El dólar se apodera del centro comercial Carlos III en La Habana

El local, conocido también popularmente como "el palacio del consumo", llevaba meses cerrado debido a la pandemia

Como muchos vecinos temían, la Plaza de Carlos III reabrió sus puertas con venta exclusiva en MLC. (14ymedio)
Como muchos vecinos temían, la Plaza Carlos III reabrió sus puertas con venta exclusiva en MLC. (14ymedio)
Juan Diego Rodríguez/ Mario J. Pentón

12 de octubre 2020 - 17:52

La Habana/ Miami/La Plaza Comercial Carlos III, una de las mayores de la capital cubana, reabrió este lunes con un importante cambio: a partir de ahora solo se podrá comprar en divisas. Lo mismo ha ocurrido con la mayoría de las grandes tiendas en ciudades del interior del país.

"Por el momento están abiertos 10 locales. Todos tienen delante un cartel diciendo que solo aceptan MLC (moneda libremente convertible). Hay tiendas de ropa, de útiles del hogar, ferretería y otros artículos. Las demás tiendas las están acondicionando también para vender en divisas", cuenta a 14ymedio un cliente que visitó las instalaciones a primera hora de la mañana.

Se trata de uno de los más grandes centros comerciales de La Habana, conocido también popularmente como "el palacio del consumo" y ubicado en una importante avenida. Llevaba meses cerrado y en las últimas semanas corría el rumor de una posible reapertura bajo la venta en divisas.

Era un secreto a voces que la remodelación a la que estaba siendo sometido el imponente inmueble estaba destinada a dejarlo listo para la nueva modalidad comercial, que comenzó a finales del año pasado, cuando el Ejecutivo abrió primero tiendas para electrodomésticos y luego para alimentos y aseo en divisas con el objetivo de paliar una profunda crisis de liquidez financiera.

La Plaza Carlos III ha sido por más de dos décadas el pulmón comercial de Centro Habana, especialmente de las barriadas de Pueblo Nuevo, Cayo Hueso y Los Sitios. Junto a las ofertas oficiales que tienen en sus tiendas se mueve una extensa red de vendedores informales y negocios por cuenta propia que sobreviven gracias al caudal de clientes que llega cada día hasta el lugar.

Antes de ser reinaugurada a bombo y platillo en los años 90 y comenzar la venta en dólares y posteriormente en pesos convertibles, la Plaza era la sombra de lo que se ve hoy. "Tenían un sucio mercado agrícola en planta baja, una pescadería en el primer piso y el resto del edificio era una empresa estatal que se dedicaba a hacer útiles docentes como muñecos para enseñar la estructura de los órganos humanos", cuenta a 14ymedio Luisa, una vecina de la cercana calle Peñalver.

"Este barrio volvió a tener vida cuando en los años 90 convirtieron Carlos III en un centro comercial, la mayor parte de la gente aquí compra o sobreviven gracias a ese lugar", añade la señora. "Aunque el Gobierno le cambió el nombre a la calle hace muchos años y le puso avenida Salvador Allende, nadie la llama así y cuando reabrieron la Plaza le pusieron el nombre del rey de España".

Otros creen que la nueva modalidad de venta sacará a Carlos III del deterioro que había experimentado en los últimos años. "Esto se había convertido en un lugar para borrachos y peleas, especialmente la zona de planta baja, que tenía varias cafeterías donde uno no podía ni ir porque había gente agresiva todo el tiempo tomando cerveza", cuenta Orestes, un residente en la calle Salud que llevaba a sus nietos a jugar en los aparatos electrónicos hasta que "la situación se hizo insostenible".

Orestes cree que ahora "con una clientela más reducida y de mejor posición económica es posible que el ambiente mejore", aunque reconoce que él no podrá comprar por el momento. "No tengo acceso a las divisas pero esta no es la primera dolarización de Carlos III: cuando la abrieron en los 90 se pagaba en fulas y a mí me parecía que nunca iba a poder entrar, pero al final terminé siendo cliente habitual, así que tengo esperanzas de que ahora empiece para unos pocos y después la dolarización se extienda".

La noticia de la reapertura en divisas del centro comercial ha empezado a esparcirse justo el día en que se espera que la televisión nacional transmita un programa especial donde se anuncien nuevas medidas económicas. Pero todavía muchos de los residentes en las proximidades no saben del importante cambio que se vive puertas adentro de la Plaza, la única obra remodelada en el último medio siglo que lleva en la Isla el nombre de un rey español.

En el resto del país también el dólar se afianza. En Cienfuegos la población ha visto cómo el dólar ha ido conquistando una a una las mayores tiendas de la ciudad.

"Nos vamos a quedar sin ningún lugar donde comprar. La Mimbre, La Pecera, La Nueva Isla, Imago, el Mercado Habana, Eureka… todo lo han tomado para vender en dólares, una moneda en la que yo no cobro ni tengo forma de conseguirla", cuenta Mercedes Bernal, una trabajadora estatal de 51 años.

"El otro día llegué a una tienda y vi tantos productos y tan poca cola que me asombré. Cuando pregunté cuánto costaba un producto me dijeron que era en dólares y por tarjeta. No sé hasta dónde vamos a aguantar", agrega.

En Cienfuegos las filas para crear cuentas bancarias en dólares son inmensas y comienzan en la madrugada. El banco solo permite 50 clientes por día y las fechas de entrega de las tarjetas comienza en la segunda semana de diciembre.

"Los clientes no necesitan traer dólares para abrir la cuenta. Solo su carné de identidad basta. El objetivo de estas cuentas es que sus familiares les envíen transferencias desde el exterior para que puedan comprar en las tiendas MLC", dijo una trabajadora del Banco Popular de Ahorro a el Nuevo Herald vía telefónica.

Para Felicia Carballo, del barrio Pastorita, la situación se complica cada vez más para quienes no tienen divisas.

"En los puntos de venta de Pastorita ya no hay nada. Ni jabón, ni desodorante, nada. Pareciera que las tiendas TRD [donde se compra en CUC] pasaron a ser propiedad de Ciego Montero porque lo único que tienen es agua", se lamenta.

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