Arrestos domiciliarios, cortes de internet y detenciones en el aniversario del Maleconazo
Represión
El periodista Reinaldo Escobar fue detenido por un par de horas en La Habana
La Habana/Este 5 de agosto, 31 años después del Maleconazo, el régimen cubano activó su aparato represivo con arrestos domiciliarios, detenciones y cortes de internet contra periodistas, activistas y familiares de presos políticos. En el aniversario de las históricas protestas populares, ocurridas en el litoral habanero, se repite el patrón policial de otras fechas sensibles para el régimen, como el 11 de julio y el 10 de diciembre.
La jornada ha comenzado con denuncias desde distintos puntos de la Isla, principalmente entre activistas de derechos humanos y reporteros vinculados a medios independientes.
Escobar permaneció detenido por casi dos horas en la estación de Aguilera, donde fue interrogado
El acceso a internet en la redacción de 14ymedio, ubicada en la barriada de Nuevo Vedado, fue cortado desde temprano. El periodista Reinaldo Escobar fue detenido por agentes de la Seguridad del Estado cuando caminaba cerca de la casa de Berta Soler, líder de las Damas de Blanco en Lawton. La sede de la organización amaneció con un cerco de la Seguridad del Estado.
Escobar permaneció detenido por casi dos horas en la cercana estación de Aguilera, donde fue interrogado por agentes de la policía política.
La periodista Camila Acosta también ha vuelto a vivir lo que ya se ha convertido en rutina represiva. “Una vez más, estoy sitiada por la policía y la Seguridad del Estado”, denunció en redes sociales, acompañando su publicación con una fotografía del agente de civil apostado frente a su casa: “Aunque parece un delincuente común, es oficial de la Seguridad del Estado. Él mismo se presentó la semana pasada durante otro operativo y me dijo que no podría salir, sin mostrar orden ni justificación legal. Si lo hacía, me detendrían y me imputarían algún delito común”, concluyó Acosta.
"Aunque parece un delincuente común, es oficial de la Seguridad del Estado"
Otro de los blancos de esta jornada ha sido Manuel Cuesta Morúa, activista, politólogo y vicepresidente del Consejo para la Transición Democrática en Cuba, quien amaneció también sitiado en su hogar en La Habana. La organización que representa denunció que este acto constituye un nuevo episodio de hostigamiento sistemático, y recordaron que ya en julio pasado Cuesta Morúa y la activista María Mercedes Benítez fueron víctimas de acciones similares.
“La política de arrestos domiciliarios arbitrarios atenta directamente contra derechos fundamentales como la libertad de movimiento”, advierte la organización, que alertó a la comunidad internacional sobre el “intento de silenciar a una de las voces más reconocidas del activismo cívico cubano”.
Wilber Aguilar Bravo, padre del preso político y manifestante del 11 de julio de 2021 (11J), Walnier Luis, también denunció la vigilancia frente a su casa. Aguilar acompañó su publicación con una imagen de la patrulla estacionada en la puerta. “Defender a los hijos es vivir. No existe ley en este mundo que prohíba defender a un hijo. La libertad de Walnier vale más que mi vida”, escribió.
La primera protesta masiva y espontánea que vivió el régimen cubano desde 1959
El Maleconazo del 5 de agosto de 1994 fue la primera protesta masiva y espontánea que vivió el régimen cubano desde 1959. Cientos de personas, hartas del hambre, los largos apagones y la desesperanza provocadas por el llamado Período Especial, se lanzaron a las calles de La Habana con gritos de “Libertad” y “Abajo Fidel”. Aunque la protesta fue contenida con rapidez y represión, marcó un antes y un después en el imaginario popular: el muro del miedo había comenzado a agrietarse.
Tres décadas después, las causas del estallido social no solo se mantienen, sino que se han agravado. La escasez de alimentos, el colapso energético, el éxodo masivo y la brutal represión tras el 11J han demostrado que el modelo cubano no se renueva ni mejora, sino que se atrinchera. Y que el miedo, cada vez más, cambia de bando.
En 2021, decenas de miles de cubanos salieron nuevamente a las calles en más de 40 localidades del país. La represión fue más feroz que en 1994, con miles de arrestados, centenares de condenas (muchas por “sedición”), y un sistema judicial convertido en instrumento político. Pero el mensaje quedó claro: la ciudadanía ha perdido el miedo.
En julio de 2025, Cuba vivió el mes más represivo del año, con al menos 357 acciones documentadas
La represión desatada este martes no ocurre en el vacío. Llega en medio de una de las peores crisis socioeconómicas de la historia cubana, con apagones diarios, inflación descontrolada, desabastecimiento crónico, protestas aisladas y un éxodo histórico que supera el de los años 80 y 90.
En julio de 2025, Cuba vivió el mes más represivo del año, con al menos 357 acciones documentadas contra la población civil, según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos. De estas, 68 fueron detenciones arbitrarias y 289 correspondieron a otras formas de represión, como allanamientos, hostigamientos, amenazas y citaciones policiales, especialmente en provincias como La Habana, Matanzas, Villa Clara y Granma.
El régimen intensificó su accionar represivo para evitar la participación de opositores en la celebración del 4 de Julio en la residencia del jefe diplomático de EE UU en La Habana y para impedir conmemoraciones por el cuarto aniversario de las protestas del 11J. Este martes, la historia se repite.