Convertida en empresa, la sección de Propaganda del Partido Comunista vende "estampitas" y banderas

El nuevo estatus significa más dinero y recursos, además de flamantes máquinas de impresión

Para confeccionar pancartas al por mayor, la empresa cuenta con modernas impresoras de la multinacional japonesa Roland
Para confeccionar pancartas al por mayor, la empresa cuenta con modernas impresoras de la multinacional japonesa Roland / La Demajagua
Juan Izquierdo

13 de abril 2024 - 20:12

La Habana/El fin es "comercializar la imagen-Cuba". Los medios los pone el Partido Comunista. Protegida y pagada por la máxima autoridad del país, la unidad empresarial de base Propaganda y Eventos, con su fábrica principal en Granma, no necesita disimular su objetivo: abastecer a todo el oriente cubano de pancartas, banderitas, consignas y retratos de dirigentes.   

Aunque sigue adscrita al Comité Central, la sección oriental del otrora Departamento de Propaganda acaba de ser reconvertida en empresa. El nuevo estatus significa más dinero y recursos, sugiere La Demajagua, que le dedicó un rocambolesco reportaje. Frente a las cámaras del diario, la flamante empresa sacó la artillería: modernas impresoras de la multinacional japonesa Roland, sierras eléctricas para confeccionar "reconocimientos y diplomas" para los dirigentes, gigantografías, pulóveres, diseños para vallas y decenas de "símbolos". 

En el video que publicó el periódico se veía también una colección de "estampitas" con los rostros de Fidel y Raúl Castro

En el video que publicó el periódico junto al reportaje se veía también una colección de "estampitas" –similares a las que se venden en las iglesias cubanas– con los rostros de Fidel y Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel, Che Guevara, Vilma Espín y Camilo Cienfuegos. 

Sus trabajadores no se quejan. "Salimos bien con el salario. Hay meses que cobro 6.000, 7.000 pesos, según el contenido de trabajo. Me gusta el oficio", dice satisfecho el carpintero de la empresa, que celebra que "los equipos son modernos y eso facilita la faena". "Ahora estamos a la espera de una ensambladora. Con esa (máquina) el acabado debe ganar en calidad", añade. 

Los diseñadores juegan con un motivo en sus diseños: la bandera. Se encargan de que el símbolo "ondee" en actos y pulóveres, y "a lo largo de las carreteras". Trabajan el motivo con la mayor libertad y –pese a las crispaciones del Gobierno con el "uso indebido" de la enseña, que le han costado años de cárcel a la activista Aniette González y al artista Luis Manuel Otero Alcántara– y aseguran que los encargos están "a flor de piel". 

La empresa asegura que presta servicios no solo a los gobiernos locales de la zona oriental, sino también a personas naturales "previa contratación con la entidad". Sin embargo, no aclara qué tipo de clientes –y si es nacional o internacional– compra, para uso personal, la fanfarria revolucionaria que produce la entidad. 

Sus trabajadores no se quejan. "Salimos bien con el salario. Hay meses que cobro 6.000, 7.000 pesos, según el contenido de trabajo"

Un momento de pura efervescencia, relatan, es cuando se acerca una efeméride. "El trabajo es constante", claro, pues en un país como Cuba sobran las fechas históricas como el inminente 1 de mayo. El Desfile de los Trabajadores es un momento de vacas gordas para Propaganda y Eventos, cuyos empleados "deben multiplicarse porque las empresas demandan muchos artículos con el fin de asegurar el colorido de sus trabajadores". 

En efectivo o con tarjeta, la empresa está abierta a cualquier modo de pago. Sienten, afirman sus directivos, "una alta responsabilidad" y se consideran "hacedores de Historia". Ellos mismos tienen un lugar en el desfile, pronuncian arengas –utilizando micrófonos que ellos mismos instalaron– y enarbolan pancartas que se imprimen en su taller. Propaganda y Eventos marcha con el viento tan a favor que las autoridades, sin saber qué más honores rendirle, le dedicarán, incluso, el propio desfile. 

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