El último minuto de Radio Reloj
La Habana/Sus micrófonos informaron del asalto al Palacio Presidencial, narraron la sentencia de muerte del general Arnaldo Ochoa y por estos días transmiten las últimas recetas del medallón de pescado. Radio Reloj, que se autodefine como "el canal de información continua más antigua del mundo" cumple hoy 67 años. El aniversario llega hasta sus transmisiones, más cercanas a una reliquia del pasado que a un medio de prensa moderno.
La mañana tiene su propio sonido. Es un tic... tic... tic... con el que se marca cada segundo desde los estudios de Radio Reloj. La cadencia es como una banda sonora que acompaña la vida en miles de casas cubanas a las horas más tempranas del día y también durante el resto de la jornada. Sin embargo, para muchos sintonizar el dial en esta frecuencia constituye más un gesto involuntario que una decisión informativa.
Durante décadas los cubanos tuvimos en esta estación de radio una confianza casi mística. "Es verdad, lo dijo Radio Reloj", bastaba decir para acuñar como cierto cualquier hecho. Irónicamente, una transmisión que se apoya en narrar el paso del tiempo, no ha logrado sortear con éxito al dios Cronos. La competencia que constituyen las opciones audiovisuales, unida a las demoras y silencios informativos en los que ha incurrido, la han relegado en la confianza de los oyentes.
La censura se nota más en una transmisión cuyo principal contenido debería ser noticioso. Con bochornosa frecuencia, los locutores hacen piruetas para no informar sobre una epidemia de dengue, un apagón que dejó a oscuras a más de la mitad del país o de algún hecho violento que todos comentan en la calle. Es en esas omisiones donde Radio Reloj ha perdido parte de su anterior prestigio. Ha quedado desplazada en la lista de quienes están "autorizados a informar", condición que sí ostentan la Mesa Redonda de la Televisión Nacional, el periódico Granma o el sitio digital Cubadebate.
En la actualidad, una de sus grandes utilidades es, además de dar la hora minuto a minuto, su resumen de titulares cada media hora. Muchas familias que no cuentan con un reloj de pared o de pulsera, dejan la radio encendida para estar al tanto del paso del tiempo. Los choferes la ponen para no dormirse al volante y en algunas oficinas estatales todavía es posible oírla. Pero las transmisiones musicales, los MP3 y los iPod le han ganado terreno a Radio Reloj.
Con bochornosa frecuencia, los locutores hacen piruetas para no informar sobre una epidemia de dengue, un apagón...
Debido a su rígido formato, la emisora no transmite melodías ni la voz de ningún entrevistado. Solo se escucha a los locutores en una cadencia típica, que los humoristas han imitado por décadas debido a su excesiva seriedad. Cada minuto contiene unas "16 líneas de texto, redactas como notas periodísticas, consejos para la salud o simple miscelánea", refiere Agustín Suárez quien al graduarse como periodista pasó varios años escribiendo para Radio Reloj.
En la tarde del 13 de marzo de 1957, el líder de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), José Antonio Echeverría, irrumpió pistola en mano en el local donde transmitía la emisora, para anunciar "el ajusticiamiento del tirano Fulgencio Batista". El más recordado momento de Radio Reloj fue al final una noticia falsa pues la acción fracasó y el presidente salió ileso.
Aún así, la cabina a la que entró Manzanita es hoy un museo con su reloj detenido a la hora en que se anunció el fallido atentado. Cada año se recuerda el momento con la retransmisión de la agitada voz que gritaba frente al micrófono.
Radio Reloj vuelve a recordar algo de sus glorias de antaño cuando llega un huracán a la Isla y se interrumpe el servicio eléctrico en alguna zona. La gente saca su radio de baterías y pega la oreja a la bocina para determinar por dónde va el ciclón y cuál es la fuerza de sus vientos. La audiencia se dispara y el tic... tic... tic... vuelve a prevalecer sobre cualquier otro sonido.
En los días en que ningún peligro climatológico nos acecha, Radio Reloj es apenas un espacio para escuchar consejos sobre el buen uso del idioma y curiosidades de diversos temas que matizan y rellenan sus 24 horas de transmisión. Las noticias deportivas, culturales, económicas, que pasan el filtro oficial, se repiten una y otra vez durante el día. Un servicio permite escuchar su programación incluso por vía telefónica, marcando el número 0800-73565.
Unos pocos sintonizan de vez en cuando la emisora con la ilusión de ser estremecidos por una voz agitada que haga algún anuncio de último minuto.
