La Interpol desmanteló en Colombia dos redes de tráfico ilícito de cubanos y haitianos
En Necoclí permanecen varados unos 10.000 migrantes, la mayoría haitianos, cubanos, asiáticos y africanos
La Habana/La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) desmanteló dos redes en Colombia que se dedicaban al tráfico ilícito de cubanos y haitianos que intentan llegar a Estados Unidos. Según informó la Interpol en un comunicado publicado este martes, fueron arrestadas 22 personas en los operativos.
La Policía dijo además que una de las organizaciones se centraba en trasladar de Ecuador a Colombia a los migrantes, una ruta obligada para los que se encuentran en el primer país y pretenden seguir rumbo a EE UU por tierra cruzando la temida selva del Darién.
En el propio Ecuador, la Interpol detuvo a otros ocho sospechosos que se dedicaban a traficar migrantes a la nación estadounidense "utilizando una agencia de viajes legítima como fachada para reservar vuelos a México".
Los operativos policiales en América Latina formaron parte de una acción internacional que la Interpol desarrolló en 47 países, entre el 5 al 9 de julio pasados, donde resultaron arrestados 286 sospechosos bajo los delitos de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes.
Mientras tanto, el tránsito irregular de los migrantes continúa por Sudamérica. En Necoclí, un pequeño municipio colombiano sobre el mar Caribe, permanecen varadas unas 10.000 personas, según informaron las autoridades locales al diario El País. Aunque hay migrantes asiáticos, africanos y cubanos, la inmensa mayoría son haitianos, precisó la Alcaldía.
Durante este año han transitado por esa zona del noreste colombiano unas 33.000 personas provenientes de Haití, Cuba, Chile, Senegal y Ghana, entre otros países
La Defensoría del Pueblo de Colombia indicó que ha habido un retraso en las salidas de las lanchas de Necoclí hasta Capurganá, último punto antes de que los migrantes se aventuren a atravesar la selvática frontera con Panamá, debido a factores climáticos.
Durante este año han transitado por esa zona del noreste colombiano unas 33.000 personas provenientes de Haití, Cuba, Chile, Senegal y Ghana, entre otros países, según las cifras que divulgó la Defensoría del Pueblo.
Las autoridades colombianas han alertado que los migrantes que se aventuran a pasar por allí son presa de los coyotes, que cobran altas sumas por llevar por la selva y muchas veces los viajeros perecen en esa travesía.
Hasta 2016, la mayoría de quienes pasaban de Colombia a Panamá eran de Asia o África, pero entre ese año y 2020 aumentó el número de cubanos y disminuyó el de asiáticos. Desde 2018 predominan los haitianos, que viajan en familias completas.
Precisamente, la Administración Biden a mediados de julio pidió a cubanos y haitianos que no arriesguen sus vidas tratando de entrar en EE UU de forma irregular desde el mar. La solicitud del Gobierno se produjo por las crisis que enfrentan los dos países tras el asesinato del mandatario haitiano Jovenel Moïse y las masivas protestas en la Isla el 11 de julio.
El secretario estadounidense de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, afirmó que se seguirá interceptando a los migrantes que intentan ingresar al país "de forma irregular", y recalcó que las operaciones en el estrecho de Florida y en el Mar Caribe "permanecen sin cambios".
Los nacionales de la Isla han sido presas constantes de organizaciones criminales. A inicios del año pasado, George Ferrer Sánchez, de 46 años, fue condenado a nueve años de prisión en Miami por liderar una red que traficaba cubanos a Estados Unidos.
La organización además extorsionaba a los familiares de los migrantes en Florida para que pagaran a cambio de "liberarlos". Los hechos ocurrieron entre 2009 y 2015, de acuerdo con el expediente judicial.
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