Tenemos que ventilar...

Las décimas de esta semana remiten a la imagen del poder cubano refrescándose frente a los ventiladores en un evento del 26 de julio

Gala por el 26 deJulio en el Teatro Tomás Terry, presidido por Miguel Díaz Canel. (José Manuel Correa)
Gala por el 26 de Julio en el Teatro Tomás Terry, presidido por Miguel Díaz Canel. (José Manuel Correa)
Alexis Romay

05 de agosto 2022 - 11:02

Nueva Jersey/Tenemos que ventilar

—mientras más pronto mejor—

cómo es que el ventilador

sólo es para refrescar

a la junta militar,

mientras el pueblo agoniza

de calor o en la golpiza

que le propinó un mal día

la inclemente policía

que provocó esta ojeriza.

Tenemos que ventilar

un asunto delicado:

con todo el terror de Estado,

¿cómo se puede explicar

que la junta militar

del régimen imperante

en Cuba tenga el constante

apoyo de cierta gente?

¿No ven que fue un delincuente

su estimado Comandante?

Tenemos que ventilar

un asunto impostergable:

el pueblo se come un cable,

mientras disfruta un manjar

esa junta militar

que es de la Isla su tortura.

Hay que tener cara dura

para reírles la gracia

y creerse esa falacia.

Cuba es una dictadura.

Tenemos que ventilar

cierto detalle oportuno:

en Cuba no hay desayuno,

el pueblo se echa a la mar,

y la junta militar

que controla el pan y el vino

y dicta vida y destino

va de festín en festín

a gozar con su delfín

que es, se sabe, un asesino.

Tenemos que ventilar,

con urgencia necesaria,

por qué el pueblo come claria

si la junta militar

que le ha dictado ese azar

come lo que se le antoja.

Ay, Cuba, esa paradoja

impuesta por el Partido

es la razón, el sentido

y el porqué de esta congoja.

Tenemos que ventilar

un asunto muy importante:

el delfín del Comandante

y su junta militar

no cesan de disfrutar

privilegios y prebendas,

mientras el pueblo en las tiendas

pelea por la comida.

No hay patria en la sobrevida.

Espero que me comprendas.

Tenemos que ventilar

un asunto con urgencia:

una vida en la indigencia

—y en la represión impar

pues la junta militar,

con maraca y con bongó,

así lo determinó—

no es una vida segura.

Cuba es una dictadura,

y ya el pueblo se cansó.

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