Bajo un fuerte operativo policial los cubanos veneran a la ‘Patrona de los reclusos'

Cientos de devotos llegan hasta la Iglesia de La Merced en la barriada de San Isidro en La Habana

Vestidos de blanco, los fieles llegaron desde temprano este 24 de septiembre para pedir especialmente por las personas encerradas en las cárceles. (14ymedio)
Vestidos de blanco, los fieles llegaron desde temprano este 24 de septiembre para pedir especialmente por las personas encerradas en las cárceles. (14ymedio)
Juan Diego Rodríguez

24 de septiembre 2021 - 23:29

La Habana/Rodeada de vallas metálicas para controlar el paso y con un fuerte operativo policial redoblado en las esquinas, así se veía este viernes la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced en La Habana Vieja. Un templo al que, a pesar de los rigores de la pandemia y de la lluvia, llegaron cientos de devotos para colocar una vela a la "Patrona de los reclusos".

Ubicada en la barriada de San Isidro, la iglesia es frecuentemente visitada tanto por fieles católicos como por quienes adoran al orisha mayor Obbatalá, con quien la Virgen de la Merced se sincretiza en la santería. Vestidos de blanco, los fieles llegaron desde temprano este 24 de septiembre para pedir especialmente por las personas encerradas en las cárceles.

El lugar donde se ubica el templo no puede ser más acertado. San Isidro está en la diana de la rebeldía cubana desde que Luis Manuel Otero Alcántara y otros activistas fundaron el Movimiento que lleva el nombre del barrio y que ha protagonizado sonadas acciones contestatarias. Hoy, el artista está en prisión al igual que otros miembros del grupo y la Seguridad del Estado vigila de cerca la zona.

Para muchos habaneros esta parte vulnerable de la capital cubana es incluso el lugar donde prendió la chispa que alimentó las protestas populares del pasado 11 de julio. Aunque las primeras manifestaciones se dieron en San Antonio de los Baños, Artemisa, la desobediencia cívica había comenzado a tomar forma mucho antes en una humilde casa de la calle Damas 955 cercana a la Iglesia de La Merced.

San Isidro está en la diana de la rebeldía cubana desde que Luis Manuel Otero Alcántara y otros activistas fundaron el Movimiento que lleva el nombre del barrio y que ha protagonizado sonadas acciones contestatarias

San Isidro es también una barriada donde la línea que separa a cualquier joven de la prisión es muy delgada. Pobres, dedicadas en buena medida al mercado ilegal y con menos oportunidades económicas que en otros municipios más prósperos, muchas familias del barrio tienen a uno o varios parientes condenados por un tribunal.

En un país con más de 90.000 personas encarceladas no es algo inusual, porque Cuba tiene la mayor cantidad de presos en el mundo, en proporción a su población. Una situación que ha aumentado preocupantemente con los masivos arrestos y procesamientos judiciales que desató el régimen tras las manifestaciones en las que se pidió "Libertad" y el fin del actual sistema.

De ahí que tantos hayan llegado hoy hasta el altar de la patrona que "libera, consuela y protege" a todas aquellas personas que están privadas de su libertad, en esta su primera jornada después de los sucesos de julio pasado. También por eso la policía se veía tan nerviosa en los alrededores del templo y los agentes vestidos de civil rondaban el edificio mirando con gesto inquisitivo a quien se acercaba.

Dos cuadras antes de la calle Cuba y su esquina con Merced, ya comenzaba el cerco con patrullas y motos de la policía que bloqueaban el acceso a los vehículos tanto a la izquierda como a la derecha de la Iglesia, aunque el paso a los peatones se mantenía abierto. "Están ahí vigilando porque saben que en estos eventos religiosos puede ocurrir cualquier cosa, como pedir libertad para los presos y más ahora", comentó un joven a este diario.

Dos cuadras antes de la calle Cuba y su esquina con Merced, ya comenzaba el cerco con patrullas y motos de la policía que bloqueaban el acceso a los vehículos tanto a la izquierda como a la derecha de la Iglesia

Una vez cruzado el cerco de la policía era necesario hacer la cola para colocar en una baranda de acceso a la capilla las flores y las velas, luego el personal de la Iglesia acomodaba las ofrendas más cerca de la Virgen. También podía hacerse una segunda fila para acercarse a la imagen pero "sin hacer fotos", aclaraba un joven a quienes veía con el móvil en la mano.

De todas formas, de poco servía intentar enviar desde el lugar una imagen o un video porque la conexión a internet apenas funcionaba. "En cuanto llegué todo se me puso muy lento, ni audios podía mandar", comentó un muchacho que aguardaba para dejar sus flores. "No sé si es que está nublado o porque han bajado la velocidad a propósito en esta zona, por si pasa algo", agregó.

Para los que no pudieron llegar hasta el lugar, quedaron siempre los gestos de recordatorio y veneración en sus propias casas y en las redes sociales que este viernes se llenaron de fotos con velas y ropas blancas, alimentos como el algodón de azúcar o arroz con leche que tradicionalmente se ofrendan al orisha africano. También abundaron los ruegos por una amnistía a los presos políticos.

Una de las que pidió por los encarcelados fue la cantante Haydée Milanés: "Hoy, en el día de las Mercedes, Obbatalá, pido la paz para todos los cubanos. Pido también la libertad para los presos políticos. La encarcelación, la persecución, la represión, la censura, nunca serán los caminos. Que la bendición de Obbatalá nos llegue a todos".

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