Muere a los 91 años la etóloga británica Jane Goodall, experta mundial en chimpancés
Obituario
La presidenta de Tanzania, la ONU y la Unesco despiden a la científica, que trabajó hasta el último día y se encontraba en California para un ciclo de conferencias
Madrid/La etóloga británica Jane Goodall, considerada la mayor experta mundial en chimpancés, falleció a los 91 años en California por "causas naturales", confirmó este miércoles el Instituto Jane Goodall en un comunicado en redes sociales.
"El Instituto Jane Goodall se ha enterado esta mañana del 1 de octubre que la doctora Jane Goodall (...) ha fallecido debido a causas naturales", escribió el centro homólogo, que indicó que la etóloga se encontraba en California como parte de su gira de conferencias en los Estados Unidos.
Según el instituto, "los descubrimientos de la doctora Goodall como etóloga han revolucionado la ciencia y era una defensora incansable por la protección y la restauración de nuestro mundo natural".
Conocida como ‘Lady Chimpancé’, dedicó su vida al estudio y la protección de esos primates y pese a su edad, la investigadora siguió en activo hasta el último momento y viajó por todo el planeta para difundir la labor del Instituto que lleva su nombre. Incluso este año participó en mayo en la búsqueda de ballenas en la Costa Tropical de Granada.
Conocida como ‘Lady Chimpancé’, dedicó su vida al estudio y la protección de esos primates y pese a su edad, la investigadora siguió en activo hasta el último momento
Los trabajos de Goodall, a los que ha dedicado más de 60 años de su vida, constituyen una trascendental aportación científica para comprender las raíces del comportamiento y la cultura humanas.
En concreto, fue pionera en el estudio de los chimpancés en estado salvaje, en quienes descubrió pautas de conductas y habilidades desconocidas como que comen carne, fabrican herramientas, usan plantas a modo de medicina; que adoptan crías cuyas madres han muerto aunque no tengan parentesco o que pueden transmitir conocimientos y experimentar sentimientos como el amor, los celos o la ira.
Nacida el 3 de abril de 1934 en Londres en el seno de una familia de clase media; Goodall tuvo su primer contacto con un chimpancé a los dos años, cuando su padre le regaló uno de peluche llamado Jubilee. Además, disfrutaba con historias como El libro de la selva, Tarzán o El Doctor Doolittle y desde niña se imaginó viviendo entre animales.
Hizo realidad su sueño al pisar África por primera vez con solo 23 años, en un viaje a Kenia en el que colaboró como asistente del famoso antropólogo Louis Leakey (1903-1972), quien le enviaría tres años más tarde al Parque Nacional de Gombe (Tanzania) con la arriesgada misión de investigar y convivir con los chimpancés salvajes de la zona.
Con la compañía de su madre y un cocinero, plantó su tienda en la selva y comenzó su proyecto de investigación que duraría en teoría unos meses, sin saber que se convertiría en el gran propósito de su vida y se extendería más de seis décadas, hasta el presente.
Obtuvo el doctorado en Etología por la Universidad de Cambridge en 1965 y en 1977 fundó el instituto que lleva su nombre para impulsar programas de conservación para los chimpancés y mejorar las condiciones de vida de la especie.
En 1987 abandonó los trabajos de campo y delegó la labor en los investigadores de su instituto; mientras ella pasaba dos meses al año en Bournemouth, la ciudad costera al sur de Inglaterra en la que se crió, y dedicaba el resto del año a viajar por todo el mundo para difundir sus ideas sobre la necesidad de conservar la naturaleza.
El emotivo abrazo que recibió de Wounda, una chimpancé a la que devolvió la libertad en 2013 en el Congo y que, poco después de salir de la jaula, la miró y abrazó en gesto de gratitud, es un símbolo de la vida de entrega que Goodall ha ofrecido a esos animales, a los que consideraba "nuestros parientes más próximos".
En una de sus frases más célebres, Goodall defendía: "No puedes pasar un solo día sin dejar huella en el mundo que te rodea. Lo que haces marca la diferencia y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres marcar".
"No puedes pasar un solo día sin dejar huella en el mundo que te rodea. Lo que haces marca la diferencia y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres marcar"
El legado de la etóloga inglesa se compone de 26 libros, entre ellos En la senda del hombre (1971), considerada como una de las obras científicas más importantes del siglo XX, así como de innumerables artículos científicos y de una veintena de producciones audiovisuales protagonizadas por ella.
Durante su carrera ha recibido un centenar de reconocimientos, pues fue nombrada Embajadora de la Paz de las Naciones Unidas en 2002; recibió el título de Dama del Imperio Británico (DBE) en 2004 o, más recientemente, la medalla Stephen Hawking a la comunicación científica en 2022.
En España consiguió el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica por su "trascendental aportación científica" a la comprensión de la humanidad en 2003 y el Premio Internacional de Catalunya en 2015. Es, asimismo, doctora honoris causa por 45 universidades e instituciones de todo el mundo, entre ellas la Complutense de Madrid.
En el ámbito personal, Goodall contrajo matrimonio en 1964 con el holandés Hugo van Lawick, fotógrafo de National Geographic, del que se divorció diez años después y con el que tuvo un hijo, Hugo Eric Louis (1967). En 1975 se casó en segundas nupcias con el británico Derek Bryceson, quien falleció en 1980.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, destacó de ella que "pudo compartir los frutos de su investigación con todos, especialmente con los más jóvenes, y cambiar nuestra perspectiva sobre los grandes simios". "El saludo chimpancé de esta gran dama en la Unesco el año pasado —quien apoyó nuestras acciones en favor de la biosfera— resonará por mucho tiempo", manifestó la funcionaria y política francesa en un comunicado facilitado por la Organización de la ONU.
También Naciones Unidas ha dedicado a la científica un mensaje. “La científica, conservacionista y Mensajera de la Paz de la ONU trabajó incansablemente por nuestro planeta y sus habitantes, dejando un legado extraordinario a la humanidad y la naturaleza”, indicó la ONU en sus redes sociales.
"El saludo chimpancé de esta gran dama en la Unesco el año pasado —quien apoyó nuestras acciones en favor de la biosfera— resonará por mucho tiempo"
El jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, también le dejó unas palabras de agradecimiento a Goodall, en las que la calificó de “pionera, defensora de nuestro planeta y buena ancestra”.
Además, la presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, lamentó "con gran pesar" la muerte de una "amiga" del país. "Con gran pesar, he recibido la noticia del fallecimiento de la Dra. Jane Goodall, renombrada zoóloga, primatóloga, investigadora y amiga de Tanzania", afirmó en X.
"El trabajo pionero de la Dra. Goodall en el Parque Nacional de Gombe transformó la conservación de la vida salvaje y situó a nuestro país en el centro de los esfuerzos mundiales para proteger a los chimpancés y a la naturaleza. Su legado perdurará", añadió.