El aceite vegetal pasa a la clandestinidad en la ciudad de Holguín

Alimentación

  • Según la Onei, el aceite es el producto que más aumentó de precio en abril, un 9,82%
  • Sigue desaparecido de las bodegas del racionamiento y, en los comercios privados, el litro ha pasado de 820 a 1.400 pesos

El aceite vegetal marca el paso de los costos de una comida en Cuba, de ahí la preocupación ante la subida del producto en las últimas semanas.
El aceite, además, es mayoritariamente importado, las pocas ofertas nacionales son, en realidad compradas al por mayor y reenvasadas en la Isla. / Escambray
Miguel García

12 de mayo 2025 - 10:55

Holguín/El pulso entre los comerciantes privados y los inspectores estatales lo están perdiendo los clientes. El precio topado impuesto al aceite vegetal en Holguín ha provocado que el producto desaparezca de los anaqueles de los negocios particulares y se sumerja en la venta informal. Un murmullo, un guiño cómplice y unos billetes deslizados con discreción son ahora imprescindibles para adquirir la grasa más usada en las cocinas cubanas.

Aunque los datos publicados este lunes por la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) indican una ralentización de la inflación mensual (0,40% frente a 2,13% en el mismo mes del año pasado), acumulada desde enero (6,56% frente a 12,23%) e interanual (18,57% frente 32,33%), algunos productos alimentarios registraron el mes pasado alzas muy superiores al promedio. Es el caso del pan redondo duro (6,70%), el boniato (4,42%), la manteca de cerdo (4,12%) y, sobre todo, el aceite comestible, con un impactante 9,82%.

El aceite vegetal define el costo de una comida en la Isla, de ahí la preocupación ante la subida de los últimos meses, a pesar de los intentos de las autoridades por controlar su precio. En julio pasado el Gobierno cubano eximió de aranceles la importación de este producto, junto a otros cinco: el pollo, la leche en polvo, el aceite, las salchichas, las pastas alimenticias y el detergente en polvo. El litro de aceite (a excepción del de oliva) pasó a entonces a fijarse en 990 pesos, pero aparte de un ligero descenso a finales de año, la regulación no ha logrado su objetivo.

"Ahora tienes que recorrer las mipymes y preguntarle a los empleados si tienen aceite aunque no se vea en exhibición", cuenta a 14ymedio un ama de casa que ha tenido que desarrollar la técnica del secretismo para hacerse con el ingrediente indispensable. "Hay que esperar que no haya otras personas comprando porque alguna puede ser un inspector haciéndose pasar por cliente", apunta.

"Ahora tienes que recorrer las mipymes y preguntarle a los empleados si tienen aceite aunque no se vea en exhibición"

Si "el panorama está despejado" y el cliente le inspira confianza al dependiente, entonces la respuesta puede ser positiva: "Sí, tenemos de soya, mexicano y a 1.300 pesos", le responde el trabajador también con sigilo. "Le alcanzo la jaba con el dinero dentro, se va para la zona del almacén y regresa con la mercancía ya cobrada y escondida". La holguinera repite la cautela a la salida del local porque "puede haber algún inspector merodeando" y se va a casa con el escurridizo tesoro.

De girasol, soya o canola, las variedades más frecuentes que aparecen en el mercado holguinero han experimentado un aumento del 70% de su precio desde que inició el año. El litro de aceite ha pasado de 820 pesos a costar hasta 1.400 en los comercios privados, mientras sigue desaparecido de las bodegas del racionamiento. Proveniente mayoritariamente de México, España, Estados Unidos y hasta de la lejana Ucrania, el alimento parece estar jugando a los escondidos con los controles oficiales. 

Los cuidados nunca son demasiados, según varios emprendedores consultados por este diario. Desde diciembre un enjambre de inspectores, con sus multas y sus confiscaciones de productos, ha caído sobre los negocios privados de la ciudad. La virulencia de estos operativos apunta a la voluntad de Joel Queipo Ruíz, primer secretario del Partido Comunista (PCC) en la provincia y nombrado en el cargo hace un año, quien ha desatado una ola de multas y confiscaciones de productos.

"Queipo se ha puesto de lleno para los particulares y la gente está asustada", advierte un vendedor con una mesa en la Feria de los Chinos, uno de los puntos comerciales más abatidos por la ofensiva del funcionario. "Al final la gente es la que sale afectada porque ahora ya no tenemos en exhibición el aceite y todo se complica más, yo mismo lo guardo en una casa cercana y cada vez que me piden un litro tengo que llamar a mi hijo para que me lo traiga. Más trabajo y más pérdida de tiempo", sentencia.

Recientemente, una página de Facebook, vinculada al oficialismo, se ufanaba de que los inspectores habían obligado al dueño de una mipyme a realizar la venta forzosa de 8.640 botellas de aceite de 900 mililitros cada una. El comerciante tuvo que liquidar la mercancía a 890 el pomo y, además, recibió una multa de 16.000 pesos, un monto similar a la penalización que se impuso a varios empleados del local.

"Esa fue la gota que llenó la copa", advierte el comerciante de la Feria de los Chinos. "La gente entendió rápido que no importa si te bañas en el río, pero tienes que guardar la ropa, así que escondieron el aceite". En su caso, compra el producto por cajas a un suministrador mayorista que le pone, cada litro, a 1.000 pesos. "Entre lo que gasto en el transporte y el pago a los dos empleados que tengo aquí en el kiosco, no puedo venderlo por menos de 1.250 o 1.300", asegura.

"Entre lo que gasto en el transporte y el pago a los dos empleados que tengo aquí en el kiosco, no puedo venderlo por menos de 1.250 o 1.300"

Para sustituir el aceite vegetal, algunas familias apelan a las grasas animales, pero la limitada oferta de estos productos y sus elevados precios tampoco ayudan a que se conviertan en una alternativa popular. Una libra de manteca de puerco, sin procesar, cuesta en la capital holguinera alrededor de 600 pesos, y el rendimiento final dista mucho de las necesidades culinarias de la mayoría de las familias.

El aceite, además, es mayoritariamente importado y las pocas ofertas nacionales son, en realidad, compradas al por mayor fuera de Cuba y reenvasadas en la Isla. El que se vende en los locales privados proviene casi en exclusivo del extranjero y está sometido a los vaivenes del comercio mundial y al valor de las divisas. Cotizada a 370 pesos cubanos este lunes, la moneda estadounidense resulta indispensable para adquirir el producto en el mercado internacional. A medida que los fulas suben en la tasa de cambio informal, arrastran consigo muchos alimentos básicos.

Sin embargo, a pesar de la imposición de precios topados y de su ejército de inspectores, el Estado tampoco lo hace mejor. En las flamantes tiendas en dólares que desde inicios de este año han comenzado a inaugurarse por toda la Isla, el precio mínimo de un litro de aceite vegetal es de 2,96 dólares, equivalente a 1.095 pesos, por encima del límite fijado legalmente. Debido a la escasez en el sector privado, las ofertas oficiales que se encuentran en Holguín han menguado y ahora superan los 3,41 dólares por envase. Eso sí, no hace falta murmurar ni esconder la mercancía para comprar el producto en esos locales estatales. 

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