El retorno de varios líderes clave a Bolivia evidencia el giro regional que inaugura Rodrigo Paz
Bolivia
Jeanine Áñez fue liberada tras cuatro años y ocho meses de cárcel por la crisis de 2019
La Paz/La presencia de líderes que se habían mantenido distantes de Bolivia durante los casi 20 años de Gobiernos del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS) marca el giro que comienza este sábado con la investidura del centrista Rodrigo Paz, cuyo acercamiento a países como EE UU proyecta una recomposición diplomática de alto nivel.
El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, destacó el inicio de un nuevo ciclo con Bolivia tras llegar este viernes para la investidura de Paz y afirmar que es el viaje “más emotivo” de su carrera. Está previsto que se reúna con el presidente electo “para dialogar sobre el nuevo comienzo de las relaciones bilaterales”.
Paz viajó la semana pasada a Washington para reunirse con el secretario de Estado, Marco Rubio, y con organismos multilaterales en busca de asegurar la provisión de combustibles y la disponibilidad de dólares para enfrentar la crisis económica.
El mandatario electo ha reiterado su voluntad de restablecer plenamente las relaciones con Estados Unidos, reducidas desde 2008 al rango de encargados de Negocios después de que el entonces presidente Evo Morales (2006-2019) expulsara al embajador Philip Goldberg.
Bolivia y Chile no tienen embajadores desde 1978 debido a la demanda boliviana de salida al mar
Uno de los arribos más significativos será el del presidente de Chile, Gabriel Boric. La distancia entre ambos países no obedece a diferencias ideológicas, sino a una relación históricamente tensa: Bolivia y Chile no tienen embajadores desde 1978 debido a la demanda boliviana de salida al mar, por lo que su presencia marca un punto de inflexión.
A la investidura también asistirá el presidente de Argentina, Javier Milei, uno de los primeros en felicitar a Paz tras su victoria y quien aseguró que “Bolivia va a ingresar nuevamente al mundo libre”. Milei, muy cercano al presidente de EE UU, Donald Trump, mantuvo una relación distante con Bolivia, por sus diferencias ideológicas con el Gobierno de Luis Arce y por sus críticas al ex presidente Evo Morales, con cuyo país comparte 742 km de frontera. Paz, por su parte, correspondió el gesto de Milei al felicitarlo por el triunfo de su partido en las recientes elecciones legislativas y proponer “fortalecer” la relación bilateral.
La llegada del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también augura un cambio para las relaciones, pues la tendencia conservadora del ecuatoriano lo mantuvieron al margen de cualquier tipo de acercamiento con Bolivia. Noboa felicitó a Paz por salir vencedor de las elecciones y retiró “su compromiso” de seguir trabajando junto a Bolivia “para fortalecer lazos de cooperación, integración y amistad”.
A la ceremonia también asistirán los presidentes de Uruguay, Yamandú Orsi, y de Paraguay, Santiago Peña, la vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, la española Teresa Ribera, y la presidenta del Congreso de España, Francina Armengol, junto con altas autoridades de China, Brasil, Perú, Panamá, Costa Rica y El Salvador.
“Jamás voy a arrepentirme de haber servido a mi patria cuando mi patria lo necesitó"
Los líderes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que por muchos años fueron los principales aliados de Morales y Arce no figuran en la lista de invitados después de tantos años.
La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez (2019-2020) salió este jueves de la cárcel, donde estuvo presa cuatro años y ocho meses por acusaciones vinculadas a la crisis de 2019, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anulara la condena de diez años en su contra y ordenara su libertad.
La ex mandataria transitoria salió por la puerta principal del Centro de Orientación Femenina de Miraflores en la ciudad de La Paz, con una bandera de Bolivia en la mano y acompañada por sus hijos Carolina y José Armando Ribera.
En sus primeras declaraciones tras salir de la cárcel, Áñez ratificó que en 2019 “en este país jamás hubo un golpe de Estado, lo que hubo fue un fraude electoral” que llevó a los bolivianos a “reclamar” que el voto en las elecciones generales de ese año “se respetara”.
“Jamás voy a arrepentirme de haber servido a mi patria cuando mi patria lo necesitó. Ese es el compromiso que todo boliviano que ama a su patria tiene que hacer y yo lo asumí aun sabiendo que en algún momento iba a tener un costo”, sostuvo la ex gobernante.
El TSJ informó en la víspera sobre la anulación de la condena de Áñez, su “absolución” y la orden de su “inmediata libertad” por el llamado caso golpe de Estado II, por el que recibió una condena a 10 años de cárcel en 2022, acusada de situarse ilegalmente en la línea de sucesión en 2019.
En agosto pasado, el TSJ ordenó revisar los plazos de las detenciones preventivas en todos los procesos contra Áñez y otros dos líderes regionales opositores al MAS, lo que derivó en la liberación de estos políticos.