Atraca en La Habana el yate exclusivo del dueño de Louis Vuitton, valorado en 150 millones de dólares
Lujo
El 'Symphony' llegó a la Isla el domingo, aunque no se sabe si Bernard Arnault, el multimillonario francés y presidente de LVMH, viaja a bordo
La Habana/Los habaneros no han podido evitar la curiosidad. Desde que este lunes empezaron a circular en redes sociales imágenes del Symphony atracado en el puerto de la capital, son muchos los que no han podido resistirse a curiosear, desde la distancia, uno de los barcos más lujosos del mundo.
El yate es propiedad de Bernard Arnault, el multimillonario francés y presidente del grupo de lujo LVMH, conocido sobre todo por Louis Vuitton. Aunque no está confirmado que el propio magnate viaje en el interior de esta impresionante embarcación cuyas características hacen palidecer a casi cualquier otra de su misma categoría.
El barco tiene 101 metros, el más grande que había fabricado Feadship en 2015, cuando Arnault lo adquirió y el nombre de sus responsables –Tim Heywood el exterior y Zuretti Interior Design por dentro– sonará poco al común de los mortales, pero se trata de uno de los diseñadores más premiados y conocidos de yates de lujo y una de las empresas más sofisticadas de decoración de interiores del mundo. El astillero, Royal Van Lent, es otro de los grandes nombres ligados a la embarcación.
Esas credenciales se traducen, en la práctica, en un yate impresionante con capacidad para 20 pasajeros en ocho camarotes de lujo, junto con 16 habitaciones más para la tripulación –38 personas–. El costo de la embarcación en su momento se estimó en 150 millones de dólares, pero su mantenimiento es aún más apabullante: cuesta entre 10 y 15 millones de dólares anuales.
El 'Symphony' tiene seis cubiertas, una piscina con el fondo de cristal y una cascada, un cine al aire libre en la cubierta del puente, una terraza privada con sauna y terraza con jacuzzi
El Symphony tiene seis cubiertas, una piscina con el fondo de cristal y una cascada, un cine al aire libre en la cubierta del puente, una terraza privada con sauna y terraza con jacuzzi. También hay un cine cubierto y hasta un golf pop-up con pelotas biodegradables, ya que, de hecho, el yate es, además, ecológico.
Alcanza los 21 nudos como máximo, pero con una reducción del consumo energético del 30%, ya que tiene un sistema de propulsión híbrido, que combina motores tradicionales con generadores modernos y un banco de baterías verdes.
“Lo confiscamos y lo cambiamos por una termoeléctrica”, bromeaba un cubano en redes sociales. Otro, más bien molesto, se preguntaba si el multimillonario habrá viajado a la Isla a coger el chikunguña, mientras uno más ironiza: “Habrá venido a conocer los logros de la Revolución”.
Arnault no tiene tiendas en la Isla, aunque ha coqueteado desde la distancia con alguna incursión. En el año 2015, en plena etapa de deshielo, patrocinó a varios artistas en la XII Bienal de La Habana, entre ellos Anish Kapoor, Daniel Buren, Michalengelo Pistoletto, José Yaque y Shilpa Gupta. Además, organizó varios art talks –conferencias artísticas– en vísperas de la Bienal.
Además, su marca LVMH es propietaria de Eminente, el ron cubano premium lanzado en 2020 y creado por el maestro ronero villaclareño César Martí.
La presencia del Symphony pone el broche final a un año en el que la Marina Hemingway también se vio fascinada por la visita, en junio, Lady First, un yate de lujo con bandera de Islas Caimán, que visitó la Isla procedente de Miami. Aunque, en este caso, la embarcación era de alquiler y nunca se supo quién había pagado los 200.000 dólares que cuesta su renta semanal.