Clandestinos, ¿protesta legítima o provocación de la Seguridad del Estado?

14ymedio

20 de enero 2020 - 14:32

Clandestinos en Cuba, suena a constructo diversionista del DSE, para desacreditar la oposición y justificar la represión — Pedro Campos - exdiplomático
Están tratando de derrumbar la desidia y han logrado el equilibrio perfecto entre la acción y cómo llamar la atención — Roberto San Martín - actor

El pasado 1 de enero, coincidiendo con la fecha más emblemática de la Revolución cubana, que celebraba ese día su 61 aniversario, un grupo llamado Clandestinos surgió en las redes sociales para atribuirse una campaña de protesta que consiste en verter un líquido rojo sobre los bustos de José Martí.

"No es un ultraje al Apóstol sino un grito de guerra contra la dictadura", ha explicado Clandestinos en Twitter y Facebook, donde difunde las fotos y los videos de los bustos manchados en varias ciudades y de otras acciones contra carteles de Fidel Castro o grafitis denunciando a los "chivatos".

"Este fin de semana hagamos un tsunami rojo en Cuba. Que no quede una provincia sin marcar. Cada pueblo. Cada barrio", anunció el pasado el viernes en un video. "Esto es una guerra. [...] Llegó la hora. El cambio es ya".

Algunos las aprueban, aunque a muchos les disgusta la profanación de la imagen de Martí. Sin embargo, otros temen que se trate de una estrategia de la Seguridad del Estado

Estás acciones han suscitado un intenso debate en las redes sociales. Algunos las aprueban, aunque a muchos les disgusta la profanación de la imagen de Martí. Sin embargo, otros temen que se trate de una estrategia de la Seguridad del Estado para descalificar a los opositores y reprimirlos con más fuerza.

La prensa oficial acusa al grupo de mancillar al héroe nacional y llama a sus miembros "contrarrevolucionarios", "viles" y "apátridas". El pasado 9 de enero, las autoridades anunciaron que dos integrantes del colectivo habían sido detenidos y se les investiga por vandalizar bustos y vallas, pero la organización asegura que no conoce a los apresados.

El movimiento ha difundido un manual con sus procedimientos y ha pedido a quienes simpaticen con su causa que se unan y actúen. "Usar máscara, actuar en pareja" y emplear cuentas anónimas en las redes sociales para subir las imágenes de las acciones, son algunas de las recomendaciones que dan

"Clandestinos en Cuba, suena a constructo diversionista del DSE (Departamento de la Seguridad del Estado), para desacreditar la oposición y justificar la represión", sostiene el exdiplomático Pedro Campos, que añade que estos sucesos "pueden desviar atención sobre: represión, presos, no democracia ni derechos, censura, altos precios y otros".

Un tesis que se repite en un reciente editorial de Primavera Digital, titulado La última jugada ¡Clandestinos!, que señala que para las autoridades "se convirtió en prioridad dividir y desacreditar a la oposición pacífica interna (...) para ello, nada será mejor que acusar a quienes luchan por los ideales promovidos y expuestos en su momento por Martí".

La periodista apuesta por "la resistencia frontal y a cara descubierta contra el castrismo", en un texto publicado en 'Cubanet'

Miriam Celaya es otra de las voces que cuestiona el movimiento y que actúen con el rostro cubierto. "Recelo de rostros enmascarados que evocan a los Tupamaros, a los etarras y a otras denominaciones de nefasta recordación y equívocas causas". La periodista apuesta por "la resistencia frontal y a cara descubierta contra el castrismo", en un texto publicado en Cubanet.

Clandestinos ha llamado también a "marcar la casa de un chivato", una táctica que no comprenden algunos, como el productor musical Adrián Monzón. "¿Para parecerse a ellos? ¿Para convocar al "pueblo enardecido? ¿Para iniciar una guerra civil? ¿Para devolver la pasión a los que despertaron y ya no chivatean? ¿Para reclutar carne de cañón que proteja al DSE?"

El grupo ha reiterado en varias ocasiones que no es "político" ni "opositor", marcando distancias con el movimiento disidente de la Isla, pero algunos apoyan su activismo y creen que sus tácticas son viento fresco tras el agotamiento de estrategias previas.

"No queda otra opción mejor que Clandestinos. La oposición abierta no lleva a nada sin acceso a los medios, cuando el Gobierno controla a los jueces, las cárceles los tribunales (...) insistir en lo mismo luego de seis décadas de fracasos conllevará al mismo resultado, a nada", responde un comentarista al texto de Miriam Celaya.

"No queda otra opción mejor que Clandestinos. La oposición abierta no lleva a nada sin acceso a los medios, cuando el Gobierno controla a los jueces, las cárceles los tribunales"

El actor Roberto San Martín se muestra entusiasmado con Clandestinos, con el que comparte "100% ideas". "Están tratando de derrumbar la desidia y han logrado el equilibrio perfecto entre la acción y cómo llamar la atención", afirmó en una entrevista.

El actor justificó el uso de sangre sobre los bustos, porque Martí "ha sido manipulado por la dictadura [que] ha usado el nombre del Apóstol para el oprobio, contra el pueblo y para el abuso".

Guillermo Fariñas ha sido uno de los pocos líderes opositores que se ha pronunciado hasta ahora sobre el tema. Desde Miami, donde estaba de visita, el disidente aseguró que los integrantes del colectivo "lo que hacen es ejercer el derecho a la rebelión".

"Es un grupo que no usa los mismos métodos no violentos nuestros", aclaró el galardonado con el Premio Sájarov del Parlamento Europeo. "Otros opositores y yo vamos por un sendero, pero el derecho a la rebelión existe y ellos pueden ir por senderos de otro tipo".

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