Una batalla por la democratización en Cuba

Clausura del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. (Youtube)
Clausura del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. (Youtube)
Pedro Campos

01 de abril 2016 - 09:32

La Habana/El militante del Partido Comunista de Cuba (PCC) Francisco Rodríguez Cruz, periodista del periódico Trabajadores y activista contra la homofobia y por los derechos sexuales, escribió al primer secretario del Comité Central del partido, Raúl Castro, una carta abierta solicitando que se postergue el VII Congreso de la organización para dar tiempo a que los documentos que allí se aprueben sean discutidos previamente por las bases del partido y por todos los ciudadanos.

Este llamamiento de Paquito de Cuba, como se le conoce en los medios, refleja el sentir de amplios sectores de la militancia del PCC y de la población cubana, preocupados porque en ese Congreso se van a aprobar dos documentos específicos que tendrán mucho que ver con el futuro inmediato de todo el pueblo. Me refiero a la "conceptualización del modelo socioeconómico cubano" y el "plan perspectivo de desarrollo hasta el 2030".

El llamamiento de Paquito de Cuba refleja el sentir de amplios sectores de la militancia del PCC y de la población cubana

Desde la llegada de Raúl Castro a la máxima dirección del Partido y el Gobierno, se han desarrollado procesos de consultas en las bases de la formación y en general en los sindicatos, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y el Poder Popular, sobre los problemas generales del país y especialmente en relación con los Lineamientos del VI Congreso del PCC.

Ha sido preocupación de muchos militantes del partido y de ciudadanos comunes que bastante de lo propuesto no fue tenido en cuenta y que otras sugerencias solo aparecieron en forma limitada, sesgada y amarradas a los viejos conceptos del control estatal y burocrático.

Específicamente, ocurrió con el cuentapropismo, el cooperativismo, la autogestión empresarial independiente del Estado bajo control de los trabajadores y con la necesidad de democratizar el sistema político con libertad de expresión, asociación y elección y de fortalecer la independencia, capacidad y autonomía de los órganos locales del poder popular. Esencias económicas y políticas de una sociedad democrática con amplio respaldo en las bases del PCC, los trabajadores y los ciudadanos, según se ha podido comprobar en las opiniones de miles de cubanos vertidos en medios, reuniones, conferencias oficiales y no y en círculos familiares o de amigos.

Recientemente, la dirección del Partido reconoció que una parte de los Lineamientos aprobados no se habían implementado aún y que solo se había cumplido una pequeña parte.

Durante los cinco años transcurridos desde el VI Congreso, cientos de miles de críticas han aparecido en la prensa del PCC, en los blogs y páginas alternativas de la izquierda y de la oposición moderada, por la incapacidad, falta de voluntad y hasta los obstáculos evidenciados en la dirección del PCC y el Gobierno para implementar sus propios acuerdos.

Raúl Castro invitó a las bases a opinar; la dirección del Partido y el Gobierno organizaron consultas verticales que no permitían en Santiago conocer lo que opinaban los habaneros y viceversa y luego los organismos superiores tomaron acuerdos que se distanciaban, no se parecían a lo que la gente dijo abajo. Y vienen luego las leyes y decretos leyes para implementarlos cargados de limitaciones burocráticas. ¿Dónde está la democracia?

Todo cubano de buena voluntad, militante o no, de dentro o fuera, debería unir su voz y apoyar la solicitud de Paquito de Cuba por la postergación del VII Congreso y la discusión democrática de sus documentos

Ese "sistema de participación" demostró su ineficiencia, la gente está insatisfecha con lo que se ha venido haciendo incluso con los acuerdos del PCC, y ahora, arriba de eso, pretende aprobar en el VII Congreso por unos mil representantes (una proporción minúscula de la población) que allí se reunirán, qué modelo económico político y social regirá los destinos de 11 millones de cubanos que estamos dentro y de otros tres millones que están fuera y cuál será el plan de desarrollo para los próximos 15 años.

Todo cubano de buena voluntad, militante o no, de dentro o fuera, debería unir su voz y apoyar la solicitud de Paquito de Cuba por la postergación del VII Congreso y la discusión democrática de sus documentos de manera que se sometan al debate abierto, horizontal y libre de toda la militancia y de todo el pueblo.

Las calles de Cuba no son libres para llenarlas de estas consignas, pero sí todas las páginas oficiales y no de internet desde Granma, Trabajadores, Juventud Rebelde, Cubadebate, Facebook y demás redes sociales.

No es una batalla dentro del Partido, es una batalla del pueblo cubano por la democratización, de cuyo resultado dependerá en gran parte el futuro de la patria de todos los cubanos.

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