Libre por fin, Liosbel Sánchez apuesta por la Ley de Ajuste Cubano

Migración

El informático de 28 años, quien participó en las protestas del 11J, espera que el juez tome la misma decisión este viernes con su hermano, Liosmel

Los hermanos Sánchez en una imagen publicada en sus redes sociales.
Los hermanos Sánchez en una imagen publicada en sus redes sociales. / Facebook
14ymedio

23 de septiembre 2025 - 16:16

La Habana/“He perdido entre 40 y 45 libras", confiesa Liosbel Sánchez a 14ymedio tras ser liberado este lunes en Estados Unidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Él y su hermano, Liosmel Sánchez, participaron en Cuba en las protestas del 11 de julio de 2021, y tras sufrir hostigamiento y amenazas políticas decidieron huir de la Isla.

Ambos cruzaron la frontera el 3 de diciembre de 2024, luego de pasar aproximadamente un año en México. Entraron a Estados Unidos mediante un parole, a través de la aplicación CBP One. Sin antecedentes penales ni historial criminal, solicitaron asilo político, alegando que su participación en las protestas del 11J y su activismo los hacían blanco de persecución en la Isla, donde cientos de manifestantes recibieron elevadísimas condenas de cárcel.

Liosbel tiene 28 años y trabajaba en Cuba como técnico medio en Informática. Liosmel, tres años menor, estudiaba Medicina en la Facultad de Ciencias Médicas Manuel Fajardo. Los dos crecieron en La Habana y manifestaron su descontento con la situación política del país a través de memes en las redes sociales. Cuando el hartazgo desembocó en protestas masivas el 11 de julio de 2021, no dudaron en sumarse a las manifestaciones. Creían que aquello significaría el fin de la dictadura, sin imaginar la férrea represión que vendría después. 

Ambos fueron amenazados por la Seguridad del Estado, Liosmel con la posibilidad de perder su carrera universitaria, y Liosbel con inspecciones frecuentes a su negocio de plomería, robos sospechosos, vigilancia y frecuentes visitas de supuestos inspectores.

Los hermanos fueron trasladados a distintos centros de detención en Arizona

El 20 de mayo de 2025 comparecieron ante un juez de inmigración en Phoenix (Arizona). Pero en esa audiencia su caso de asilo fue desestimado, y al salir de la corte fueron inmediatamente detenidos por agentes de ICE. Los hermanos fueron trasladados a distintos centros de detención en Arizona, Liosbel fue llevado al de Florence, y Liosmel al centro de Eloy.

“Mala comida, leyes que se violan allá dentro… nos trataron como animales”, confiesa a este diario. Tras cuatro meses en prisión migratoria, Liosbel afirma haber perdido entre 18 y 20 kilogramos, debido al estrés, la mala alimentación y las condiciones de detención. Su salud física y mental ha sido puesta a prueba después del 20 de mayo, sobre todo por el temor de ser deportado al mismo lugar del que tuvo que escapar junto a su hermano, por motivos evidentemente políticos.

Según sus palabras, el pasado viernes tuvo una audiencia en la que tanto su abogada como el juez coincidieron en que “no había motivos legales para mantenerlo preso, porque las pruebas de asilo estaban bien fundamentadas”. En esa audiencia se determinó que debía ser liberado. Liosbel confía en que Liosmel, quien tiene audiencia este viernes, también salga libre, pues “el caso es el mismo”, los representa la misma abogada y les corresponde el mismo juez. 

"Volver a Cuba nunca fue una opción”

Desde su detención se han denunciado irregularidades en el proceso, como entrevistas de “miedo creíble” realizadas sin la presencia de abogados, en horarios poco habituales, y detenciones inmediatas tras audiencias judiciales sin una clara notificación a los defensores. El riesgo de ser deportados a Cuba era para ellos la mayor preocupación. “Si antes el régimen cubano solo tenía suposiciones para castigarnos”, cuenta a este diario, “ahora tienen certezas, porque la historia ya es pública”. Liosbel confía en que tanto él como su hermano puedan acogerse a la Ley de Ajuste Cubano cuando se cumpla el año y un día de haber llegado a territorio estadounidense.   

Al no tener familiares cercanos en EE UU, su defensa legal y los costes de los trámites dependieron de campañas de solidaridad, recaudación de fondos como GoFundMe, y apoyo de amigos como el activista Cristhian González.

Con voz tranquila y serena, a pesar de una experiencia terrible durante los últimos cuatro meses, Liosbel no pierde las esperanzas de permanecer en Estados Unidos y cumplir sus sueños. “Salí de Cuba por los abusos y los atropellos que sufrí. Volver a Cuba nunca fue una opción”.

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