La Feria de La Habana pone énfasis en el capital cubanoamericano

La Habana/Después de dos años parada, la Feria Internacional de La Habana (Fihav) se inauguró este lunes con la presencia del presidente Miguel Díaz-Canel, a la caza de un capital extranjero que llega a cuentagotas. A pesar de la expectación que el oficialismo genera en torno a este evento, su capacidad de captar divisas se ha demostrado muy por debajo de lo esperado, como lo prueba el caso de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), cuya proyección era de 2.500 millones de dólares anuales y apenas supera los 3.000 millones en nueve años.

El mandatario visitó, en la primera jornada, los stands clave para Cuba y por eso una de las paradas que más interés despertó fue la que hizo al expositor de la representación de Estados Unidos, de la que forman parte empresarios cubanoamericanos, con quienes conversó.

Según la agencia Associated Press, la delegación estadounidense está formada por 14 empresas, entre las que están Crowley, especializada en servicio marítimo, y Arkoss Grup, de alimentación y que aspira a producir cervezas y conservas en la Isla. "Llevamos tiempo insistiendo que está abierta la inversión extranjera para las empresas norteamericanas y para los cubanoamericanos. Lo importante es encontrar los caminos, las modalidades de negocios por la que podamos ir avanzando", dijo Díaz-Canel a un grupo de periodistas escogidos."Nosotros no hemos puesto barrera con eso. Es el bloqueo el que ha puesto las barreras", argumentó.

"Nosotros no hemos puesto barrera con eso. Es el bloqueo el que ha puesto las barreras", argumentó

Preguntado por la prensa extranjera sobre si "hay una salida al final del túnel", en referencia al embargo, Díaz-Canel respondió: "Yo creo que ha habido luces desde hace tiempo". A continuación, el mandatario insistió en que el Gobierno estadounidense impide las negociaciones no solo con empresarios de su propio país, sino con los de otros Estados, perjudicando la inversión foránea.

El primer ministro, Manuel Marrero, también hizo mención expresa a los cubanoamericanos que "vienen a ofrecer sus productos" y añadió que la Isla continúa "trabajando en la diversificación de los vínculos estatales y la inversión extranjera". Habrá que esperar hasta el miércoles, cuando se celebre el panel con los empresarios de EE UU de origen cubano, para saber más detalles.

El resto de paradas de Díaz-Canel en esa primera jornada fueron, casi exclusivamente, en los stands de países amigos, la más llamativa en el de Nicaragua, donde se encontró con el ministro de Comercio y le transmitió "un fuerte saludo al comandante (Daniel) Ortega y a la compañera vicepresidenta Rosario Murillo". "Nicaragua puede contar con Cuba para todo", agregó, antes de exponer el interés de las autoridades en que los empresarios del país inviertan en la Isla porque sus productos serían "muy bien aceptados por la población".

En el recorrido prioritario, otras escalas obligadas fueron China y Rusia. La primera, en cuya representación destacaron Beijing North Star –tecnología, informática y electrónica– y Yikoto –textiles, materiales de la construcción y piezas para autos–, es el segundo socio comercial de la Isla y Díaz-Canel quiso destacarlo, halagando las relaciones entre ambos Estados. "Cuba no está sola, porque hay países amigos como China que están con nosotros y a pesar de las dificultades siguen apostando por el mercado cubano", dijo.

En cuanto a Rusia, el mandatario inauguró el pabellón del Ministerio de Industria y Comercio del país, para lo que contó con la presencia del embajador, Anatoli Guzkov, que deseó éxitos a Cuba durante el evento.

Díaz-Canel también pasó por los stands de Brasil y Emiratos Árabes Unidos, país con el que Cuba mantiene cada vez más intensas relaciones, especialmente desde que en 2020 renovaron acuerdos bilaterales en salud y cultura. Además, también estuvo en el expositor de Cuba, que cuenta con la presencia de 400 empresas nacionales. Sin embargo, no paró en el de España, tercer socio comercial del país y con una amplia presencia en la feria al que la prensa oficial, sin embargo, ha dado un notable protagonismo.

La planta, una inversión de 39,5 millones de euros en un terreno de 40.000 metros cuadrados, aspira a generar unos 300 empleos y su capacidad es de 28.000 toneladas anuales de productos

El gran evento del día, en todo caso, era la inauguración de la nueva planta de Unilever Suchel, que estará en la ZEDM y producirá artículos de higiene personal y del hogar, una tarea que lleva realizando varios años esta empresa mixta creada por la asociación de la multinacional británico-holandesa con la parte cubana, Nexus. La primera piedra de esta fábrica se puso en 2006, por lo que no era de extrañar la expectación levantada, que congregó la presencia de altos cargos del Gobierno cubano, así como los embajadores de Países Bajos y Reino Unido.

La planta, una inversión de 39,5 millones de euros en un terreno de 40.000 metros cuadrados, aspira a generar unos 300 empleos y su capacidad es de 28.000 toneladas anuales de productos, entre los que se cuentan cremas dentales, detergentes líquidos y en polvo o jabones, entre otros, según Ignacio Segares, director general de Unilever Caribe y Centroamérica.

Tanto el directivo como las autoridades presentes alabaron la política medioambiental de la fábrica y sus altos estándares medioambientales, pero sobre todo la contribución que harán "al abastecimiento estable del mercado nacional de productos de marcas y calidades de nivel internacional, ante la creciente demanda de la población y la generada por el turismo".

"Que bueno para abastecer las tiendas en MLC", reaccionó un lector a la noticia, publicada en la prensa oficial. Una muestra de las dudas que existen entre los cubanos de que eventos como estos repercutan en el nivel de vida de los ciudadanos.

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