Dar el Nobel de la Paz a la Brigada Henry Reeve sería "recompensar a la dictadura cubana"

En una carta al comité noruego, María Werlau denuncia la "explotación flagrante y criminal" de los médicos por el Gobierno

En total, Cuba ha enviado brigadas de sanitarios a nueve países de África para ayudar a combatir la emergencia sanitaria. (@CubaMINREX)
Archivo Cuba denuncia que la campaña global en apoyo de la candidatura de las brigadas para el Nobel de la Paz no es sino muestra del “trabajo efectivo” de un “gigantesco aparato de inteligencia y propaganda”. (@CubaMINREX)
14ymedio

05 de octubre 2020 - 18:27

La Habana/La organización Archivo Cuba dirigió una carta al comité noruego del Premio Nobel para pedirle que descalifique la nominación de la Brigada Henry Reeve al Nobel de la Paz, para el que fue propuesta el pasado mes.

En ella, consignan los datos recopilados por la ONG con sede en Miami desde 2009 que dan cuenta de la realidad de las misiones internacionales. "Nos vemos obligados a informarles de las pruebas abundantes y contundentes que hacen de este cuerpo médico parte intrínseca de un esquema de trata de personas por parte del Estado cubano, que supone una violación del derecho internacional", dicen en la misiva, firmada por la directora de la institución, María Werlau, con fecha del 29 de septiembre.

Aunque el documento reconoce la "encomiable asistencia" que proveen los sanitarios cubanos alrededor del mundo, "a menudo a los pacientes más necesitados y en las más extremas circunstancias", asevera que las misiones no son sino "peones, productos exportables, de una dictadura militar".

Archivo Cuba es contundente: "El Estado policial cubano, que sistemáticamente priva a sus ciudadanos de sus derechos fundamentales y comete escandalosas violaciones a los derechos humanos, explota a los trabajadores sanitarios para avanzar en sus objetivos económicos, políticos y geoestratégicos".

"El Estado policial cubano, que sistemáticamente priva a sus ciudadanos de sus derechos fundamentales y comete escandalosas violaciones a los derechos humanos, explota a los trabajadores sanitarios para avanzar en sus objetivos económicos, políticos y geoestratégicos"

Como ejemplo, indica que el Gobierno cubano se queda entre el 80% y el 95% de los pagos del país donde mandan las brigadas, mientras que los profesionales de la salud reciben entre el 5% y el 20%, dependiendo del destino. Además, recuerda que la Isla vende productos médicos a muchos países anfitriones "con márgenes sustanciales", a menudo artificialmente inflados.

Algunos de los convenios, explica, se triangulan con otros Gobiernos u organismos internacionales que donan fondos o recursos médicos para las brigadas, como Noruega, que ha brindado "un generoso apoyo financiero" a Cuba para su misión médica en Haití.

La carta recopila la historia de las misiones internacionales, que arrancó con el envío de un equipo de emergencia tras el fuerte terremoto de Valdivia, Chile, en 1960. (Oficialmente, la primera brigada internacionalista fue enviada a Argelia en 1963). "Pronto se hizo evidente", precisa el texto, "que esta táctica ofrecía una oportunidad única para el régimen cubano de ganar dinero mientras extendía su influencia, aseguraba lealtades y alianzas políticas, obtenía asistencia económica, préstamos y mercados, generaba simpatías internacionales y promovía la idea de que Cuba es una potencia médica y un ejemplo humanitario para el mundo".

En 2005, a raíz de la catástrofe humanitaria provocada en Nueva Orleans por el huracán Katrina, Fidel Castro creó una brigada especial para situaciones de emergencia, el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve. EE UU rechazó la oferta de La Habana de mandar esa brigada, que lleva el nombre de un médico neoyorquino que murió en la Isla mientras luchaba con los cubanos en la primera guerra de independencia contra España.

La ONG precisa que esta brigada está en realidad formada principalmente por "trabajadores de la salud con una formación mínima en casos de desastre" que son utilizados de manera oportunista. "Cuba utiliza los equipos de emergencia que supuestamente son parte de esta brigada para expandir su presencia cuando los países son más vulnerables y, por lo tanto, receptivos", dice el texto, que denuncia: "A veces, Cuba paga la factura inicial, pero el pago a menudo proviene de organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud u otros Gobiernos y organizaciones".

La candidatura de la Brigada Henry Reeve fue registrada formalmente el pasado 22 de septiembre por el Consejo Mundial de la Paz, creado en 1950 a instancias de la entonces Unión Soviética

Al respecto, Archivo Cuba señala que el Gobierno de la Isla ha encontrado una oportunidad en la pandemia "y está enviando brigadas médicas de emergencia a docenas de países, en su mayoría en un paquete con su Interferón Alfa 2b, llamada droga milagrosa contra el covid-19". Desde marzo de 2020, Cuba ha enviado contingentes médicos a 39 países, y en 33 de ellos permanecen a la fecha más de 2.500 trabajadores. Estos se suman a un total de 28.000 trabajadores de la salud en 58 países. "Aunque se las presenta como un ejército altruista de solidaridad, estas brigadas médicas generan enormes recursos para ayudar a la élite comunista gobernante de Cuba a permanecer en el poder y evitar reformar una economía de mando fallida y parasitaria", sentencia la carta.

El texto también recuerda que desde 2005, los servicios médicos de exportación suponen la principal fuente de ingresos del país. En 2018, la última vez que el Gobierno cubano ofreció datos oficiales, las exportaciones de servicios sociales y de salud fueron de 6.400 millones de dólares, el triple de los ingresos por turismo, mientras que la inversión en salud y servicios sociales fue de tan solo el 1,5%.

Tras enumerar las condiciones económicas y políticas en las que se encuentran sumidos los ciudadanos de la Isla, así como los tratados internacionales que viola el Gobierno cubano, la carta concluye que el apoyo internacional a la nominación de la brigada "oculta su verdadera naturaleza" y los "múltiples beneficios para el régimen dictatorial". La campaña global para el premio no sería sino muestra del "trabajo efectivo" de un "gigantesco aparato de inteligencia y propaganda". "El Premio Nobel de la Paz recompensaría a la dictadura cubana por su explotación flagrante y criminal, y sería una contradicción con los loables objetivos del galardón además de una ofensa escandalosa a los trabajadores sanitarios esclavizados y al pueblo oprimido de Cuba".

La candidatura de la Brigada Henry Reeve fue registrada formalmente el pasado 22 de septiembre por el Consejo Mundial de la Paz, creado en 1950 a instancias de la entonces Unión Soviética y hoy con sede en Atenas, Grecia.

El Nobel de la Paz es uno de los más polémicos de los que entrega cada año el Comité noruego, y en su lista de galardonados se puede encontrar nombres tan improbables como Henry Kissinger, Yasser Arafat o Barack Obama. Casi cualquier ciudadano del mundo puede proponer a una persona o una organización al premio, salvo los interesados. Este año, otro de los postulados es, por ejemplo, el presidente de EE UU, Donald Trump.

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