Miedo y críticas marcan el envío de personal médico a zonas con ébola

Cuerpo de guardia en el Hospital Provincial Abel Santamaría Cuadrado de Pinar del Río. (Juan Carlos Fernández)
Cuerpo de guardia en el Hospital Abel Santamaría Cuadrado de Pinar del Río. (Juan Carlos Fernández)
Rosa López

22 de septiembre 2014 - 12:00

La Habana/En el pasillo del cuerpo de guardia un paciente aguarda sobre una camilla por ser atendido. El hombre lleva varias horas en el Hospital Provincial de Pinar del Río a la espera de un facultativo que le examine por un dolor en la zona del pecho. Solo hay un doctor de guardia, por lo que varios acompañantes se quejan en voz alta del deficiente servicio. "Y así están mandando médicos a África a combatir el ébola", gruñe una señora con un presumible esguince, que después de dos horas no ha sido atendida.

El panorama se repite en la mayoría de los centros asistenciales del país. El déficit de personal médico y las malas condiciones materiales de muchos hospitales y policlínicos causan crecientes molestias y críticas en la población. La inconformidad ha aumentado después de conocerse el envío de un destacamento de 165 médicos y enfermeros a Sierra Leona para sumarse a las labores sanitarias contra el ébola.

"Es bueno ser solidarios con otros, pero no creo que estemos en condiciones de seguir enviando médicos a ningún lado", se queja Rodobaldo Leyva quien desde la seis de la mañana marcó en la cola para la consulta de optometría del Policlínico 19 de abril en la capital cubana. El paciente refiere el cierre de numerosos consultorios del médico de la familia en su zona, lo cual ha disminuido la asistencia primaria y congestionado los hospitales.

Sin embargo, las preocupaciones fundamentales sobre la nueva misión médica a África se centran en la seguridad de los galenos y en que estos pudieran introducir la enfermedad en Cuba. Un doctora del Policlínico de Lawton, quien prefirió el anonimato, cuenta que en su centro de trabajo nadie quiso apuntarse como voluntario para marchar a Sierra Leona. "Llegaron buscando especialistas y enfermeros, pero nadie dio el paso al frente... es muy peligroso". Pese a su deseo de cumplir misión médica en otras regiones, esta profesional de la salud asegura: "Quiero ir a algún lugar, pero no con tanto riesgo para mi vida".

Las autoridades sanitarias han insistido en que el personal médico tomará todas las medidas para evitar el contagio, pero los familiares no esconden su preocupación. "Durante semanas mi papá ha estado en un entrenamiento especial para aprender a protegerse, esto incluye el uso de un equipamiento especial y cómo atender a los pacientes con todo ese traje encima", cuenta Liuba, una adolescente cuyo padre forma parte del destacamento médico.

“La situación higiénica del país está por el piso, así que no quiero ni imaginar lo que pasaría si ese virus llega aquí”

El Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí también se prepara ante una posible llegada del ébola a la Isla. "Es poco probable, porque estamos siguiendo un estricto control en las fronteras aeroportuarias, pero nunca está de más tomar ciertas medidas", explica un doctor que labora en el reconocido centro hospitalario y que no quiere dar su nombre. Según este galeno, el hospital ya cuenta con varias salas de aislamiento, especialmente pensadas para atender casos sospechosos de padecer el temido virus.

El doctor Jorge González, director del Instituto Kourí, afirmó en una intervención en la televisión nacional que se están "tomando todas las medidas profilácticas" para proteger a la población ante una posible llegada del ébola a la Isla. Aseguró que por el momento el país se encontraba libre de la enfermedad. Sin embargo, sus palabras no lograron calmar a muchos cubanos que consideran que el país atraviesa uno de sus peores escenarios epidemiológicos en décadas.

"Esto es lo último que nos faltaba", dice con angustia Taimé Álvarez quien tiene dos hijas pequeñas, una de las cuales acaba de ser diagnosticada con dengue. En el Hospital Pediátrico del Cerro, la preocupada señora explica que en la zona donde vive se han presentado casos también de cólera y chikungunya. "La situación higiénica del país está por el piso, así que no quiero ni imaginar lo que pasaría si ese virus llega aquí". Otras madres que esperan en el atestado cuerpo de guardia comparten la preocupación de Taimé.

La propaganda gubernamental no aplaca los temores ni disminuye el malestar por el deterioro del sistema de salud pública. Muchos creen que el ébola podría estar más cerca de lo que aseguran las voces oficiales.

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