Poco roce y visiones opuestas de país en el primer debate entre candidatos chilenos

Las elecciones presidenciales se celebrarán el próximo 19 de noviembre

El debate, organizado por la Asociación Nacional de Prensa, fue el primero al que acudieron todos los aspirantes a llegar al Palacio de La Moneda. (@HernanLarrainF)
El debate, organizado por la Asociación Nacional de Prensa, fue el primero al que acudieron todos los aspirantes a llegar al Palacio de La Moneda. (@HernanLarrainF)

29 de septiembre 2017 - 09:49

Santiago de Chile/(EFE). - Los ocho candidatos a la presidencia de Chile protagonizaron este jueves un debate con poco roce en el que primó la exposición de ideas generales, con visiones de país claramente opuestas en temas como la economía, la Constitución, los derechos humanos y el conflicto mapuche.

El debate, organizado por la Asociación Nacional de Prensa (ANP), es el primero al que acuden todos los aspirantes a llegar al Palacio de La Moneda en los comicios del 19 de noviembre.

La cita se celebró en la sede del Congreso, en Valparaíso, y tuvo la participación del expresidente y candidato conservador, Sebastián Piñera; el senador Alejandro Guillier, aspirante de buena parte del oficialismo de centroizquierda, y la periodista Beatriz Sánchez, del izquierdista Frente Amplio.

También debatieron la senadora Carolina Goic, abanderada de la Democracia Cristiana (DC); el candidato del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami; el ultraconservador José Antonio Kast; el senador Alejandro Navarro, un exsocialista cercano al movimiento bolivariano, y Eduardo Artés, candidato de la ultraizquierdista Unión Patriótica (UPA).

Enríquez-Ominami fue algo más punzante que el resto, especialmente con el conservador Piñera, a quien recriminó tener el apoyo de sectores que apoyaron la dictadura de Augusto Pinochet

El debate, el primero de tres previstos antes de la votación, tuvo poca interacción entre los candidatos, debido en parte al formato de pregunta-respuesta, que dejaba poco espacio a las interpelaciones directas.

Enríquez-Ominami, que se presenta por tercera vez a unas elecciones presidenciales, fue algo más punzante que el resto, especialmente con el conservador Piñera, a quien recriminó tener el apoyo de sectores que apoyaron la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Piñera, que gobernó entre 2010 y 2014 y es el favorito para regresar al Palacio de La Moneda en los próximos comicios, comenzó el debate respondiendo a uno de los periodistas a cargo de las preguntas sobre la investigación de la Fiscalía de pagos irregulares a su campaña electoral de 2009 que reveló esta semana un diario.

El exmandatario dijo que ha recibido otras acusaciones de este tipo y las investigaciones han determinado finalmente su inocencia, por lo que está convencido de que con esta última polémica pasará lo mismo.

Según reveló el diario El Mercurio, el ministerio público indaga el presunto pago irregular de 4,9 millones de pesos (unos 7.800 dólares) por parte de la empresa minera Soquimich a la campaña del político conservador.

Piñera se comprometió a "poner en marcha" la economía chilena con la creación de empleos y el alza de los salarios, y a dar "más oportunidades" a la clase media y los sectores de menores ingresos.

Piñera comenzó el debate respondiendo a uno de los periodistas a cargo de las preguntas sobre la investigación de la Fiscalía de pagos irregulares a su campaña electoral de 2009

Beatriz Sánchez, que ha tenido un rápido ascenso en las encuestas y aspira a pasar a la segunda vuelta, que se celebraría el 17 de diciembre, ofreció un "cambio de mirada" para transformar la matriz productiva de Chile y dotar de valor agregado la exportación de cobre, el principal pilar de su economía.

También propuso mejorar los sistemas de pensión y salud elaborando una "red de seguridad social" para que esos servicios no dependan de los ingresos de cada persona, sino que se suscriba un "pacto social" basado en los aportes solidarios.

Por su parte, Alejandro Guillier, que tiene el respaldo de todos los partidos de la coalición oficialista Nueva Mayoría menos la Democracia Cristiana, afirmó que la democracia chilena es representativa pero "claramente insuficiente", y planteó una "democracia participativa".

Uno de los temas que generó más controversia fue el llamado conflicto mapuche en el sur del país, que pasa por un momento álgido con la huelga de hambre que llevan a cabo cuatro comuneros desde hace 114 días y la detención, el pasado fin de semana, de ocho indígenas por la presunta quema de iglesias y camiones.

Beatriz Sánchez fustigó la aplicación de la ley antiterrorista a los indígenas e instó a reforzar el diálogo político y no enclaustrar el tema en el ámbito policial y judicial. El izquierdista Eduardo Artés saludó a los mapuches en huelga de hambre y pidió que "se deje de provocar a la nación mapuche".

Uno de los temas que generó más controversia fue el llamado conflicto mapuche en el sur del país, que pasa por un momento álgido con la huelga de hambre que llevan a cabo cuatro comuneros desde hace 114 días

En el otro extremo, el ultraconservador José Antonio Kast lamentó que Sánchez "se quiera sentar con los terroristas y no con las víctimas", y descartó de plano negociar con los indígenas.

Kast, que defiende abiertamente el legado de Pinochet, justificó el golpe de Estado de 1973 y aseguró que el derrocado presidente Salvador Allende "destruyó este país", comentario que motivó la respuesta de Piñera.

"Fui opositor al gobierno de Allende y fue uno de los peores en la historia de Chile, pero no se requieren 17 años de gobierno militar para recuperar la democracia", manifestó Piñera.

La política exterior estuvo ausente en el debate y solamente hubo algunas menciones a Venezuela, especialmente de Alejandro Navarro, un férreo defensor del régimen del presidente Nicolás Maduro.

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