La carrera de obstáculos para producir la vacuna cubana apenas empieza

La fabricación masiva, conservación y distribución son los próximos retos que afrontarán los laboratorios nacionales

Cuba no tiene plan alternativo para la inmunización porque solo contará con las vacunas nacionales. (EFE)
Cuba no tiene plan alternativo para la inmunización porque solo contará con las vacunas nacionales. (EFE)
Rosa Pascual

31 de marzo 2021 - 17:03

Madrid/Las autoridades cubanas han logrado llamar la atención fuera de la Isla sobre el hecho de que un país tan pequeño que no pertenece al primer mundo esté desarrollando cuatro vacunas contra el covid-19. La prestigiosa revista científica The Lancet y una de las principales cabeceras estadounidenses, The Washington Post, acaban de sumarse a las alabanzas. Los científicos insisten, sin embargo, en que la batalla no está en la producción del suero, relativamente sencilla, sino en la producción y distribución de las vacunas.

Según explica Carmen Álvarez Domínguez, bioquímica y bióloga molecular, en un artículo para The Conversation, hay que tener en cuenta qué se necesita para producir, fabricar, envasar, almacenar y distribuir una vacuna. Estos son los retos a los que los cuatro candidatos cubanos, aun cuando funcionen y sean aprobados se enfrentan, que no son pocos teniendo en cuenta los problemas económicos de la Isla.

Está por ver dónde podría encontrar La Habana eventuales colaboraciones para una producción masiva, ya que pretende comercializar las vacunas

El primer paso, la obtención, ya está dado. Y si las pruebas clínicas y los ensayos avanzan como las autoridades prevén, Cuba no tardará en certificar las vacunas. A partir de ahí empezará la etapa de producción, para la que se requieren farmacéuticas cualificadas que sigan los requisitos de esterilidad necesarios. Para ello se precisa un trabajo en equipo entre los laboratorios creadores y las que den apoyo logístico en otros países. Está por ver dónde podría encontrar La Habana eventuales colaboraciones para una producción masiva, ya que pretende comercializar las vacunas, pero los acuerdos para los ensayos pueden dar pistas. Irán, Venezuela y México están entre los países que ya están cooperando con la Isla y podrían poner a sus laboratorios a producir en caso de ser necesario.

Uno de los problemas frecuentes en esta fase está en el acceso a la materia prima que ha generado el producto. Esto se ha visto en las actuales vacunas de Pfizer y Moderna, que necesitan nanolípidos que recubren y protegen el ácido nucleico de ambos sueros. Sus principales productores son EE UU y Reino Unido, una de las razones por las que Europa depende de los envíos para aumentar la producción.

Sin embargo, esto no afecta a vacunas en las que el virus es la materia prima, como es el caso de AstraZeneca y lo será el de los candidatos cubanos. Sin embargo, advierte la experta, "otros problemas de la producción, como el escalado del antígeno o su purificación, pueden causar problemas inesperados que provoquen retrasos en la distribución y por lo tanto en la vacunación".

El siguiente paso plantea un gran reto para las autoridades cubanas. El envase, etiquetado y almacenamiento

El siguiente paso plantea un gran reto para las autoridades cubanas. El envase, etiquetado y almacenamiento. La mayoría de viales se producen en EE UU y los tapones de goma en Asia. Si la escasez de ambos materiales ya ha lastrado las vacunas de AstraZeneca, Cuba podría verse en peor posición aún por la falta de acceso al mercado estadounidense y de liquidez para importar cualquier bien.

"Podría resultar difícil comprar suficientes viales para sus 100 millones de dosis", dijo José Luis DiFabio, exrepresentante de la Organización Mundial de la Salud en Cuba a The New York Times. Las autoridades ya han adelantado que en cada vial habrá diez dosis, casi el doble de las seis de la de Pfizer. También puede ser que "si tienen que reparar equipos, no tengan acceso a las piezas necesarias. O que en lugar de conseguir algo en una semana, lo consigan en un mes", añadió el experto, consciente de que las complicaciones son diversas. Nuevamente, Cuba podría intentar negociar con alguno de sus socios pero todo se complica.

Además están las jeringuillas. Numerosos médicos y pacientes han denunciado su escasez en los policlínicos cubanos y se ha llegado a pedir a los ciudadanos que lleven una propia para poder ser inyectados. Para esto, Cuba podría agarrarse a donaciones como las de Unicef, que ya el pasado año comenzó con una campaña de envíos de este producto para proveer a los países de cara a la campaña de vacunación. Aunque harán falta muchas más.

Por último, la experta habla de la importancia de tener un buen plan de vacunación. El calendario avanzado por el Gobierno la pasada semana indicaba que entre abril y mayo se habría inmunizado a 1,7 millones de personas, que son las que participan en los ensayos de intervención que han comenzado estos días en La Habana, Santiago, Granma y Guantánamo. Este martes se sumó Sancti Spíritus con las vacunaciones de Abdala.

El calendario cubano no tiene plan B. En otros países, donde cuentan con vacunas de distintos laboratorios se ha adaptado el plan a la disponibilidad de la vacuna

Sin embargo, como explicó una bióloga española a 14ymedio la pasada semana, la estrategia es arriesgada si no se realiza bien, ya que se están solapando los ensayos con las pruebas clínicas y, si no se va confirmando en paralelo que la inmunización está siendo efectiva, se está suministrando el suero y consumiendo recursos a un grupo enorme de personas.

Una vez aprobadas las vacunas, "serán incluidos grupos como los mayores de 60 años, vulnerables, para llegar a más de seis millones de personas inmunizadas entre julio y principios de agosto", dijeron las autoridades.

El calendario cubano no tiene plan B. En otros países, donde cuentan con vacunas de distintos laboratorios se ha adaptado el plan a la disponibilidad de la vacuna. Es el caso de España, uno de los países europeos que más adelantado va, dentro de las bajas cifras de inmunización de la UE. Allí, la vacunación comenzó en diciembre con el primer envío de Moderna y Pfizer para mayores en residencias y sanitarios, siendo dos objetivos paralelos la inmunización por edades y colectivos muy expuestos. Sin embargo, la aprobación de AstraZeneca, que hasta este martes solo se administraba a menores de 65 años, y su llegada masiva, ha supuesto cambios en el calendario al adelantar maestros, policías o funcionarios de prisiones a mayores de 70.

Con sus cuatro candidatas vacunales, Cuba se asegura depender solo de sí misma, pero su principal reto estará en encontrar socios que la ayuden a completar el resto de procesos necesarios para la inmunización colectiva.

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