El apellido Kirchner se la juega en Santa Cruz
Buenos Aires/(EFE).- En Santa Cruz, la provincia patagónica argentina que es cuna del kirchnerismo y el "lugar en el mundo" de la presidenta Cristina Fernández, se juega el futuro del apellido Kirchner en la política nacional en las elecciones del próximo día 25.
En un contexto de conflicto social y político en la provincia, Alicia Kirchner, hermana del expresidente Néstor Kirchner y actual ministra de Desarrollo Social, aspira a gobernar Santa Cruz, mientras Máximo, hijo del fallecido exmandatario y de Cristina Fernández, encabeza la lista a diputados.
Con apenas 221.000 votantes, Santa Cruz tiene un peso marginal en el padrón de Argentina (0,7%), pero una derrota en la provincia que alumbró al kirchnerismo -que elige gobernador coincidiendo con las elecciones generales- tendría un alto impacto simbólico para el futuro del movimiento político.
Es además en Santa Cruz donde los Kirchner tienen el grueso de sus negocios y enfrentan una investigación por presuntos delitos administrativos.
Pero, incluso con el peso de su apellido en la provincia, los Kirchner no lo tendrán fácil para acceder al gobierno en medio de la división del peronismo por el enfrentamiento de Fernández con el actual gobernador, Daniel Peralta, antiguo aliado y hoy uno de sus adversarios políticos.
Es en esta localidad donde los Kirchner tienen el grueso de sus negocios y enfrentan una investigación por presuntos delitos administrativos
Lejana, despoblada, inmensa, Santa Cruz cobró relevancia en 2003, cuando Néstor Kirchner, su gobernador durante once años y medio, llegó a la presidencia argentina.
Desde la Casa Rosada, Kirchner, benefició a su provincia, de apenas 320.000 habitantes, con millonarias obras públicas y el incentivo de actividades como hidrocarburos y turismo, dos de sus principales fuentes de ingresos.
Pero la situación económica y social en la provincia -donde el 48% de la población es empleado público, según datos de la prensa local- se deterioró a partir de 2011 debido al distanciamiento de la presidenta con Peralta, en el gobierno local desde diciembre de 2007.
La "calma social" estaba alimentada por los fondos nacionales, pero el conflicto con Fernández se tradujo en un "corte abrupto de recursos que derivó en un aumento de la conflictividad", apuntó a Efe el analista Jorge Arias, de la consultora Polilat.
La crisis impactó con fuerza en su capital, Río Gallegos -unos 2.500 kilómetros al sur de Buenos Aires-, donde Cristina Fernández ha fijado su domicilio, está enterrado Néstor Kirchner -en un monumental panteón financiado por un empresario próximo al poder- y donde opera hijo Máximo para administrar los negocios familiares, con activos inmobiliarios y turísticos.
En julio pasado, el alcalde kirchnerista de Río Gallegos, Raúl Cantín, dimitió tras 119 días de huelga de los funcionarios municipales que sumió la ciudad en el caos. En este contexto de conflicto, el kirchnerismo apuesta fuerte en una convocatoria con final abierto.
Alicia Kirchner tuvo que conformarse con el segundo puesto (23,9%) en las primarias de agosto frente al radical Eduardo Costa, que acaparó el 44,45% de los votos. Tercero, con 21,4%, quedó Peralta, que busca un tercer mandato en una de las tres provincias argentinas que permite la reelección indefinida.
Desde la Casa Rosada, Kirchner, benefició a su provincia, de apenas 320.000 habitantes, con millonarias obras públicas
La encarnizada disputa interna entre Peralta y el kirchnerismo no ha minado, sin embargo, una estrategia común para evitar que Costa gane la Gobernación, en manos del peronismo desde el retorno de la democracia, en 1983.
Alicia Kirchner y Peralta sumarán votos el día 25 en virtud de la denominada "ley de lemas", por la que el candidato más votado absorbe los sufragios de otro de su mismo espacio político.
La oposición ha cuestionado la constitucionalidad de la norma, cuya validez fue confirmada por un tribunal santacruceño que, tras las primarias, dio aire a las aspiraciones peronistas para retener la provincia.
"Hay un escenario abierto", apuntó a Efe Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico Político, que consideró que "con el apellido no alcanza" para ganar los comicios, aunque "el kirchnerismo no está derrotado".
En vísperas de las elecciones, Cristina Fernández ha arropado a Alicia Kirchner, su cuñada, y a su hijo, con varias visitas a Santa Cruz. La presidenta ha confesado que la santacruceña villa de El Calafate, donde murió Kirchner en octubre de 2010, es su "lugar en el mundo" y no es descartable que, cuando deje la Casa Rosada, el 10 de diciembre, se traslade al sur.
Allí, además de su residencia familiar, los Kirchner administran varios hoteles, entre ellos el "Alto Calafate", investigado en un operativo por lavado de dinero, un lujoso complejo que se anuncia como un "refugio de paz, calidez y confort".