El ex presidente colombiano Álvaro Uribe, condenado por dos delitos, pagará una pena de cárcel por definir
Colombia
Petro acusa de intromisión a Marco Rubio, que salió en defensa del ex mandatario
El ex presidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) fue condenado este lunes en primera instancia por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal y absuelto del de soborno simple en el considerado 'juicio del siglo' en Colombia y se enfrenta a una posible pena de entre cuatro y ocho años de cárcel.
"Obliga a esta instancia a anunciar en contra del señor Álvaro Uribe Vélez un sentido del fallo de carácter condenatorio por las conductas punibles de soborno en actuación penal, en concurso homogéneo en tres oportunidades y en concurso heterogéneo en relación con el fraude procesal", dijo la jueza 44 del Circuito Penal de Bogotá, Sandra Heredia, al leer el fallo contra el ex presidente, de 73 años.
La jueza agregó: "Cuando un acusado en contra de quien se anuncia un fallo de condena que conlleva la imposición de una pena privativa de la libertad cuya ejecución no tiene que ser suspendida, los jueces deben cumplir la regla general consistente en disponer su captura inmediata".
Heredia señaló que aunque el abogado Diego Cadena, que también está enjuiciado, aparece en el material probatorio presentado por la Fiscalía como la persona que supuestamente manipuló testigos para que cambiaran su testimonio a favor de Uribe en una demanda que lo enfrentó con el senador de izquierdas Iván Cepeda, el ex presidente fue el "determinador" de tales conductas.
"Diego Javier Cadena Ramírez (...) se dedicó a encadenar personas, acciones y delitos, forjando un entramado delictivo en donde cada eslabón tenía un propósito asignado"
"Diego Javier Cadena Ramírez (...) se dedicó a encadenar personas, acciones y delitos, forjando un entramado delictivo en donde cada eslabón tenía un propósito asignado. Eso sí, con una consigna inquebrantable, resguardar la identidad del verdadero instigador. Movidos no solo por el miedo, sino por una lealtad devocional que los llevó a proteger al cerebro del plan criminal, incluso a costa de su propia responsabilidad penal", dijo la jueza.
Este proceso comenzó en 2012 cuando Uribe demandó ante la Corte Suprema por supuesta manipulación de testigos a Cepeda, que en esa época preparaba una denuncia en el Senado en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo. Sin embargo, el magistrado José Luis Barceló, que estudió el caso, no abrió investigación contra el congresista sino que le inició un proceso al ex presidente por presunta manipulación de testigos para que no declararan en su contra.
En la lectura del fallo, que se prolongó por más de diez horas, Heredia validó casi todas las pruebas aportadas por la acusación, entre ellas las interceptaciones al celular del ex mandatario y las grabaciones con un reloj espía, que su defensa había pedido que fueran rechazadas por ilegales.
En las conversaciones interceptadas al teléfono celular de Uribe, el ex mandatario habla con Cadena, acusado de intentar sobornar en cárceles al ex paramilitar Juan Guillermo Monsalve y otros supuestos testigos, para favorecer al ex presidente contra Cepeda.
La jueza definió a Uribe como "el hombre más poderoso del país", mientras que de Cadena dijo que "era un abogado en ascenso, con grandes aspiraciones profesionales" y con "carencias intelectuales" que vio en el acercamiento al ex presidente "la expectativa de tener la oportunidad de escalar a una posición de poder y prestigio profesional".
"De entrada se generó un vínculo de asimetría, marcada por una clara desigualdad jerárquica, en la que el subordinado debía acatar sin objeción las directrices de su superior, haciéndolo presa fácil de cumplir sin importar las consecuencias que los designios del aquí procesado podrían generar", manifestó la togada.
Con respecto a la lectura de la sentencia contra Uribe, que fue fijada para el próximo viernes 1 de agosto, la jueza dijo que la ley prevé para los delitos por los que fue condenado "un monto superior a cuatro años e inferior a ocho". Sin embargo, aclaró que el acusado, "indistintamente de la pena que se impondrá, se hace merecedor de la prisión domiciliaria como sustitutiva de la pena de prisión".
