El caos en el aeropuerto de Kabul se convierte en el símbolo del miedo a los talibanes

Los islamistas acusan a Estados Unidos de las decenas de muertos en el aeródromo por ser esta la única zona que controla Washington

Los talibanes montan guardia frente al aeropuerto internacional Hamid Karzai mientras la gente camina para huir del país este lunes. (EFE)
Los talibanes montan guardia frente al aeropuerto internacional Hamid Karzai mientras la gente camina para huir del país este lunes. (EFE)

23 de agosto 2021 - 11:55

Madrid/(con información de agencias). -Kabul cumplió este domingo una semana bajo control talibán. Desde entonces, los islamistas han querido demostrar al mundo que su régimen es tolerante e inclusivo, aunque muchos siguen sin creerlo, ya que las primeras intimidaciones y amenazas se han producido desde el primer momento y el caos en el aeropuerto denota el miedo de la población a la actual dirigencia.

"No queremos que nadie salga del país, este es su país, esta es nuestra patria común, tenemos valores comunes, religión común, nación común. (...) Hay una amnistía general, por lo que no habrá hostilidades", afirmó el martes el principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, en la primera rueda de prensa tras la victoria.

Sin embargo, este lunes, uno de sus portavoces, Suhail Shahin, ha advertido que habrá "consecuencias" si Estados Unidos y el resto de países extranjeros no completan la retirada y las evacuaciones de Afganistán para el 31 de agosto, la fecha límite que había establecido el presidente estadounidense, Joe Biden inicialmente. Aunque con posterioridad ha señalado que podría ampliarse ese plazo, el dirigente espera poder cumplir.

"Si Estados Unidos o Reino Unido buscan más tiempo para continuar las evacuaciones, la respuesta es no. O habrá consecuencias"

Ese día es "es una línea roja" para Shashin, según dijo en Sky News. "Si Estados Unidos o Reino Unido buscan más tiempo para continuar las evacuaciones, la respuesta es no. O habrá consecuencias", ha dicho, al considerar que ampliar el plazo "significa que hay una extensión de la ocupación cuando no hay necesidad para la misma".

Mientras, las escenas de desesperación en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul continúan produciéndose. Este lugar se ha convertido en uno de los símbolos de la desesperación de muchos afganos por abandonar el país. Hay empujones, estampidas, disparos al aire de las fuerzas de seguridad, golpes, lanzamiento de botes de humo y explosiones disuasorias, pero una mayoría de los que permanecen allí, algunos de ellos con niños, no desisten.

Fuentes de la OTAN confirmaron este domingo que al menos 20 personas han muerto en el aeropuerto de la capital afgana y sus inmediaciones desde el inicio de la evacuación, hace hoy ocho días. Durante esta semana, uno de los símbolos de la desesperación de muchos afganos por abandonar el país ante la llegada de los talibanes fue el caos en el aeropuerto internacional de Kabul, donde las primeras imágenes que llegaban desde ahí mostraron a miles de personas desesperadas por subir a los aviones que despegaban.

El Ministerio de Defensa británico confirmó también al menos siete muertos en las 24 horas previas. "Las condiciones sobre el terreno siguen siendo extremadamente difíciles, pero estamos haciendo todo lo posible para gestionar la situación de la forma más segura posible". Entre los fallecidos, de los que no se han filtrado datos, habría cuatro mujeres que resultaron aplastadas por una estampida humana.

Fuentes de Tolo News confirmaron una decena de muertos y al menos treinta heridos solo durante las últimas 48 horas, que se sumarían a los entre cinco y seis fallecidos que había previamente.

El sábado, miles de personas intentaron una nueva entrada en el aeropuerto asustadas por los disparos que se estaban escuchando de manera constante en los alrededores de la instalación

El fin de semana ha sido especialmente complicado. El sábado, miles de personas intentaron una nueva entrada en el aeropuerto asustadas por los disparos que se estaban escuchando de manera constante en los alrededores de la instalación y hay testigos que aseguran que fue "el peor día" desde que comenzaron las evacuaciones.

"Es un hecho que todo el país, que es responsabilidad de los talibán, está seguro y protegido, pero el aeropuerto de Kabul, que es responsabilidad de Estados Unidos, está sumido en el desorden", acusó el alto responsable talibán Amir Jan Mottaqi, que atribuye a Washington el caos de la zona.

