El alcalde de Chicago, molesto por la infidencia sobre su viaje turístico a Cuba
La Habana/Los planes del alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, de pasar las vacaciones navideñas en Cuba con su familia están en peligro desde que se han hecho públicos, puesto que el embargo prohíbe a los estadounidenses hacer viajes turísticos a la Isla.
"Gracias por decir a todo el mundo lo que haré con mi familia", dijo en tono molesto el político a Mike Allen, el periodista estadounidense que le acababa de preguntar sobre este viaje en una entrevista televisiva en directo. "Se lo comenté en una conversación privada y usted decidió hacerlo público", le reprochó el antiguo jefe de gabinete del presidente Barack Obama. "Este año llevaremos nuestros hijos a Cuba, para ser expuestos a la cultura de allí, de la misma manera que han estado a la India y también en Uganda, Kenia, Zambia, Chile y Vietnam y Laos", explicó.
Desde enero pasado, a raíz de la flexibilización del embargo hacia la Isla, ya no se necesita un permiso especial del Gobierno para ir a Cuba. Sin embargo, el motivo del viaje tiene que entrar en una de las doce categorías previstas en el actual reglamento: visitas familiares, viajes oficiales gubernamentales, misiones de organizaciones humanitarias, intercambios profesionales, educativos, religiosos, culturales o deportivos, así como para coberturas periodísticas.
Estas limitaciones no han sido óbice para el incremento de los viajes, ya que, entre enero y julio de este año, 88.996 estadounidenses visitaron Cuba, un 54% más que en el mismo periodo de 2014.
El viaje del alcalde de Chicago y de su familia podría entrar en la categoría people-to-people (de pueblo a pueblo), una fórmula creada para esquivar el embargo y que incluye visitas a proyectos comunitarios o a pequeñas empresas. Con el inconveniente de que sólo se puede realizar este tipo de visitas en grupo y con el apoyo logístico de una agencia aprobada por el Departamento del Tesoro de EE UU.