El régimen cubano descalifica las protestas ciudadanas contra el 'tarifazo' de Etecsa

Tarifazo

Díaz-Canel justifica el aumento de los precios de internet: "Lo veo como un repliegue táctico"

Díaz-Canel negó categóricamente que haya algún conflicto con los estudiantes.
Díaz-Canel negó categóricamente que haya algún conflicto con los estudiantes. / 14ymedio
Yunior García Aguilera

05 de junio 2025 - 22:47 Actualizado: 06 de junio 2025 - 12:19

Madrid/El podcast Desde la presidencia, transmitido este jueves en el espacio televisivo Mesa Redonda, confirmó lo que ya era evidente: la desconexión absoluta de la burocracia del régimen cubano con los debates y las demandas reales de la ciudadanía. Una semana tardó Miguel Díaz-Canel en abordar la crisis tras el impopular tarifazo de Etecsa. Y lo hizo repitiendo las mismas justificaciones de los últimos días y dejando claro que, si hay cambios, serán mínimos, porque lo esencial se mantiene. "Si no las aplicamos estaríamos muy cercanos al colapso tecnológico", dijo sobre las polémicas tarifas.

Ante la crítica generalizada de que la multiplicación por trece y la dolarización disfrazada de las tarifas del monopolio estatal de las telecomunicaciones había llegado en el peor momento posible, la respuesta del mandatario fue una joya del cinismo político: “No hay mejor momento nunca”. Y como si no hubiese sido suficiente, agregó: “Yo lo veo como un repliegue táctico. Íbamos avanzando y avanzando, tenemos que detenernos y retroceder un poco, acumular lo que nos hace falta, para entonces no negar el desarrollo que necesitamos en el presente inmediato y en el futuro”. 

Para respaldar las nuevas tarifas, los funcionarios que acompañaron al presidente, el viceministro de Comunicaciones, Ernesto Rodríguez Hernández, y la presidenta de Etecsa, Tania Velázquez, aportaron un sinfín de datos técnicos, incluyendo una gráfica que reflejaba los ingresos –en pendiente descendente– y el consumo de datos, cruzándose en sentido contrario. Entre los datos más llamativos quedó el de las radiobases, que son 5.600 en la Isla, la mitad de ellas sin respaldo energético. 

Entre los datos más llamativos quedó el de las radiobases, que son 5.600 en la Isla, la mitad de ellas sin respaldo energético

“Hoy, en una radiobase se conectan, según su diseño, entre 900 y 3.000 personas. Entonces, cuando se apaga, estamos hablando de que unos 3.000 usuarios pierden inmediatamente la conexión, pierden la comunicación”, especificó Velázquez. Adquirir una nueva cuesta 100.000 dólares, dijo, “y son dineros de los que no se dispone. Ni para reponer ni para ampliar la cobertura, por ejemplo, en 4G, que solo abarca al 50% de la geografía nacional y al 50 % de la población”.

También está, agregó, la escasez de bancos de baterías. Se necesitan unos 2.800 para sustituir a los dañados, pero cada uno cuesta 1.500 dólares. Suma y sigue, hay 25.000 líneas de telefonía fija que llevan seis meses sin servicio porque no hay dinero para repararlos y no se pueden vender nuevos celulares porque faltan tarjetas Sim. 

Si es tal el rosario de carencias, lo inexplicable, por no decir negligente, es no haber planificado a tiempo inversiones para revertir la situación. Pero Díaz-Canel, como si el problema acabara de llegar, dijo que la subida de las tarifas es algo que “estamos obligados a tomar si queremos –y es lo que queremos–, salvar, en primera instancia, un servicio básico para la población e indispensable para avanzar en la transformación digital del país”. 

A sabiendas, no obstante, de que la población está en armas contra este descomunal palo –que se produce a la vez que ve con sus ojos levantarse más y más hoteles que no se llenan–, pidió, a su manera, una magra disculpa. “Es preciso reconocer en qué se ha fallado al comunicarlas o al diseñarlas”, admitió sobre las nuevas medidas. Y en una forma aparentemente conciliadora, dijo: “La dirección de la Revolución jamás rehuirá el diálogo con el pueblo, porque nuestra razón de ser es justamente servir al pueblo”. 

