", le echó en cara Vladímir Putin

"Había que luchar por la integridad territorial de nuestro Estado de manera más insistente, coherente y osada, y no esconder la cabeza bajo la arena, dejando el culo al aire", le echó en cara Vladímir Putin, actual presidente ruso, con quien mantenía una profunda relación de amor y odio.

"No puede ser que todas las decisiones confluyan en una sola persona. Nadie tiene el monopolio de la verdad", dijo Gorbachov en una entrevista con el recientemente desaparecido diario independiente Nóvaya Gazeta, del que era accionista.

Putin siempre echó en cara a Gorbachov que no lograra reformar a tiempo la economía planificada, la clave para salvar el sistema soviético. "La economía se hubiera hundido como resultado de la crisis del 98, la esfera social estaba en cero y el Ejército dejó de existir. Nos topamos con la agresión del terrorismo internacional, el separatismo y estalló una guerra civil. Y Rusia estaba al borde de la desintegración", aseveró.

Para evitarlo, Putin lanzó una operación antiterrorista en Chechenia, impuso una vertical de poder, cerró los medios de comunicación más críticos y restringió las libertades más básicas.

Después de varios intentos de regresar a la escena política con un proyecto socialdemócrata, Gorbachov era una figura residual en la oposición hasta que el fraude oficialista en las elecciones legislativas de 2011 desató las mayores protestas antigubernamentales en 20 años. Entonces tomó partido por Alexéi Navalni con frases que sentaron muy mal en el Kremlin como "Rusia Unida es una mala copia del PCUS (Partido Comunista de la URSS)".

"El mejor paso por parte de las autoridades sería que presentaran su dimisión", afirmó e incluso demandó la anulación de los comicios por fraude.

En los meses y años siguientes no dudó en llamar a superar "las tendencias autoritarias" en la política rusa y acusó a Putin de creerse Dios, cuando la recuperación de Rusia "se debió sobre todo a los altos precios del petróleo y el gas en los mercados internacionales".

También demandó una reforma constitucional para crear una "democracia real" a través de un referéndum que acabara de una vez por todas con "la autocracia", y exhortó a Putin a renunciar a buscar una inexistente "quinta columna" en la sociedad rusa. Meses después, Putin regresó al Kremlin tras cuatro años como primer ministro e hizo todo lo contrario.

Aunque apoyó la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014 y criticaba a Estados Unidos por seguir persiguiendo su hegemonía militar, la actual campaña militar rusa en Ucrania volvió a separarlo de Putin

Aunque apoyó la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014, lo que le granjeó no pocas críticas en Ucrania y otros países, y criticaba a Estados Unidos por seguir persiguiendo, tras el fin de la Guerra Fría, su hegemonía militar, la actual campaña militar rusa en Ucrania volvió a separarlo de Putin.

Dos días después de su inicio el Fondo Gorbachov pidió el urgente cese de las hostilidades y el inicio de negociaciones de paz. Descendiente de ucranianos, el breve comunicado de su institución resaltaba que "en el mundo no hay y no puede haber nada más valioso que la vida humana".

El presidente ruso, con toso, manifestó su "profundo" pesar por el fallecimiento de Gorbachov, que ha llegado a pocos meses de que se cumpla el centenario de la fundación de la URSS.

Ni el Fondo Gorbachov ni sus allegados habían informado públicamente sobre su estado de salud, pero era un secreto a voces que "Gorbi", como era conocido en Occidente, estaba muy desmejorado.

"Se ha ido un gran hombre. Un hombre que cambió la vida de su país y del mundo, en general. Un hombre que cambió el mundo para siempre", dijo a Efe Pável Palazhchenko, portavoz e intérprete de Gorbachov.

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