El acusado, "indistintamente de la pena que se impondrá, se hace merecedor de la prisión domiciliaria como sustitutiva de la pena de prisión"
Al comentar el fallo, la fiscal del caso, Marlenne Orjuela, pidió una pena mayor, de 108 meses de prisión (nueve años) y una multa de 1.025 salarios mínimos legales vigentes, que equivalen a 1.458 millones de pesos colombianos (unos 349.000 dólares).
Contra la condena de hoy cabe el recurso de apelación, que la defensa debe presentar en un plazo máximo de cinco días, contados a partir de la lectura de la sentencia, ante el Tribunal Superior de Bogotá.
La figura de Uribe no deja indiferente a nadie en Colombia, donde sus seguidores y opositores lo defienden o atacan con el mismo ardor, lo que se constató en las últimas semanas con la inminencia del fallo. Las pasiones que despierta el que fuera presidente de Colombia entre 2002 y 2010 son un reflejo de su vida, en la que ha combinado bucólicas jornadas en sus haciendas con la intensa actividad en los pasillos del poder.
De carácter recio, practicante de yoga y aficionado a los caballos y a la vida tranquila en el campo, Uribe se refugió en su haciendas en los departamentos de Antioquia y Córdoba después de dejar la Presidencia con una popularidad del 75% pero sin despegar su mirada de los acontecimientos nacionales ni de los pasos de sus sucesores Juan Manuel Santos (2010-2018), Iván Duque (2018-2022) y Gustavo Petro, desde 2022.
Nacido el 4 de julio de 1952 en Medellín, capital de Antioquia, una tierra de "arrieros invencibles", según dijo el domingo, Uribe es un defensor de la empresa privada, la inversión extranjera y la lucha sin cuartel contra los grupos guerrilleros y narcotraficantes, plasmada en la política de "seguridad democrática" de su Gobierno, que le dio tantos éxitos como problemas con la Justicia hasta hoy.
Adicto al trabajo, de memoria prodigiosa y con una oratoria propia de los caudillos, Uribe resumió su programa de Gobierno en el lema 'mano firme, corazón grande', con el que se ganó el apoyo del empresariado y de las Fuerzas Armadas, pilares de su Gobierno.
Abogado de profesión, Uribe se hizo políticamente en el Partido Liberal, del que luego se separó, y en su dilatada carrera ocupó los cargos de director de la Aeronáutica Civil, senador, alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia, antes de llegar a la Presidencia en 2002.
La determinación de combatir a las Farc fue su obsesión tras el asesinato de su padre, el ganadero Alberto Uribe Sierra, a manos de esa guerrilla en 1983, y ese fue el norte de su Gobierno. Así, obtuvo resultados nunca antes logrados por un Gobierno contra las Farc que hicieron subir su popularidad y le abrieron el camino a la reelección en 2006.
De esta forma se convirtió en un alfil contra las ideologías de izquierda a las que asoció con el llamado "castrochavismo", el cual aún combate en sus discursos y al que atribuye el proceso por el que hoy fue condenado por la Justicia.
Desde los años 80, cuando dirigió la Aerocivil, surgieron las primeras denuncias en su contra por el supuesto otorgamiento de licencias de vuelo a personas relacionadas con el narcotráfico.
Posteriormente aparecieron otras de presuntos vínculos con los paramilitares en sus años como gobernador de Antioquia, incluida una que lo relaciona indirectamente con la masacre de El Aro
Posteriormente aparecieron otras de presuntos vínculos con los paramilitares en sus años como gobernador de Antioquia (1995-1997), incluida una que lo relaciona indirectamente con la masacre de El Aro, en la que fueron asesinados 17 campesinos en octubre de 1997. En 2009 salieron a la luz las interceptaciones telefónicas del antiguo Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) a magistrados, políticos y periodistas, lo que le trajo enfrentamientos con la Corte Suprema de Justicia.
Luego vino la denuncia de los "falsos positivos", como se conocen las ejecuciones de civiles a manos de militares que los presentaban luego como guerrilleros muertos en combate para obtener recompensas y permisos.
Esas denuncias comenzaron en su segundo mandato y tomaron fuerza en los últimos años con las investigaciones de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el tribunal creado por el acuerdo de paz firmado con las Farc en 2016 para juzgar crímenes cometidos durante el conflicto armado.