Este mismo lunes, un policía afgano ha muerto y otros tres resultaron heridos en un tiroteo entre las fuerzas de seguridad afganas y unos atacantes desconocidos en la puerta norte del aeropuerto de Kabul, según un comunicado del Ejército.

El intercambio de disparos, en el que posteriormente se vieron implicadas también fuerzas estadounidenses y alemanas, se produjo de madrugada.

Desde que los talibanes proclamaron el final de la guerra, sus representantes se han esforzado en mostrar que su nuevo régimen no es el mismo que el que se caracterizó por su conservadurismo extremo entre 1996 y 2001, relegando a las mujeres al interior del hogar.

Una de las imágenes que muchos destacaron fue cuando una de las presentadoras de televisión del canal afgano Tolo entrevistó en el telediario matutino a un representante de los talibanes, algo impensable hace más de dos décadas, cuando las mujeres solo podían abandonar su vivienda en compañía de un hombre de la familia.

También han mostrado en las redes sociales cómo las niñas regresaban a las escuelas en algunas partes del país, dentro del nuevo discurso de la formación ultraconservadora, en el que aseguran que la mujer podrá trabajar o estudiar, aunque dentro siempre de los límites que marca la ley islámica o sharía, que regirá el nuevo régimen.

"Nuestro compromiso con los niños de Afganistán es inequívoco y nuestro objetivo es que los derechos de todos y cada uno de ellos se hagan realidad y se protejan"

"Nuestro compromiso con los niños de Afganistán es inequívoco y nuestro objetivo es que los derechos de todos y cada uno de ellos se hagan realidad y se protejan", sentencia la organización.

Pero son muchos quienes no se fían, la mayoría muchas mujeres que, aunque aún siguen en el país, han tenido el valor de mostrarse en vídeos colgados en las redes sociales o de salir a la calle con pancartas, para criticar que han comenzado ya a perder muchos de sus derechos.

Un grupo de trabajadoras de oficinas gubernamentales y activistas salió a las calles de Kabul esta semana para pedir al movimiento talibán roles en la nueva Administración y mantener sus empleos en oficinas estatales, después de que a algunas se les negara el paso.

En uno de los vídeos colgados en las redes sociales, una mujer afirmaba que si los talibanes no han cambiado en los últimos veinte años, ellas sí, y lucharán por sus derechos.

"Los talibanes eran y son un grupo insurgente. Han traído a decenas de hombres armados. No están organizados y la gente les teme. No saben cómo administrar un gobierno. Afganistán ha cambiado desde el 96. Este grupo hará sufrir a la gente, ya ha empezado a hacerlo", aseguraba en Twitter la activista Samira Hamidi.

Y así, destacaba Hamidi, en la "primera semana de los talibanes 35 millones de personas están sufriendo": los bancos permanecen cerrados, el precio de los alimentos se ha duplicado, no se sabe nada de la ayuda humanitaria a los desplazados internos, la gente no puede adquirir tarjetas telefónicas, internet es muy lento o no hay, y las oficinas gubernamentales están cerradas.

En cuanto a los niños, UNICEF ha alertado de la gravedad de la situación. Según la organización, unos diez millones de menores necesitarán asistencia humanitaria y ha ratificado su compromiso de permanecer en el país pase lo que pase.

"Esta es la triste realidad a la que se enfrentan los niños afganos y sigue siéndolo independientemente de los acontecimientos políticos en curso y los cambios de Gobierno"

"Se estima que un millón de niños sufrirán desnutrición aguda grave en el transcurso de este año y podrían morir sin tratamiento", alertó la organización en un comunicado en el que también indicó que unos "4,2 millones de niños no van a la escuela, incluidas más de 2,2 millones de niñas".

Desde principios de año, "más de 2.000 violaciones graves de los derechos del niño", y aproximadamente 435.000 niños y mujeres han tenido que desplazarse a otras zonas de Afganistán para huir de la violencia y otros problemas, según UNICEF.

"Esta es la triste realidad a la que se enfrentan los niños afganos y sigue siéndolo independientemente de los acontecimientos políticos en curso y los cambios de Gobierno", apuntó la organización, que agregó que la situación se podría agravar en los próximos meses ante las devastadoras consecuencias económicas del covid-19, y los problemas de sequía que presenta el país.

Por este motivo, "UNICEF permanecerá sobre el terreno ahora y en los días venideros", ya que "millones seguirán necesitando servicios esenciales, como salud, campañas de vacunación contra la poliomielitis y el sarampión, nutrición, protección, refugio, agua y saneamiento".

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