Los médicos se van de Cuba y afecta a la tasa de mortalidad infantil

Madrid/Las cifras de mortalidad infantil en Ciego de Ávila dieron una muy mala noticia el pasado año, cuando la provincia cerró 2021 con una tasa de 13,8 bebés fallecidos por cada mil nacimientos y el primer trimestre de 2022 amenaza con ahondar en esa línea. Según las autoridades, hasta el 24 de marzo murieron seis recién nacidos y hubo 911 nacimientos, una tasa de mortalidad de 6,6 por mil, cuenta este jueves Invasor.

El diario oficial, que entrevista a la directora de Salud en Ciego de Ávila, Nilka Pita Alemán, expresa que el panorama es sombrío si se parte de ahí. "Para la arrancada, estos números tampoco son halagüeños, más cuando el propósito del país en no rebasar, como tasa, los cuatro fallecidos en 2022", señala el texto, que como único dato positivo revela que no se ha producido ninguna muerte materna.

La funcionaria esboza un problema: el éxodo está influyendo en la falta de profesionales sanitarios especializados en el área materno-infantil

La funcionaria esboza un problema: el éxodo está influyendo en la falta de profesionales sanitarios especializados en el área materno-infantil. Aunque sí hay obstetras, faltan pediatras y clínicos, cuyas funciones están siendo cubiertas con médicos generales. "Sucede que la propia dinámica del sector implica altibajos en esto que hoy consideramos un logro, ya sea, por ejemplo, por el éxodo o las licencias de maternidad", explica.

Pita Alemán cuenta que la atención secundaria es la que peor situación registra, ya que es imposible cubrir las guardias. "Se necesitan tres personas para garantizar el tercer criterio médico y definir la conducta. (...) También, el número de enfermeros disponible es poco", alerta. Como consecuencia, se ha tenido que cambiar de puesto a enfermeras neonatólogas e, incluso, a las de terapia intensiva. "Este año en el plan de plazas solicitamos más cupos para enfermeros, en la modalidad de técnico-medio para garantizar rapidez en la formación", añade.

La especialista señala como una causa preocupante los datos que indican que los bebés nacidos con bajo peso están aumentando, aunque sobreviven más de lo esperado con esos rangos. Según explica la doctora, se ha trabajado para mejorar la aplicación de los protocolos que controlan a los nacidos con bajo peso y los resultados son relativamente positivos.

"Hasta la fecha hemos retrocedido en lo referido al bajo peso al nacer, tenemos 19 niños más que en igual etapa del año anterior. Según los expertos esta condición es exponencialmente proporcional a la muerte. A la larga, es casi un aliento tener un número tan elevado de niños que nacen con pesos extremos y menos muertes que las probables".

Pita Alemán cuenta que las autoridades estatales viajaron a la provincia a finales de año para discutir en qué se estaba fallando y, a partir de ahí, se formó al personal para cambiar algunas cosas. Uno de los factores que más se han vigilado en las embarazadas a raíz de esto son las cardiopatías y anemias, revela, ya que hay alta morbilidad materna en las mujeres con estas patologías.

La especialista también señala que se revisan estrategias, como la comprobación de si las mujeres necesitan ingreso o apoyo material por su situación económica, así como los casos de embarazos adolescentes. "Sabemos que parte del éxito radica en incrementar el control a los procesos, a los consultorios y a los hogares maternos", indica.

Pita Alemán desvela que a finales de año hubo un brote de sepsis en el Hospital Provincial Antonio Luaces Iraola que supuso la muerte de varios niños

Pita Alemán desvela que a finales de año hubo un brote de sepsis en el Hospital Provincial Antonio Luaces Iraola que supuso la muerte de varios niños. Las malas condiciones de los hospitales, especialmente en lo que a higiene respecta, han sido señaladas desde hace tiempo por la prensa independiente, pero a las autoridades les cuesta aceptar que sean origen de muertes, como en este caso

"En la sala de Neonatología se eliminaron dificultades relacionadas con el agua, filtraciones en los salones de parto y cesárea", cuenta la funcionaria, que asegura que los problemas se están solucionando y hay mejores condiciones, también de material sanitario, pero falta "el control para que cada quien cumpla con lo establecido". Como ejemplo pone al hospital de Morón, donde también hubo un brote de sepsis que fue resuelto sin muertes.

"Cuando se ha demostrado falta de control o negligencia administrativa se han tomado medidas severas, entre ellas, la democión de personas de su cargo y a especialistas de sus puestos", asegura la experta.

La entrevista corrobora lo que expuso Ernesto René, un trabajador del programa materno infantil Pami durante 34 años que en diciembre expuso en un comentario en Invasor la precaria situación del proyecto, debido a la desinversión y la falta de profesionales "por políticas y decisiones en la provincia de sus directivos de forma totalmente equivocadas y carentes de ciencia y de experiencia".

"No se han cuidado profesionales de valía como obstetras, pediatras o enfermeros clínicos, de las atenciones primarias y secundarias y considero que se deben revisar las motivaciones y barreras que tiene el personal que trabaja en esa área tan sensible".

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