“La dirección de la Revolución jamás rehuirá el diálogo con el pueblo, porque nuestra razón de ser es justamente servir al pueblo”

Durante los últimos días, ha quedado al desnudo la fractura interna que han provocado estas medidas dentro del propio aparato estatal. No se trata solo de Etecsa. Las decisiones fueron impulsadas por el jefe de Gobierno, Manuel Marrero Cruz, y bendecidas desde finales de 2024 por la cúpula del Partido Comunista de Cuba (PCC). Pero, al enfrentar la furia popular, tanto Díaz-Canel como Marrero prefirieron lanzar a los directivos de la empresa al fuego cruzado, usándolos como escudo.  

Y, sin embargo, la grieta se abrió. El pasado sábado, desde su muro de Facebook, el muy oficial Ernesto Limia Díaz –vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y ensayista de confianza del régimen– arremetió públicamente contra el primer ministro. Comenzó su mensaje alineándose con Díaz-Canel, a quien llamó “nuestro presidente” y lo colmó de loas por sus gestos en crisis anteriores. Pero luego mencionó a Marrero –sin títulos ni cariño– y exigió que diera la cara. En un arrebato inesperado, escribió que era él quien debía “desfacer entuertos”, culpándolo directamente del tarifazo

No le duró mucho la valentía. Tras la publicación de Roberto Morales Ojeda –conocido por ser la “guillotina de cuadros” dentro del PCC– convocando a “cerrar filas”, Limia dio marcha atrás. En su nuevo post, con tono melancólico y léxico de barricada, habló de “disparos en el pie”, culpó a “Marco Rubio y la claque batistiana” y preguntó, con memoria selectiva: “¿Huelgas para qué?”. La historia, al parecer, pesa más de 6 GB. 

Grupo de Telegram La Manigua, cuna de los sectores más radicales y violentos del oficialismo.
Grupo de Telegram La Manigua, cuna de los sectores más radicales y violentos del oficialismo. / Captura de pantalla

La rebelión estudiantil cubana, sin embargo, ya ha cruzado el Atlántico. Incluso el podcast La Base –santuario del ex líder español Pablo Iglesias– dedicó un episodio especial al tema. El único entrevistado desde la Isla, paradójicamente, no fue un estudiante, sino Ernesto Teuma, militante del PCC. Su testimonio fue igualmente lapidario: reconoció que la actual burocracia, “en ausencia de Fidel, no ha logrado construirse con una nueva generación de líderes”. La declaración del camarada dejó a los presentadores sin palabras, después de casi una hora de preludio con alta dosis de sentimentalismo nostálgico y justificaciones externas. 

En el podcast difundido por Televisión Cubana, la presidenta de Etecsa reconoció que limitar el consumo a 6 GB era una estrategia deliberada para empujar a los clientes a buscar recargas internacionales. Justamente esa diáspora a la que se le niega el derecho a opinar, a la que se acusa de difundir “matrices canallescas”, es la que el monopolio estatal pretende ordeñar todavía más para mantener sus finanzas a flote.

Por su parte, Díaz-Canel negó categóricamente que haya algún conflicto con los estudiantes. Dijo que las fotos, videos y testimonios que circulan en redes sociales sobre el paro académico –sin mencionar nunca la palabra “paro”– son manipulaciones de “plataformas de odio contrarrevolucionarias”. Pero en los propios canales universitarios se han publicado actas, comunicados e intervenciones que desmienten al mandatario. La huelga es un hecho, como también lo es el pedido de renuncia de los dirigentes de la Federación Estudiantil Universitaria, acusados de no representar a nadie que no lleve guayabera oficial. 

En el grupo de Telegram La Manigua, cuna de los sectores más radicales y violentos del oficialismo, el usuario Yuri Aguiar Luna publicó este jueves una advertencia que parece reflejar la preferencia de algunos sectores del régimen por la represión en lugar del diálogo: “Paso a recordar a algunos chiquitos de MatCom (Facultad de Matemática y Computación), que ayer 4 de junio fue el aniversario de Tiananmen”. 

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