Según una investigación divulgada por la JEP en febrero de 2021, "por lo menos 6.402 colombianas y colombianos fueron víctimas de muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate entre 2002 y 2008", periodo que coincide con seis de los ocho años de Presidencia de Uribe.
El ex presidente tiene abiertos numerosos procesos de todo tipo en la Justicia, pero fue a juicio por presunto fraude procesal y soborno, delitos considerados menos graves que otros que se le achacan a su gestión.
Tras dejar la Presidencia, Uribe se distanció de su delfín, Juan Manuel Santos, quien fuera su ministro de Defensa, molesto por su decisión de iniciar un proceso de paz con las Farc, lo que lo llevó a fundar en 2014 un nuevo partido, el Centro Democrático, por el que fue elegido senador en 2014 y 2018.
Tras dejar la Presidencia, Uribe se distanció de su delfín, Juan Manuel Santos, quien fuera su ministro de Defensa, molesto por su decisión de iniciar un proceso de paz con las Farc
Pese a que en 2020 renunció a su escaño, Uribe ha permanecido vigilante en la política nacional y su influencia es tal que, a la hora de escoger candidatos presidenciales, la derecha siempre considera la opción de "el que diga Uribe".
Una señal de que no está dispuesto a retirarse la dio ayer cuando, en un discurso en Medellín, aseguró que en Colombia existe una "naciente dictadura" que hay que combatir "con las ideas", pensado ya en las elecciones de 2026.
La inédita condena contra Uribe fue acatada por los abogados del senador Cepeda y provocó una ola de reacciones tanto de respaldo a la decisión de la jueza como de apoyo a Uribe. "Simpatizantes o no del expresidente Uribe deben respetar esa justicia. Lo demás es bestialidad. Y Colombia debe ser sabia", escribió en su cuenta de X el presidente colombiano, Gustavo Petro, situado en las antípodas políticas del ex mandatario.
El Centro Democrático, partido de Uribe, recibió con "tristeza y dolor" el fallo condenatorio, subrayó en un comunicado la "convicción sobre la inocencia del expresidente" y señaló: "Respetamos las decisiones de los jueces en un Estado de Derecho".
"Álvaro Uribe Vélez no está solo. Somos millones los colombianos que hemos visto probada su inocencia a lo largo de todo este proceso lleno de irregularidades y de infamias", escribió por su parte en X el ex presidente Iván Duque (2018-2022), cuyo mentor político fue Uribe.
Por su parte, el ex presidente conservador Andrés Pastrana (1998-2002) dijo que "los argumentos expuestos por la señora jueza son discutibles, pero hay que respetarlos, porque en esta hora de incertidumbre y de crisis, la única alternativa sensata y seria que tiene la democracia colombiana es defender la estabilidad de sus instituciones".
La condena provocó también reacciones de apoyo a Uribe del secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, y de varios congresistas republicanos. "El único 'delito' del expresidente colombiano Uribe ha sido luchar incansablemente y defender su patria", afirmó Rubio en un mensaje en X donde consideró "preocupante" la politización de la Justicia colombiana.
“Una intromisión en asuntos judiciales de otro país, es una intromisión a la soberanía nacional”
El presidente colombiano, Gustavo Petro, lo acusó de vulnerar la soberanía del país. “Una intromisión en asuntos judiciales de otro país, es una intromisión a la soberanía nacional”, escribió Petro en X, donde afirmó que “el mundo debe respetar los jueces de Colombia” porque “muchos han caído asesinados por ayudar al mundo”.
En el mismo sentido se expresó la ministra encargada de Relaciones Exteriores colombiana, Yolanda Villavicencio Mapy, quien se encuentra en Nueva York para participar en la Conferencia Internacional de Alto Nivel de la ONU sobre 'La solución pacífica de la cuestión de Palestina y la aplicación de la solución de dos Estados'.
“Rechazamos las declaraciones de Marco Rubio sobre la condena de Álvaro Uribe. Su intromisión en asuntos judiciales colombianos vulnera nuestra soberanía y desconoce la independencia de la justicia”, aseguró Villavicencio en sus redes sociales.