La muerte de un anciano en la cola de una tienda de Luyanó destapa una red de ladrones

Decenas de habaneros denuncian la corrupción de los efectivos de "lucha contra coleros" desplegados en los comercios

El anciano llevaba días intentando comprar en la tienda de la calle Melones, en Luyanó, donde se realizó el operativo policial. (14ymedio)
El anciano llevaba días intentando comprar en la tienda de la calle Melones, en Luyanó, donde se realizó el operativo policial. (14ymedio)
Juan Diego Rodríguez

02 de noviembre 2022 - 20:11

La Habana/Cuentan los vecinos de Luyanó, en La Habana, que se llamaba Arístides y vivía en la calle Manuel Pruna esquina Municipio. Este martes, amaneció muerto a las puertas de la cercana tienda de la calle Melones, entre Enna y Guasabacoa, donde llevaba varios días haciendo cola para intentar comprar.

Horas después de que se llevaran el cuerpo del anciano, el establecimiento fue objeto de un operativo policial hecho público en redes por parte del propio gobierno del municipio de Diez de Octubre.

Sin aludir a la muerte de Arístides, un post en Facebook informaba, con imágenes, de la mercancía que encontraron "retenida" en la tienda. Entre ella, 11 paquetes de pollo "con comprobante de pago" que, según refirieron los dependientes, "pertenecen a los LCC", es decir, a los agentes de los grupos de la llamada "lucha contra coleros".

También hallaron "6 paquetes de picadillo y 11 pomos de champú Sedal", además de otros tres pomos de champú, tres pomos de acondicionador, valorados en 160 pesos cada uno, tres "ruedas" de cigarros H. Upmann y 1.190 pesos dentro de una gaveta en la oficina de la gerente del local. En ella también detectaron "un faltante" de 6.129 pesos "correspondiente a la venta realizada el día 31 de octubre de 2022".

"Ustedes también saben que eso que encontraron es una pequeña parte de todo lo que sale por la puerta trasera"

"Todos los productos confiscados fueron vendidos a 5 personas de la población, entre ellos una madre con un niño menor de 1 año", detallaba la publicación, que de inmediato se llenó de comentarios.

La mayoría de ellos arremeten, precisamente, contra los efectivos desplegados para la lucha contra coleros, una estrategia desplegada en mitad de la pandemia de covid-19 para combatir a los acaparadores, para lo que se empleó a personal del Ministerio del Interior y organizaciones al servicio del régimen (como los Comités de Defensa de la Revolución o la Federación de Mujeres Cubanas), y que nunca se canceló.

"Ustedes también saben que eso que encontraron es una pequeña parte de todo lo que sale por la puerta trasera", expresa el usuario González Monyk. "Ahí roba el gerente, el económico, el tendero, el limpia piso, etc., y lo sacan con los propios clientes que compran a diario, o por detrás a deshora. Sé que lo saben, pero una y otra vez lo repito: es ese sistema el que no sirve ni servirá nunca".

"Los LCC han sido una vergüenza", opina Lissette López. "En un infinito infierno han convertido la vida de los ciudadanos que laboramos cada día. Con absoluta impunidad maltratan y desvían lo que es del pueblo".

"Ese señor llevaba días en cola sin poder comprar, porque ahí lo que tienen es un descaro"

Con ella coincide Tamara Valdés Pérez, quien se explaya, acerca de otro comercio, situado en la calle Espadero, La Víbora, en el mismo municipio de Diez de Octubre: "Acabado de llegar el pollo te dicen que solo llegó para 20 personas. En tu cara ves las motos ir y venir llevándose pollo. Por eso mantienen la cola a una cuadra. Si ya no hay covid, ¿qué sentido tiene?".

"Hoy fue horrible en Espadero", precisa Nydia Rodríguez. "Personas marcando desde hace días, llega el pollo, 20 personas, 15 vulnerables, y el pollo en la mochila de dependientes".

La lista desplegada en los comentarios de las tiendas en las que los habaneros lamentan la corrupción de los "LCC", es larga: 15 y Concepción, en el barrio de Lawton; El Danubio, en El Vedado; el Cupet de Lagueruela, en La Víbora; el comercio de 84 y 41, en Marianao; Concha y Fábrica, en Luyanó; el Cupet de Luco y Calzada de Luyanó; 15 y Dolores, en Arroyo Naranjo, donde también se quejan del reparto El Eléctrico.

Con todo, los comentaristas celebran el operativo en Melones, aunque puntualizan que "se debía haber realizado periódicamente".

"Tuvo que morir una persona para que vinieran a investigar", declara una vecina de Luyanó a 14ymedio. "Ese señor llevaba días en cola sin poder comprar, porque ahí lo que tienen es un descaro". En efecto, no es la primera vez que el establecimiento de la calle Melones es objeto de reclamos por parte de la población, que desde hace meses es testigo de los desvíos.

Los residentes del lugar, según dejaron consignado en redes sociales, buscan ahora a la perrita de la que se hacía acompañar Arístides, quien caminaba con un bastón y, acota otro vecino, tenía como única familia "un hijo que vive lejos".

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