"Lo que sale de la pila parece café"

Las autoridades sanitarias recuerdan que el agua que llega a través de las tuberías o de camiones cisternas debe ser tratada antes de consumirse

Los residentes en la ciudad de Camagüey se quejan con frecuencia del mal estado del agua que llega a través de las pilas. (La Hora de Cuba)
Los residentes en la ciudad de Camagüey se quejan con frecuencia del mal estado del agua que llega a través de las pilas. (La Hora de Cuba)
Marcelo Hernández

08 de julio 2019 - 15:32

La Habana/Llegan las más altas temperaturas del verano y todos sueñan con el agua. Ya sea en un vaso con hielo, en una confortable piscina o en las olas del mar. También son los momentos de mayor riesgo de infectarse con patógenos que provienen de un mal tratamiento de lo que bebemos o comemos, según advierten los especialistas.

Las autoridades sanitarias recuerdan durante todo el año que el agua que llega a través de las tuberías o de camiones cisternas debe ser tratada antes de consumirse, unas advertencias que se redoblan en los meses de mayor calor cuando se dispara también el consumo de bebidas preparadas, helados, granizados y cócteles.

Con más de un millón de estudiantes de vacaciones y la vida doméstica tensada también por los imperativos del calor, para muchas familias se vuelve difícil y costoso mantener con rigor el proceso de purificación del agua que sale de las pilas (grifos) o adquieren desde fuentes de abasto cercanas a sus casas.

En la mayoría de las casas cubanas que hacen algún tratamiento al agua, utilizan métodos como el filtrado a través de aparatos con carbono activo, el calor para hervirla o la adición de gotas de productos purificadores a base de cloro

En la mayoría de las casas cubanas que hacen algún tratamiento al agua, utilizan métodos como el filtrado a través de aparatos con carbono activo, el calor para hervirla o la adición de gotas de productos purificadores a base de cloro. Pero también, muchas familias la ingieren sin someterla a ningún tipo de mejora o purificación.

Un informe especial publicado por la Universidad de Miami en 2017, a partir de casi medio millar de encuestas realizadas a viajeros que llegaban de la Isla determinó que uno de los más graves problemas con el suministro de agua estaba dado porque "las canalizaciones obsoletas están tan oxidadas que a menudo el agua está contaminada".

"Aquí el agua llega que parece café, pero lo peor es el olor a óxido", lamenta Lianne Céspedes, residente en la ciudad de Camagüey donde los problemas con el suministro son ampliamente denunciados por los ciudadanos. "Tenemos dos niños pequeños y para ellos tenemos que comprar el agua a un vendedor que tiene un pozo", detalla a 14ymedio.

"Para los adultos de la casa hervimos el agua y la filtramos y todo eso lleva muchísimo trabajo, mi madre es la que se ocupa y le dedica varias horas cada día para poder garantizar que el agua que tomamos esté medianamente segura", explica Céspedes. "No podemos comprar agua en la shopping así que esto es lo único que podemos hacer".

La compra de botellas de agua es un lujo que pocos pueden darse y en las redes de tiendas estatales se han dado casos de empleados que falsifican estos envases agregándole, simplemente, agua de la pila

La compra de botellas de agua es un lujo que pocos pueden darse y en las redes de tiendas estatales se han dado casos de empleados que falsifican estos envases agregándole, simplemente, agua de la pila. Entre los turistas también son comunes los casos de la conocida como "diarrea del viajero", una gastroenteritis que suele estar causada por bacterias endémicas del agua local.

"No he podido disfrutar nada, desde que llegué estoy con vómitos y diarrea", cuenta Thomas, un joven alemán de 29 años que este fin de semana aguardaba por una consulta en la clínica internacional Cira García en La Habana, de la que salió con una receta para comprar ciprofloxacina y la recomendación de tomar también sueros de rehidratación oral.

"No tengo dudas de dónde me enfermé", asegura el viajero. "El mismo día que llegué me fui a un pequeño bar en La Habana Vieja y me tomé dos mojitos, a la mañana siguiente cuando me levanté ya me sentía mal y estoy convencido de que fue el hielo que no estaba hecho con agua segura".

La historia de Thomas se repite tanto que muchos guías privados incluyen entre sus recomendaciones a los clientes la de no consumir ningún trago o cóctel que lleve hielo. "Les digo que solo tomen bebidas enlatadas y embotelladas y, preferiblemente, directamente del envase porque muchos vasos también están mal lavados", cuenta Mónica, de 24 años y traductora de inglés que se dedica a dar paseos por el casco histórico habanero.

En Cuba como en otros países de la región, los protozoos de los géneros Cryptosporidium y Giardia son los parásitos que provocan más brotes diarreicos de origen hídrico. Las personas los pueden ingerir accidentalmente cuando beben agua en lugares de recreo, o incluso en casa si, por algún motivo, esta no llega completamente limpia.

Una investigación realizada por especialistas del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología en Ciego de Ávila advierte que en el caso del Cryptosporidium la cloración del agua no lo destruye y pueden "sobrevivir en agua incompletamente filtrada. Se transmite por vía fecal-oral a través de agua de consumo no filtrada, mediante la ingestión de alimentos, así como a través de aguas de piscinas, leche de vaca, verduras y vegetales contaminados".

Otras investigaciones médicas realizadas entre 2013 y 2014 en La Habana y Santiago de Cuba revelaron que los cubanos tienen una baja percepción del riesgo de contraer Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA). La mayoría de los encuestados aseguró consumir el agua tal y como llega por las tuberías, por falta de tiempo o de recursos, especialmente entre quienes no cuentan con gas manufacturado o licuado para cocinar.

"Imposible hervir el agua porque aquí cocinamos con una hornilla eléctrica y, a veces con un poco de leña en el patio", detalla una vecina de Palmarito del Cauto en Santiago de Cuba. "Aquí tuvimos un filtro que me compró mi hija la última vez que vino a Cuba pero mantenerse comprando las piezas y la parte de carbón es muy caro", apunta.

Los filtros de agua, fundamentalmente de fabricación surcoreana, que se venden en la red de tiendas nacionales, requieren de reemplazos varias veces al año

Los filtros de agua, fundamentalmente de fabricación surcoreana, que se venden en la red de tiendas nacionales, requieren de reemplazos varias veces al año. Las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) también han advertido que estos procesadores, fabricados con carbón activado y otros elementos, no son capaces de eliminar las bacterias y microorganismos más peligrosos.

Tampoco los clientes indagan demasiado sobre la calidad del agua utilizada en los negocios estatales o privados que brindan servicios gastronómicos. En la céntrica calle 23 en La Habana una pequeña fila de usuarios aguardaba este sábado para comprar un frozzen, un helado ligero hecho fundamentalmente a base de agua y extractos de sabores.

"Esto es lo más barato que te puedes tomar en las calles y cuesta tres pesos cubanos (CUP)", cuenta a este diario un estudiante de la cercana Facultad de Economía. "Todo el mundo sabe que con este precio es muy difícil que esto esté hecho con una agua segura, pero ya estamos inmunizados", agrega con ironía. "Pero si tuviera hijos no les daba este frozzen por nada del mundo".

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