Dos días en La Habana sin asearse ni comer nada caliente
La Habana/En breve cumpliremos 48 horas sin electricidad en nuestro barrio. El problema no es sólo la falta de energía sino que esta zona tiene muchos edificios altos y los depósitos de agua que la gente almacena en sus casas ya se agotaron. Subir el agua por las escaleras 10, 12, 14 o 18 pisos es muy difícil, especialmente para las personas mayores.
Las pocas reservas de alimentos que la gente había podido guardar ya se acabaron también y conozco familias con ancianos convalecientes que no han podido asearse o comer algo caliente hace varias horas. Mientras, el zumbido del generador del Ministerio de la Agricultura inunda la barriada y uno se pregunta para qué necesita una planta eléctrica una entidad que ni siquiera puede hacer producir los campos cubanos para brindarnos frutas, viandas y verduras a un precio acorde con los salarios
Una amiga me ha llamado para preguntar si los mercados en moneda libremente convertible rematarán la mercancía que necesita refrigeración antes de que se les eche a perder, o si entregarán alimentos de forma gratuita entre esas familias que se han quedado con el refrigerador vacío, o los alimentos descompuestos por el calor. Creo que mi amiga está mirando muchos documentales extranjeros.
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