"No tengo permitida la entrada a mi país", denuncia un pastor cubano exiliado en EE UU
Exilio
Alain Toledano fue obligado a dejar la Isla y no puede volver para asistir a su hija enferma
Madrid/El pastor evangélico cubano Alain Toledano, exiliado en EE UU desde hace tres años, no puede estar donde quisiera: en la Isla junto a su hija mayor, Susana, a la que van a operar del cáncer que padece. El régimen se lo prohíbe, asegura en declaraciones a Martí Noticias.
“Esta mañana me llega oficialmente la información de que mi hija tiene que volver a la mesa de operación, su vida está en riesgo una vez más, porque Cuba no tiene medicamentos ni tiene nada para que la vida de mi hija pueda estar segura”, cuenta el propio religioso en un video publicado en sus redes sociales, en el que denuncia su situación. “He intentado de mil maneras poder estar con mi familia, poder ir a ver a mis hijas, y el régimen cubano no me permite entrar a mi país”.
“A mi abogado en Cuba le han dicho que no tengo permitida la entrada. El régimen declara, a pesar de que no tengo ninguna causa pendiente, que soy una amenaza para la seguridad del Estado”, explica este martes a Martí Noticias.
"Que se dejen de jugar a la política, que dejen de estar jugando con la vida de los cubanos y con el derecho de los cubanos"
Dirigiéndose “a todos los que gobiernan mi país”, Toledano pide: “Que se dejen de jugar a la política, que dejen de estar jugando con la vida de los cubanos y con el derecho de los cubanos”. El pastor dice que usa Facebook “no para provocar ningún tipo de litigio”, sino porque es el único medio a través del cual puede alzar su voz y “exigir directamente, sin intermediarios, porque no hay otra vía”.
Además, aclara: “Yo no voy a vivir en Cuba, pero sí tengo el derecho de poder estar al lado de mi familia cuando más lo necesita”. Al respecto, cuenta el reciente caso de un primo muy cercano, que acaba de morir en la Isla sin que tampoco pudiera despedirse de él. “Que me den la oportunidad de entrar y si les debo algo, que me lleven preso para cumplir mi condena. Pero precisamente no les debo nada y como ciudadano que no debe nada, estoy en todo mi derecho de entrar a Cuba”, enfatiza. “Yo no quiero ir a Cuba para hacer turismo, yo necesito estar al lado de mi familia, necesito estar al lado de mi hija, que lo necesita”.
La organización religiosa Christian Solidarity Worldwide (CSW) se ha pronunciado sobre el caso de Toledano, por boca de una de sus ejecutivas, Anna Lee Stangl. “Al parecer el Gobierno cubano no está satisfecho con haber obligado al exilio a Alain Toledano Valiente, a su esposa y a sus dos hijas menores”, dice en un comunicado publicado en la web de la ONG. “Las autoridades continúan castigándolo a él y a su familia por el delito de haber liderado un grupo religioso que el Gobierno se negó a registrar, separándolos por la fuerza incluso en momentos de crisis”. En el texto, exigen al presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y al ministro del Interior, Lázaro Alberto Álvarez Casas “que levanten de inmediato la prohibición que impide al pastor Toledano Valiente regresar a Cuba por razones humanitarias y que le permitan estar con su hija durante este difícil momento”.
"Que levanten de inmediato la prohibición que impide al pastor Toledano Valiente regresar a Cuba por razones humanitarias"
Tal y como su padre cuenta a Martí Noticias, Susana fue diagnosticada con cáncer poco después de que Toledano, su esposa, Marilin, y sus hijas Berenice, de 18 años, y Elisama, de 17, salieran de la Isla, en julio de 2022, tras el acoso del régimen. “Abandone el país dentro de 30 días o usted y su familia enfrentarán las consecuencias”, fue la amenaza de la Seguridad del Estado, según denunció entonces la organización Outreach Aid to the Americas, gracias a cuya intercesión pudo salir la familia.
El religioso, líder de la iglesia evangélica Sendas de Justicia, había denunciado meses antes que un hombre irrumpió en su vivienda, cuando su esposa y una hija se encontraban solas, en un acto de intimidación ya que este sujeto trató de arrancar la puerta. Era aún la etapa de restricciones por la pandemia de covid-19, y el Gobierno acosaba a la congregación por restaurar el servicio religioso.
En agosto de 2021, llegó a ser detenido en su casa, en Santiago de Cuba, bajo el cargo de “propagación de epidemia”. La acusación no prosperó, pues desde la primera semana de junio de ese año el Gobierno había autorizado a las iglesias a reiniciar con normalidad y moderadamente sus actividades.
Un mes después, fue citado en la Tercera Unidad de la Policía, acusado nuevamente de propagación del virus.“Me ficharon como a todo un bandido, como a todo un delincuente”, dijo entonces el pastor a Martí Noticias.
No era la primera vez que el religioso sufría el hostigamiento del régimen. En 2016, expropiaron sus tierras y demolieron su templo. De nada sirvió en aquellos días una reunión con el entonces primer secretario del Partido Comunista en la provincia, Lázaro Expósito, para reclamar los bienes confiscados por la Policía durante el allanamiento y el derribo del local de culto. Lo único que pudo recuperar fueron algunos discos.