Una historia a dos orillas: Los lazos que unen al fútbol cubano con el español
Cuando a alguien le preguntan si elige entre su madre o su padre, en general se lo mete en apuros. Sin embargo, esta elección es imposible de evitar entre los deportistas de alto rendimiento que tienen doble nacionalidad, sea por parte de madre y padre, o porque han residido en otro país.
Por ejemplo, hay jugadores de fútbol cubano-españoles que se han codeado con los goleadores de la seleccion española y aún así han decidido vestir la camiseta de Cuba. Aquí recopilamos cuatro historias a dos orillas que merecen ser contadas.
Jorge Aguirre, figura en Grecia y en la selección cubana
Jorge nació en Lesaca (Navarra) a principios del milenio, hijo de una madre cubana. Al comprobar su talento con el balón, se formó en las categorías inferiores de la Real Sociedad.
Su carrera profesional lo llevó a pasar por el Mirandés y Osasuna B antes de dar el salto internacional al Gil Vicente de Portugal y, más tarde, al Panetolikos griego, donde juega hoy en día.
A pesar de su formación en territorio ibérico, en junio de 2025 decidió aceptar la convocatoria de la selección cubana para las eliminatorias del Mundial que se jugará el año que viene. Aguirre debutó como delantero titular y marcó su primer gol internacional frente a Bermudas.
Aunque ese tanto no alcanzó para mantener a Cuba con vida en la clasificación a la máxima competición, sí simbolizó el regreso esperado de un futbolista de origen español devolviendo protagonismo al gol cubano en competiciones oficiales.
Moleiro, el que optó por vestir “La Roja”
El caso de Alberto Moleiro muestra la otra cara de la moneda. Nacido en Tenerife en 2003, con padre cubano, es una promesa del fútbol español.
Formado en la cantera de la UD Las Palmas y actualmente en el Villarreal, su estilo con la pelota ha sido comparado con el de Pedri.
Moleiro ha representado a España en categorías juveniles y ya fue convocado por la sub-21, donde ocupa su silla como parte del proyecto de la selección española a futuro.
En su caso, la doble nacionalidad nunca abrió un debate ya que eligió el camino de España, buscando un escaparate de mayor visibilidad internacional.
Tomás Fernández Ruiz, de Cantabria al Caribe sin escalas
Para encontrar otro precedente de un español que eligió Cuba hay que remontarse a 1938. Tomás Fernández Ruiz, figura oficialmente nacido en Cantabria en 1915, aunque algunos documentos lo ubican en San Sebastián.
Se convirtió en capitán de la selección cubana en el Mundial de Francia que España no disputó debido a la Guerra Civil. Fernández encontró su lugar en el combinado cubano, al que representó con orgullo en tres partidos.
En el choque frente a Rumanía, logró anotar un gol histórico que, hasta hoy, se mantiene como el último tanto de un jugador cubano en una Copa del Mundo.
El español de origen cubano jugaba como mediocampista en el club Centro Gallego de La Habana y fue un referente para la comunidad emigrante, aún en años tan turbulentos y trágicos.
Su trayectoria recuerda cómoel fútbol puede convertirse en un refugio y en un vehículo de identidad y pertenencia en tierras lejanas.
Una huella marcada por Francisco Martín Arencibia
Este recuento de puentes entre Cuba y España en el fútbol no estaría completo si nos olvidamos de mencionar a Francisco Martín Arencibia.
El futbolista nacido en Alquízar (Cuba) en 1912, fue hijo de emigrantes canarios que regresaron a Tenerife poco después de su nacimiento. Allí comenzó a jugar a la pelota y, con apenas quince años, ya destacaba en el Real Hespérides.
En 1935 fichó por el Atlético de Madrid, club en el que permaneció nueve temporadas y con el que cosechó dos títulos de Liga y una Copa Eva Duarte.
Su calidad lo llevó incluso a la selección española, con la que debutó en 1942 en Berlín, en un amistoso contra Alemania que se jugó en plena Segunda Guerra Mundial. Aunque fue su única participación internacional, bastó para inscribir su nombre en la historia.
Después de su retiro, Arencibia se convirtió en el primer entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas, reforzando aún más su conexión con el fútbol canario.
Su historia es un símbolo del ida y vuelta entre las dos orillas. Nacido en Cuba, criado en Canarias, consagrado en Madrid y recordado en ambas naciones.
Entre dos banderas y dos camisetas
La biografía de Aguirre, Fernández, Moleiro y Arencibia muestra que los vínculos entre Cuba y España son un reflejo de la historia que también tiene su correlato en el campo de juego. Mientras algunos optan por representar a Cuba, otros se inclinan por vestir La Roja.
Hoy, cuando la selección cubana busca recomponer su proyecto deportivo, la posibilidad de sumar talento formado en los semilleros de España es una oportunidad que no se puede desperdiciar.
A lo anterior se suma que actualmente residen en España alrededor de 200.000 cubanos, la cifra más alta de la historia, bajo el amparo de la Ley de Memoria Democrática, conocida como Ley de Nietos, que les permitió acceder a la nacionalidad por su ascendencia española.
Por lo tanto, es de esperarse que estos lazos sigan vivos en el futuro y que sigamos viendo más hijos de inmigrantes cubanos haciendo goles para una u otra selección, dependiendo de sus decisiones.