Musk se despide del Gobierno entre halagos de Trump y dice que seguirá asesorando al presidente

EE UU

Un día antes, el magnate había criticado el gran plan fiscal de Trump que, a su juicio, aumentará el déficit público

Musk explicó a la prensa que su contrato temporal de 130 días ya expiró.
Musk explicó a la prensa que su contrato temporal de 130 días ya expiró. / EFE
EFE

31 de mayo 2025 - 07:25

Washington/Elon Musk se despidió este viernes de su cargo en el Gobierno estadounidense en un acto celebrado en la Casa Blanca en el que el presidente Donald Trump lo cubrió de halagos por su labor y el magnate tecnológico dijo que seguirá asesorando al mandatario, eludiendo sus recientes críticas. "Seguiré visitándolo y seré amigo y asesor del presidente. Espero con ansias volver a estar en esta increíble sala", declaró Musk en el Despacho Oval, donde vistió gorra, americana y camiseta negra.

El hombre más rico del mundo explicó que deja el Gobierno porque expira su contrato temporal de 130 días, pero subrayó que "este no es el final de Doge", siglas del controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental que él creó y que ha dirigido para recortar los gastos de la Administración federal. "El equipo de Doge se fortalecerá con el tiempo. La influencia de Doge seguirá creciendo. Es como una especie de budismo. Es como una forma de vida", declaró el también consejero delegado de SpaceX y Tesla, y dueño de la red social X.

Musk anunció el jueves su salida definitiva del Gobierno un día después de haber expresado críticas contra el gran plan fiscal de Trump que, a su juicio, aumentará el déficit público y pondrá en peligro los resultados del Doge. "Elon realmente no se va. Va a estar yendo y viniendo. Tengo la sensación de que (Doge) es su bebé y creo que va a hacer muchas cosas", dijo por su parte el propio Trump, que quiso insistir en que "el servicio de Elon a Estados Unidos ha sido incomparable en la historia moderna".

El neoyorquino definió al empresario de origen sudafricano como "uno de los líderes empresariales e innovadores más grandes que el mundo haya dado" y dijo que "ha trabajado incansablemente, ayudando a liderar el programa de reforma gubernamental más radical y trascendental en generaciones". Trump regaló a Musk una llave "en nombre del pueblo estadounidense" para agradecerle su labor e insistió en que "bajo la guía de Elon, (los representantes de Doge) están ayudando a detectar fraudes, reducir el despilfarro y modernizar sistemas defectuosos y obsoletos".

Con Musk al frente, el Departamento ha planeado importantes recortes en varias carteras del Gobierno

Con Musk al frente, el Departamento ha planeado importantes recortes en varias carteras del Gobierno que han quedado reflejadas en los planes presupuestarios de Trump y ha implementado cierres en varias agencias y entidades, que según la web del organismo, han ahorrado hasta el momento 175.000 millones del presupuesto federal.

Durante el acto, Musk fue preguntado por la información publicada por el diario The New York Times, que asegura que durante la campaña electoral del año pasado, en la que Musk respaldó activamente a Trump, el hombre más rico del mundo habría consumido drogas de manera "mucho más intensa de lo que se sabía". De acuerdo con fuentes anónimas citadas por el periódico, el consumo de estupefacientes por parte de Musk "iba mucho más allá de lo ocasional". Entre las sustancias mencionadas figuran éxtasis, hongos psicodélicos, estimulantes como Adderall y una cantidad de ketamina tan elevada que incluso habría comenzado a afectar su vejiga.

"¿Es la misma publicación que ganó un Premio Pulitzer por información falsa sobre el Rusiagate? ¿Es la misma organización? ¡Creo que sí!", respondió Musk, que de inmediato dio paso a otro reportero para que le hiciera una nueva pregunta. El multimillonario también realizó un par de bromas durante la conferencia. Al ser preguntado por un golpe junto al ojo, Musk aseguró que fue culpa de un puñetazo de su hijo X, de cinco años.

"Estaba bromeando con el pequeño X, le dije: 'Anda, dame un puñetazo en la cara', y lo hizo", explicó el magnate tecnológico, que negó que la magulladura tuviera nada que ver con Francia, en referencia al incidente que protagonizaron esta semana el presidente francés, Emmanuel Macron, y su mujer, Brigitte, que fue captada por las cámaras propinando un manotazo en la cara al mandatario galo.

Musk fue una de las figuras más comentadas desde el día de la investidura de Trump. Durante la ceremonia, el 20 de enero, al finalizar un discurso en el que habló sobre la futura llegada del hombre a Marte levantó el brazo hacia el cielo en un gesto que muchos compararon con el saludo nazi. El empresario, simpatizante del partido de extrema derecha alemán Alternativa para Alemania (AfD), negó tajantemente esas acusaciones y explicó que se trató de "un gesto extraño en un momento de entusiasmo, no un saludo nazi".

Aunque Musk se marcó como objetivo lograr un ahorro de un billón de dólares, luego rebajó la meta a 150.000 millones. Al frente del Doge, impulsó el cierre de agencias federales y estableció un sistema de evaluación semanal: exigía a los empleados públicos enviar un correo electrónico detallando sus logros de la semana para justificar su permanencia. La medida generó controversia desde el inicio. Varios departamentos recomendaron a sus trabajadores ignorar los correos o responderlos de forma voluntaria y de la forma más general posible para proteger datos confidenciales.

En marzo, Trump y Musk convirtieron el Pórtico Sur de la Casa Blanca en una exhibición de coches Tesla, de los que se mostraron cinco modelos como parte de una estrategia publicitaria para mejorar la imagen del empresario, cuestionado por su rol en el Doge. Durante el evento, Trump golpeó con los nudillos la carrocería de un Cybertruck cuando Musk aseguró que era "a prueba de balas" y la escena culminó con el presidente subido a un Model S rojo, que dijo haber comprado.

En marzo, Trump y Musk convirtieron el Pórtico Sur de la Casa Blanca en una exhibición de coches Tesla, de los que se mostraron cinco modelos

Musk, que con frecuencia alerta sobre el declive demográfico en los países occidentales, sorprendió en varias ocasiones al asistir a actos oficiales acompañado de su hijo X Æ A-12, de cinco años. Para algunos críticos, la presencia del menor era un intento calculado de humanizar su imagen pública. Uno de los momentos más virales ocurrió durante una rueda de prensa en el Despacho Oval, cuando el niño se dirigió en voz baja a Trump y pareció pedirle que se callara.

Otro aspecto muy comentado fue la vestimenta de Musk durante su etapa como funcionario, dado que, en contraste con el protocolo habitual, solía asistir a reuniones y actos oficiales con camisetas negras y gorras con mensajes como Make America Great Again, el lema de Trump. El magnate tenía permiso para vestirse así, a diferencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien fue muy criticado por el trumpismo por acudir al Despacho Oval sin traje ni corbata.

Horas antes de anunciar su salida del Gobierno, Musk expresó su frustración ante el ambicioso plan fiscal bautizado por Trump como "gran y bello proyecto de ley", con el que dijo estar "decepcionado" porque aumenta el déficit público y eleva el gasto, algo que "socava", según dijo, su labor al frente del Doge para reducir el despilfarro.

"Un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas", dijo al canal CBS en una inusual crítica al presidente. Antes, Musk había cargado contra la política arancelaria del republicano, pidó una exención de gravámenes para la Unión Europea y llegó a llamar "idiota" a uno de los asesores económicos de Trump.

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