Un 'marielito' enfrenta la deportación de EE UU por una condena cumplida en los 80
Crisis Migratoria
Rolando Marino Cordero Rodríguez fue encarcelado por tener relaciones con una menor y quedó clasificado como "depredador sexual"
La Habana/El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvo el pasado 25 de octubre a Rolando Marino Cordero Rodríguez, de 76 años, que llegó a Estados Unidos durante el éxodo del Mariel –la estampida por mar de más de 125.000 cubanos en 1980– por estar clasificado como "depredador sexual". En 1985, según contó el periodista Javier Díaz, Cordero fue acusado por la madre de una menor de 17 años con quien mantuvo una relación. Por ello, cumplió condena y fue liberado, pero, pese a no volver a delinquir más, quedó registrado con esa etiqueta.
Díaz detalló que el cubano, que tiene una orden de deportación desde 1997, “fue operado del corazón y tiene otras enfermedades”.
La familia de Cordero pide a las autoridades estadounidenses que “le den una oportunidad” y no lo devuelvan a la Isla. En una entrevista concedida al periodista precisaron que el detenido “no tenía claro que no podía estar con una menor de edad” y que era considerado un delito.
“Luego de reconocer su error salió de la cárcel y nunca más volvió a cometer ningún ilícito”, reiteraron los familiares.
Díaz, quien ha seguido de cerca estos procesos, advierte que el caso de Cordero Rodríguez no es aislado. En los últimos meses, decenas de cubanos del Mariel –que llevan décadas residiendo en Estados Unidos– han sido detenidos o notificados por ICE debido a antecedentes penales antiguos.
Entre ellos se encuentra José Francisco García Rodríguez, de 73 años, otro marielito arrestado el 31 de marzo en una tienda Circle K. García Rodríguez, que también llegó en 1980, fue trasladado a un centro de procesamiento migratorio en Pine Prairie, Luisiana, donde permaneció detenido durante una semana.
Su hijastra, Christian Cooper Riggs, relató que el cubano temía ser deportado a Cuba, aunque no quedó claro si contaba con residencia legal.
Pese a que días después García fue liberado, el ICE mantiene en el limbo su futuro. “Falta mucho por resolver”, reconoció su hijastro Tyler García.
Christian Cooper Riggs, hijastra del cubano, subrayó: “El camino que nuestro país tiene por delante en materia de inmigración es delicado. Creo que podemos proteger nuestras fronteras al analizar casos individuales. No es una cuestión política, sino de humanidad”.