Galiano y un nuevo intento de recobrar su belleza con dinero de Italia
La Habana
Inauguran un parque en la esquina con Malecón donde antes hubo un derrumbe
La Habana/Los muros más próximos recién pintados y unas gomas de auto como bancos conforman el último intento de devolver la belleza a la calle Galiano en Centro Habana, una de las más importantes vías comerciales de la capital cubana. En la esquina que conforman la también llamada Avenida Italia y el Malecón se inauguró esta semana un parque donde antes hubo un derrumbe.
Sobre uno de los peculiares asientos, una vecina de los alrededores revisaba este viernes su móvil, conectada a la red wifi del parque. La renovación de la plazoleta fue anunciada por la sede cubana de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo. La entidad explicó, en su cuenta de Facebook, que "esta intervención forma parte de una estrategia integral para reactivar espacios con potencial, combinando soluciones técnicas, participación ciudadana y diseño colaborativo".
En una zona duramente golpeada por la crisis, sin los atractivos turísticos del casco histórico ni la infraestructura más moderna de El Vedado, la esquina de Galiano y Malecón se inserta en un barrio donde el deterioro habitacional, la pobreza y la falta de opciones recreativas marcan el día a día de sus residentes. Deseosos de tener un espacio para que los niños jueguen y las parejas se abracen, una decena de vecinos se acercaron al parque los días posteriores a su inauguración.
Un juego de pon, pintado sobre el suelo de concreto, atrajo a algunos infantes que, rápidamente, detectaron que la numeración del popular divertimento solo llegaba hasta el número seis, en lugar de los tradicionales nueve o diez que deben coronar los saltos y las alegrías. A pocos metros, la escultura Primavera, del artista cubano Rafael Miranda San Juan, parecía observar con peculiar calma la nueva imagen de la plaza.
Sin embargo, como toda obra pública que ha sido inaugurada en este medio siglo en Cuba, la emblemática esquina también muestra partes donde la "intervención" no se ha terminado. Un cable eléctrico que sobresale en el piso y algunos huecos que asoman del muro le otorgan a la obra cierto toque de "todavía en construcción", como esas noticias sensacionalistas que anuncian que habrá nuevos detalles más adelante.
"Está bonito, al menos es un lugar para sentarse y disfrutar la brisa del mar", comentó a 14ymedio un hombre que cruzó desde los portales del cercano hotel Deauville para ocupar una de las gomas convertidas en bancos. "No está mal y es un lugar que se rescata para la gente. Pero aquí mismo, del lado de allá de ese muro hay un derrumbe, creo que debería tener un poco más de protección esto aquí".
Ningún retoque parece poder cambiar ese rostro ajado de la calle aunque el dinero proveniente de Italia ha intentado varios arreglos
De la mano del equipo de Mass Construcción, en la plazoleta se realizaron "trabajos de limpieza, nivelación de superficies y mejoras en la infraestructura básica, incluyendo drenaje sanitario y preparación del terreno para la instalación de luminarias y mobiliario urbano", apuntó la Agencia Italiana. El color verde de la pared que sirve de límite da paso, al otro lado, a un cascarón de edificio del que solo quedan unas vigas oxidadas y escombros.
Eso sí, el contraste entre el parque renovado y su entorno no es tan abismal como la diferencia que hay entre los hoteles de lujo en La Habana Vieja y las cercanas cuarterías a punto de desplomarse. La esquina de Galiano y Malecón tiene un toque modesto, improvisado y de emergencia que se integra con un barrio en el que la desatención estatal y la falta de inversiones ha llevado a sus vecinos a arreglárselas como puedan.
Esa resistencia ha hecho de la Avenida Italia un combinado de viejos edificios donde las barbacoas y los tabiques intermedios han permitido convivir a familias numerosas, portales transformados en puntos de venta de comerciantes informales y, en el cruce de las entrecalles, las montañas de basura añadiendo sus olores y sus peligros. Ningún retoque parece poder cambiar ese rostro ajado de la calle aunque el dinero proveniente de Italia ha intentado varios arreglos.
A finales de 2019, las noches de Galiano se iluminaron con un proyecto que reproducía las constelaciones de la Vía Láctea, con sus más de 10 paneles y esferas luminosas. Las luces fueron regaladas por la ciudad italiana de Turín a la capital cubana con motivo del 500 aniversario de su fundación. Durante semanas, se volvió una práctica acercarse a la avenida después de que el sol se escondiera y tomarse algunas fotos con las creaciones del proyecto Luci d'Artista, del escenógrafo Carmelo Giammello. Pero las "estrellas" se fueron apagando poco a poco y de la galaxia ya no queda nada.
Algo similar ocurrió con el pino navideño sembrado en 2022 en el parque Fe del Valle, justo en la esquina que forman Galiano y San Rafael. El árbol, que aquel diciembre se llenó de luces –era el primer adorno público de fin de año que veían los cubanos en seis décadas–, rápidamente se puso mustio, con las hojas secas y las ramas caídas. La prensa oficial aclaró entonces que el pino no era un signo de Navidad sino un muy socialista "Árbol de la Amistad" entre la Isla y el país europeo.
La nueva obra financiada por Italia en la plazoleta próxima al mar podría ser más resistente que las ramas de un árbol trasplantado o las luces eléctricas que simulan constelaciones. El tiempo y el uso lo dirán.