La Embajada de EE UU alerta sobre aumento de robos y violencia en Cuba en medio de la crisis económica
Alerta
El mensaje incluye una serie de recomendaciones para evitar ser víctima de delitos
La Habana/La crisis económica cubana no solo se refleja en la escasez de alimentos, combustible y medicinas. El descalabro se traduce también en un incremento de la delincuencia. Este viernes, la Embajada de Estados Unidos en La Habana emitió una alerta de seguridad en su cuenta oficial en la red social X advirtiendo a sus ciudadanos sobre un “aumento de robos e incidentes violentos” en la Isla.
La advertencia llega en un momento especialmente sensible para la población, con apagones cada vez más prolongados y una inflación que ha disparado los precios de productos básicos. “El deterioro de las condiciones económicas ha provocado un aumento de robos e incidentes violentos, entre ellos robos con armas blancas, agresiones menores a vehículos de la misión e invasiones de viviendas y robo de propiedad”, detalla la nota diplomática.
El mensaje incluye una serie de recomendaciones para evitar ser víctima de delitos: cerrar puertas y ventanas por la noche, retirar objetos de valor de patios y balcones, mantener los teléfonos celulares cargados y no exhibir dinero en efectivo en lugares públicos. La Embajada también aconseja “limitar el consumo de alcohol” y “nunca aceptar bebidas de extraños”.
Aunque el Gobierno cubano evita reconocer de forma abierta el aumento de la violencia y la delincuencia común, los reportes ciudadanos y las publicaciones en redes sociales evidencian una realidad que muchos habitantes viven a diario.
Durante meses, usuarios en distintas provincias han compartido testimonios sobre asaltos en la vía pública, robos en viviendas y agresiones a conductores y pasajeros de vehículos particulares. El deterioro de la seguridad ciudadana se ve agravado por la escasez de combustible y los apagones constantes. Los cortes eléctricos, que en muchos lugares han superado 30 horas seguidas, crean condiciones propicias para hechos delictivos.
La sede diplomática en La Habana mantiene activa su línea telefónica para casos de emergencia
Ni el Ministerio del Interior de Cuba ni la prensa estatal han publicado estadísticas recientes sobre delitos violentos. Las cifras oficiales más cercanas corresponden a años anteriores y suelen presentarse de forma fragmentaria. La estrategia habitual del régimen ha sido minimizar el problema o atribuirlo a “campañas mediáticas” del exterior.
Sin embargo, incluso en los medios controlados por el Estado se han colado, de forma indirecta, señales de preocupación. Notas sobre operativos policiales, advertencias a la población y la insistencia en “aumentar la vigilancia popular” evidencian que las autoridades reconocen internamente un repunte delictivo. “Los apagones están siendo usados como pretexto para actividades delictivas”, alertó directamente la Embajada estadounidense, en un tono que contrasta con el silencio de las instituciones cubanas.
La sensación de desprotección no solo afecta a barrios marginales. También zonas céntricas de la capital, consideradas tradicionalmente más seguras, han experimentado un incremento de robos. Varios diplomáticos y trabajadores de organizaciones internacionales han reportado incidentes en los últimos meses, según fuentes cercanas a la comunidad extranjera en la Isla.
La inseguridad está estrechamente ligada al colapso económico. Con una inflación galopante, salarios en pesos devaluados y una creciente economía informal, la delincuencia se ha convertido para algunos en una vía desesperada para sobrevivir. La advertencia de la Embajada no solo pide precaución, también instruye a sus ciudadanos a “ser buenos testigos”, es decir, observar detalles de apariencia, ropa, vehículos y matrículas si presencian un delito. Esta recomendación refleja un reconocimiento implícito de que los incidentes podrían aumentar.
La sede diplomática en La Habana mantiene activa su línea telefónica para casos de emergencia y recordó que los ciudadanos estadounidenses pueden comunicarse con su sección consular para recibir asistencia.